La mayor parte de las intervenciones que requerirán las personas transgénero que decidan iniciar una transformación física serán quirúrgicas u hormonales. Sin embargo, también podrán encontrar múltiples soluciones en nuestras consultas de medicina estética. De hecho, sus solicitudes terapéuticas para mejorar aspectos físicos concretos no van a diferir de las que habitualmente realizamos en nuestra práctica diaria.
Por la Dra. Montserrat Ponga
Ya desde la década de los años 90, el uso de la palabra trans se ha promovido para referirse a personas transexuales, travestidas, transgénero, no binarias y otras formas de expresar vivencias de género que no se ajustan al sistema de calificación binario. Desde esta perspectiva, trans no solo alude a aquellas personas que viven en un género diferente al asignado al nacer, sino también a aquellas personas que eligen el tránsito entre los géneros, o bien aquellas que no se identifican con ninguno, como las personas no binarias, de género fluido o agénero.
Aunque hoy en día se ha popularizado la simplificación de esta pluralidad individual en el término trans como paraguas colectivo, muchas de estas personas pueden construir su identidad de género más allá de intervenciones quirúrgicas, hormonizaciones y de otras prácticas de modificación facial o corporal.
Soluciones médico-estéticas
Refiriéndonos específicamente a una persona transgénero; es decir, aquella que no se identifica con el género asignado al nacer en base a su sexo biológico, es preciso realizar un abordaje multidisciplinar, ya que es necesario cubrir múltiples facetas tanto a nivel quirúrgico y médico como psicoemocional. Afortunadamente, hoy en día, la apertura cultural y psicosocial permite que muchas personas puedan expresar sus sentimientos y necesidades desde muy temprana edad, lo que facilita la intervención hormonal precoz para conseguir cambios físicos más armónicos con menor trauma individual.
En el caso concreto de las personas transgénero, la mayor parte de los tratamientos que se requieren para conseguir una adecuada transformación física depende, como venimos señalando, de intervenciones hormonales y quirúrgicas, por lo que no nos vamos a referir a ellas de forma exhaustiva, ya que no es el campo de actuación de la medicina estética. Sin embargo, todo el colectivo trans que no solicita tratamientos quirúrgicos ni hormonales completos, van a encontrar asimismo múltiples soluciones en nuestras consultas de medicina estética, ya que sus solicitudes terapéuticas para mejorar aspectos físicos concretos no van a diferir de las que habitualmente realizamos en nuestra práctica diaria.
Cualquier persona varón, cuando acude a nuestras consultas, busca mantener y mejorar su aspecto masculino, exactamente igual que en el caso opuesto, es decir, la feminización en el caso de las mujeres. Nuestra exhaustiva y cada vez más especializada formación médica nos permite abarcar prácticamente todas las solicitudes de mejora facial y corporal con carácter absolutamente individual elaborando tratamientos ad hoc con seguridad y eficacia, respondiendo a las necesidades concretas de cada paciente, independientemente del adjetivo con que sea tildado: masculino, femenino o neutro (no binario).
Nuestras intervenciones terapéuticas, por tanto, englobarán tratamientos como:
① Tratamiento de la piel.
Imprescindible, lógicamente, para la belleza, la salud de la piel suele ser nuestro principal objetivo, ofreciendo opciones terapéuticas específicas según la patología ante la que nos enfrentemos. Así, acné, rosácea, xerosis, eccemas, poros abiertos, signos de fotoenvejecimiento, manchas, cuperosis, vello facial y corporal o simplemente alteraciones en la luminosidad de la piel pueden ser corregidos mediante la utilización de tratamientos dermocosméticos específicos: láseres y peelings, principalmente, e incluso terapéutica vía oral,
según los casos.
② Modificación o acentuación de contornos faciales
Modificación o acentuación de contornos faciales tradicionalmente atribuidos al rostro masculino (contornos y bordes más cuadrados) o al femenino (más agudos y afilados). En estos casos, nuestros tratamientos en medicina estética van dirigidos a potenciar los volúmenes y ángulos que sean necesarios para dotar al paciente de los signos conceptualmente atribuidos a un sexo o al otro.
En el caso de la masculinización facial, se centrarán en la marcación del ángulo mandibular, así como de las prominencias malares y frontales, y en el ensanchamiento del mentón y del dorso nasal, entre otros. En el caso de la feminización facial, son el afinamiento del ángulo mandibular, de la nariz y el mentón, así como el perfilado y engrosamiento de los labios las demandas más habituales.
Para todo ello, utilizaremos sustancias de relleno y estimuladores de colágeno como ácido hialurónico, hidroxiapatita cálcica, ácido poliláctico, policrapolactona y polinucleótidos, entre otros. Asimismo, es frecuente el uso de toxina botulínica para corregir líneas de expresión, hiperhidrosis y bruxismo, sin olvidarnos de otras armas terapéuticas cono los hilos tensores o el mismo endolifting, que nos permitirá eliminar depósitos grasos indeseados (papada, jowl…) al mismo tiempo que combatimos la
flaccidez sin actuaciones invasivas.
Existen tratamientos de medicina estética que pueden potenciar los volúmenes y ángulos que sean necesarios para dotar al paciente de los signos conceptualmente atribuidos a un sexo o al otro
③ Tratamientos capilares.
Cada vez son más demandados por todos los pacientes en nuestras consultas, tanto a nivel preventivo, para mantener la calidad o la cantidad de cabello, como a nivel más intervencionista, siendo el transplante capilar el encargado de redensificar o reconstruir zonas en las que se hayan perdido los folículos útiles.
En el primer caso, para mejorar la calidad del cabello o evitar su pérdida, utilizaremos PRP, mesoterapia con vitaminas, ácido hialurónico y otros medicamentos específicos, como carboxiterapia, LED o tratamientos vía oral.
Por último, simplemente destacar y ensalzar nuestro importante papel como médicos estéticos a la hora de acompañar a nuestros pacientes en su proceso de conseguir una buena salud psicoemocional a través del cuidado de su aspecto, independientemente de cuál sea el género al que deseen pertenecer.
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