Cuando hablamos del abordaje global facial del paciente nos extrapolamos directamente a un tratamiento “full face” pero, en realidad, el enfoque debe ser mucho mas extenso, y nos debe redireccionar a un abordaje holístico e integral del envejecimiento o los inestetismos, intentando tratar los múltiples factores que han dado lugar a su aparición.
Por la Dra. Sheila K. Mota Antigua
El abordaje facial integral en medicina estética no tiene otro objetivo que el de obtener los mejores resultados posibles en cada caso y mantenerlos en el tiempo. Para lograrlo, es necesario tener una visión de conjunto, por la cual entendamos que el envejecimiento y los inestetismos del paciente no son debidos a un único factor, sino a la unión de tres grandes conjuntos formados por el exposoma, su genética y su microbiota.
El exposoma
El exposoma, término acuñado en 2005 por el científico Christopher P. Wild, no es más que la suma de factores externos a los que los pacientes se ven expuestos desde que nacen hasta que mueren y que actúan sobre el genoma. Este último detenta del 25 % al 30 % de la responsabilidad de desarrollar una enfermedad, mientras que el exposoma la tiene en un 75-80 %. Los siete factores que lo componen son: la alimentación, la contaminación ambiental, el consumo de tabaco, la radiación solar, el clima, el estrés y la falta de sueño.
Para todos es bien conocido el papel que desempeña la radiación solar en nuestra piel; ciertamente el sol es fuente de vida, pero estar sometido a un exceso de radiación ultravioleta (RUV) puede ser muy perjudicial para la salud de nuestra piel, constituyendo esta la primera causa de envejecimiento prematuro. La RUV no es solo responsable de fotoenvejecimiento, problemas de pigmentación y lesiones que aceleran el envejecimiento, sino que también lo es de diversos tipos de cánceres cutáneos debido a la alteración del ADN celular que provoca.
El exposoma lo componen siete factores: la alimentación, la contaminación ambiental, el consumo de tabaco, la radiación solar, el clima, el estrés y la falta de sueño
Por otro lado, la contaminación ambiental también juega un papel importante en la salud de nuestra piel, ya que no solo es responsable de que los agentes contaminantes, al depositarse en nuestra piel, la obstruyan y provoquen la aparición de radicales libres que aceleran el proceso de envejecimiento, sino que también es responsable de influir en la aparición de enfermedades cutáneas como la dermatitis atópica, eczemas y urticaria.
Otro factor importante es el clima, ya que las temperaturas extremas, ya sean frío o calor, afectarán negativamente la salud de la piel. Los rayos infrarrojos de la RUV se transforman en calor en el interior de la piel provocando un shock térmico que provocará una neoangiogénesis, activación del proceso inflamatorio y aumento del estrés oxidativo. Por su parte, el frío provocará sequedad y tirantez en la piel, que terminará provocando una alteración de la barrera cutánea.
La falta de sueño y de descanso puede derivar en envejecimiento prematuro, ya que durante el sueño la piel se vuelve más permeable y el flujo sanguíneo se incrementa, permitiendo que la piel se nutra, se oxigene y acelere la renovación celular. No dormir lo suficiente puede provocar daños a la barrera cutánea.
La alimentación es otro factor que está muy estudiado, por lo que se recomienda una alimentación balanceada que nos permita tener el aporte necesario de antioxidantes para proteger la piel de las agresiones externas como lo son las radiaciones solares y la contaminación ambiental.
El tabaco, por su parte, se considera el segundo factor que provoca más daño a la salud de la piel. En este encontramos mas de 4000 tóxicos químicos, unos 300 de ellos con potencial cancerígeno. Su consumo incrementa los radicales libres y el monóxido de carbono merma la capacidad de la sangre de transportar el oxígeno.
Por último, pero no menos importante, tenemos al estrés, otro acelerador del envejecimiento. Los estados de ansiedad y nerviosismo provocan la liberación de hormonas vasoconstrictoras, provocando en la piel rojeces, sequedad, descamación y falta de luminosidad, además de empeorar patologías como la dermatitis seborreica o la psoriasis, entre otras.
La genética
Cuando hacemos referencia a la genética nos referimos al envejecimiénto intrínseco o biológico, el cual es inevitable, está determinado geneticaménte y se produce naturalmente en el cuerpo. Además, es exacerbado por el envejecimiento extrínseco que, a su vez, es inducido por factores del exposoma. Existen varias teorías que intentan explicar el envejecimiento, una de ellas es la genética, en la que se ha propuesto la existencia de genes que codificarían distintas funciones, genes con efectos beneficiosos en la juventud y perniciosos al envejecer.
Hoy día se ha popularizado el término de genocosmética, la cual nos permite realizar un enfoque personalizado en cuanto a tratamientos dermocosméticos, dando la posibilidad de encontrar un producto óptimo para cada piel, con una combinación única de ingredientes de acuerdo a la genética individual, que traten y prevengan ciertas anomalías cutáneas.
La microbiota
Existen diferentes factores que influyen en la conformación de la microbiota de la piel, entre ellos tenemos los factores del huésped (edad, localización, sexo) y los factores ambientales (ocupación, medicamentos, cosméticos, productos higiénicos, etc.). Los microorganismos que componen la microbiota cutánea se encuentran en la superficie de la piel. Entre las bacterias más comunes tenemos actinobacterias, firmicutes, bacteroides, Propionibacterium spp., proteobacterias y Staphylococcus spp., hongos como Candida spp. o Malassezia spp., y virus y ácaros como Demodex folliculorum y Demodex brevis. La microbiota de las personas es única e individual y suele estar determinada por el estilo de vida y el entorno.
Las alteraciones de la barrera epidérmica son bien conocidas en patologías cutáneas como la dermatitis atópica, la psoriasis y la rosácea; sin embargo, la pérdida de la estructura y función de la barrera normal también es relevante en la afección cutánea más común, el acné vulgar, y en el proceso de envejecimiento de la piel.
Un abordaje global facial
Una vez tenemos claro que todos estos factores juegan un papel en el envejecimiento cutáneo, tanto los intrínsecos como los extrínsecos, podemos planificar un tratamiento holístico para nuestros pacientes. Y todo tratamiento conlleva como paso previo un buen diagnóstico, para el cual necesitaremos realizar una exhaustiva historia clínica que nos permita identificar todas las necesidades de nuestros pacientes, y de esta forma elaborar de manera personalizada el abordaje de sus inestetismos.
En base a las informaciones recabadas en la historia clínica, en la que se incluirá también información sobre el exposoma, y a través del examen físico, propondremos a los pacientes un protocolo integral que incluya desde una dieta equilibrada rica en antioxidantes, un plan de ejercicio físico, una rutina de cuidado dermocosmético,
suplementación oral con nutracéuticos, pautas de manejo del estrés, así como pautas para un adecuado descanso, hasta los procedimientos médicos estéticos a realizar en nuestras consultas. Hemos de explicar al paciente que debemos contrarrestar todos esos factores que han contribuido al envejecimiento de la piel y a la
aparición de los diversos inestetismos.
Los procedimientos médicos estéticos, por su parte, estarán enfocados a cubrir las distintas necesidades, como por ejemplo:
- mejorar la calidad de la piel con peelings químicos, dispositivos de luz, inductores de colágeno, PRP, etc.;
- tratar los desórdenes pigmentarios con peelings químicos despigmentantes, IPL, láser, etc.;
- tratar las arrugas de expresión con toxina botulínica y las arrugas estáticas con rellenos de ácido hialurónico, etc.
- reponer los volúmenes faciales con los distintos materiales de rellenos reabsorbibles;
- tratar la flacidez con hilos tensores, HIFU, etc.;
- tratar las lesiones cutáneas benignas u otras patologías de la piel si las hubiese.
La literatura científica avala el abordaje integral con tratamientos combinados, complementados con dermocosmética y nutracéuticos y otras acciones que contrarresten los efectos perjudiciales del exposoma
Referencias en la literatura
La literatura científica disponible a día de hoy avala el abordaje integral de los pacientes, ya que en diversos artículos encontramos evidencia sobre el beneficio que nos puede aportar realizar tratamientos combinados, así como complementarlos con dermocosmética y nutracéuticos, además de llevar a cabo otras acciones que contrarresten los efectos perjudiciales del exposoma. Sandeep y Fabi en el estudio Un enfoque holístico del envejecimiento como coadyuvante de los procedimientos antiaging (2017), una revisión sistemática de la literatura, nos dicen que los procedimientos estéticos y los cosmecéuticos trabajan de la mano con una dieta equilibrada, el ejercicio físico, el balance hormonal, la higiene dental, la reducción del estrés, la evitación del tabaco, la polución y el sol, así como también requieren patrones saludables de sueño para alcanzar un mejor efecto y resultado de los tratamientos antienvejecimiento.
Wisniewski, Ellis y Lupo en su artículo Rejuvenecimiento facial: combinando cosmecéuticos con procedimientos cosméticos (2014), nos dicen que agentes adyuvantes como los retinoides tópicos, cosmecéuticos ricos en antioxidantes y agentes antiinflamatorios, así como los que contienen acetil hexa-péptido-3, incrementan el efecto de los peelings químicos, disminuyen el riesgo de HPI y disminuyen las arrugas, respectivamente.
Suzanne Bruce, en sus artículos Efectos complementarios de los tratamientos tópicos antiedad en conjunción con los procedimientos estéticos y Cosmecéuticos para la atenuación del envejecimiento cutáneo extrínseco e intrínseco, indica que un régimen cosmecéutico tópico puede mejorar los efectos de los procedimientos faciales y mantenerlos, y que los retinoides tópicos continúan siendo una herramienta muy útil para combatir el fotoenvejecimiento.
Los autores del Estudio sobre efectos de los complementos nutricionales a base de péptidos de colágeno sobre la elasticidad, cutánea y la hidratación, publicado en 2015 en el Journal of Nutrition and Nutraceuticals, concluyen que la suplementación oral con colágeno hidrolizado, ácido hialurónico y vitaminas y minerales esenciales conduce a una mejoría significativa de la profundidad de las arrugas faciales e incrementa la elasticidad e hidratación de la piel.
Otros estudios han demostrado los beneficios del colágeno hidrolizado, como el realizado en Japón por Sumida y otros autores, que probaron 10 g en 20 mujeres, comparadas con grupo placebo de 19. Tras 60 días, el estudio concluyó con una mejora significativa de la absorción de agua.
Oesser et al. investigaron el tiempo en el que se absorbe y se distribuye por los tejidos el colágeno administrado vía oral en ratones (10 mg/g de peso). El 90 % del colágeno fue absorbido en las primeras 12 horas.
Un estudio doble ciego liderado por Béguin, con 40 sujetos a los que se les administró colágeno marino por 3 meses, demostró un aumento de la dermis de un 78 %, medido por ecografía.
Otro estudio doble ciego de 4 meses de duración estudió a 36 mujeres caucásicas, no fumadoras, entre 45 y 65 años, a quienes se les dio a tomar diariamente una bebida de colágeno hidrolizado, vitamina C y vitamina E. Al otro grupo se le suministró un placebo. Para analizar la piel se utilizó microtopografía, cutómetro y corneómetro. Los resultados fueron estadísticamente significativos (P <0,05) y concluyeron que las arrugas habían disminuido su profundidad, que había mejorado la firmeza y la elasticidad y había aumentado la hidratación. A las mismas conclusiones llegaron Proksh et al. en su estudio doble ciego controlado con placebo y publicado en el Journal of Skin Phramacology and Phisiology, en el cual analizaron mediante biopsias que el procolágeno tipo I había aumentado en un 65 % y la elastina en un 18 %, 8 semanas después de haber iniciado la administración vía oral a 57 pacientes y probado a otros 57 con placebo.
En un estudio liderado por Selkhar se observó que, después de 2 semanas de suplementación con cisteína y glicina, se produjo un incremento significativo en glóbulos rojos, así como un aumento en las concentraciones de glutatión, y disminuyeron los marcadores plasmáticos de daño oxidativo. Otros estudios también han demostrado que los betacarotenos protegen a los queratinocitos de la radiación UV y disminuyen la perioxidación lipídica de la piel.
Por último, un estudio realizado por Marine y otros autores, publicado en el Journal of Skin Pharmacology and Phisiology, concluye que la suplementación con Pycnogenol es beneficiosa para la piel porque aumenta la hidratación y la elasticidad de la misma. Los métodos utilizados para la medición fueron ultrasonidos, cutómetro, corneómetro y biopsias. El estudio se realizó en 20 mujeres sanas postmenopáusicas a quienes se les administró Pycnogenol durante 2 semanas.
Conclusiones
Para concluir, podemos decir que tanto la literatura científica como la experiencia avalan el tratamiento holístico de nuestros pacientes para la mejora de sus inestetismos.
Para este abordaje me apoyo en mi protocolo basado en seis pilares fundamentales: dieta equilibrada, ejercicio físico, dermocosmética, nutracéuticos, descanso adecuado y relajación y técnicas de medicina estética.
Es imprescindible para obtener mejores resultados y más prolongados en el tiempo, así como para la prevención y/o enlentecimiento del envejecimiento, tener controlados tanto los factores intrínsecos (estrés oxidativo, disminución de la inflamación, disminución del daño del ADN, la microbiota intestinal y cutánea) como los extrínsecos (RUV, tabaco, polución, alimentación, alcohol, luz azul, ejercicio, sueño, estrés, etc.).
Bibliografía
- Ruiz Rodríguez, R; Magín Gorgojo, A. Abordaje facial global del paciente estético: protocolo skin age management. Actas Dermosifiliogr. 2019;110(3):197-205.
- S.S. Saluja, S.G. Fabi. A holistic approach to antiaging as an adjunct to antiaging procedures: A review of the literature. Dermatol Surg., 2017;43(4):475-484.
- Z.D. Draelos. Cosmetics, diet, and the future. Dermatol Ther., 25 (2012), pp. 267-272.
- Pontius, A; Smith, P. An antiaging and regenerative medicine approach to optimal skin health. Facial Plast Surg. 2011 Feb;27(1):29-34.
- Wisniewski JD, Ellis DL, Lupo MP. Facial rejuvenation: combining cosmeceuticals with cosmetic procedures. Cutis. 2014 Sep;94(3):122-6.
- Bruce S. Complementary effects of topical antiaging treatments in conjunction with aesthetic procedures. J Drugs Dermatol. 2008;7(2 Suppl):s23-s27.
- Bruce S. Cosmeceuticals for the attenuation of extrinsic and intrinsic dermal aging. J Drugs Dermatol. 2008;7(2 Suppl):s17-s22.
- Asserin J, Lati E, Shioya T, Prawitt J. The effect of oral collagen peptide supplementation on skin moisture and the dermal collagen network: evidence from an ex vivo model and randomized, placebo-controlled clinical trials. J Cosmet Dermatol. 2015;14(4):291-301.
- Zanzottera F, et al. Efficacy of a Nutritional Supplement, Standardized in Fatty Acids and Phytosterols, on Hair Loss and Hair Health in both Women and Men. Journal of Cosmetology & Trichology.
- Ruiz Martínez, Ma ; Morales Hernández Ma . Aproximación al tratamiento del envejecimiento cutáneo. Ars Pharm. 2015;56(4):183-191.
- Alves, R., Castro Esteves, T., Trelles, M.A. Factores intrínsecos y extrínsecos implicados en el envejecimiento cutáneo. Cir. plats. iberolatinoam. 2013;39(1):89-102.
- Becerra et al. Microbiota de la piel identidad de cada individuo. Biociencias. 2017;1(2):53- 59.
