Arañas vasculares vs. varices

Hay ocasiones que una vena se nos nota un poco más, que sale un punto rojo en alguna zona del cuerpo, que notamos unas venas más rojas que las demás y que no lo asociamos con las varices o la insuficiencia venosa. Pues bien, resulta que no son varices sino que se trata de arañas vasculares.

Estas son “manojos de pequeñas venas” generalmente rojas, aunque también las podemos encontrar en color azul. Se forman en la superficie de la piel y a pesar de su similitud con las varices son más pequeñas y no causan dolor. Otra diferencia entre las varices y las arañas vasculares es el color; ya hemos mencionado que las arañas vasculares tienen un color más rojizo y en ocasiones azulado mientras que en las varices prevalecen los colores morado y azul.

Ambos se tratan de un síntoma de una mala circulación sanguínea y del retorno venoso. Las varices suelen aparecer en la zona de las piernas, pelvis, senos, etc., y las arañas vasculares se limitan a aparecer, la mayoría de las veces, en las piernas o en el rostro. Su forma puede ser de ramificación o de araña. Las arañas vasculares, conocidas también como telangiectasias, afectan a casi un 20% de la población mayor de 35 años, generalmente a las mujeres, igual que en el caso de las varices.

La principal diferencia, además de en el color, se encuentra en el tamaño. Las varices son más grandes y con una mayor presencia en las piernas. Por eso hay quienes consideran a las arañas vasculares micro-varices. Generalmente las arañas vasculares no suponen ningún tipo de problema clínico, es tan sólo estético ya que como hemos dicho antes no acarrean dolor para quien las padece.

Hasta ahora hemos buscado diferencias pero, la verdad es que, tienen más en común que diferente. Las causas de las arañas vasculares son algunas de las razones por las que aparecen las varices: herencia, embarazo (por los cambios de los niveles hormonales) o demasiado tiempo de pie o sentado. Otras causas, no tan habituales, son:  exceso de exposición al sol, estreñimiento crónico, ciertos medicamentos y píldoras anticonceptivas, el aumento de peso y el uso de zapatos de taco alto o de ropa ajustada.

¡Manténte activo y evita que tu circulación sanguínea empeore!