Oscar 2018: Las actrices peor retocadas

El Dr. Junco opina sobre las polémicas de estética de esta 90ª edición de los Premios Oscar

Dos días después de los Oscar, corren las opiniones y polémicas. Las más abundantes son las de vestuario y complementos, pero cada año hay alguna actriz o actor que nos sorprende con sus retoques estéticos. Este año, sobre las que más se ha hablado han sido Sandra Bullock (53 años) y Nicole Kidman (50 años) y el Dr. Óscar Junco da su opinión como profesional. 

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Ambas actrices, Bullock y Kidman, han desfilado elegantementeen la alfombra roja. Sin embargo, se asemejan más a sus correspondientes figuras de cera de los museos de Londres, Nueva York o Barcelona que a personas reales.

 

Si bien es cierto que Nicole Kidman había proclamado a los cuatro vientos que nunca más recurriría al bótox, también es cierto que lo ha vuelto a hacer y además en más de una zona. Son evidentes las infiltraciones que se ha hecho en casi todos los músculos del tercio medio y superior de la cara, exceptuando, por suerte, los que permiten abrir y cerrar los ojos. Por otro lado, si hasta ahora muchos habían alagado los retoques de Sandra Bullock por su naturalidad, ahora son demasiado evidentes.

Las actrices recurren y abusan del bótox para mantener paralizada la frente y la posición de las cejas, que ni se inmutan ante cualquier gesto de sorpresa o enfado. Seguramente, hacen lo mismo con ácido hialurónico para mantener a raya los pómulos y los ángulos mandibulares como retoque o mantenimiento de algún posible lífting facial.

El bótox es un relajante de la musculatura facial y el ácido hialurónico se usa como sustancia de relleno y sustitutivo de la grasa que, a partir de los 30 años, desaparece y hace que la piel se descuelgue. Ambas sustancias son las mejores armas del médico estético para prevenir y enlentecer el envejecimiento, pero su abuso provoca resultados más cercanos a caras inexpresivas y de cera que a rostros reales y naturales.