Consideraciones para un adecuado diseño genital femenino

diseño genital femenino

Entender la anatomía genital femenina y conocer las amplísimas variedades morfolóficas que puede presentar y sus diferentes categorizaciones nos permitirá elegir la cirugía y la técnica correcta a la hora de crear un diseño genital ideal para cada paciente. Nuestra función, en este caso, va mucho más allá de realizar una simple labioplastia, sino que debemos perseguir una completa armonización estética, anatómica y funcional.

Por la Dra. Maryory Gómez Cardenas

Entre 1978 y 1989 se discutió por primera vez la cirugía genital femenina por alteraciones de estética y razones sexuales. Sin embrago, no fue hasta 1996 cuando el Dr. David Matlock, considerado como pionero de esta rama de la ginecología a nivel mundial, comienza a realizar liposucción en su práctica ginecológica, entre otras técnicas a nivel de mama, y antes de recibir cursos de láser. Lo que hizo fue traspolar lo aprendido al área ginecológica, pero, sobre todo, con el interés de restaurar la forma, función y apariencia del área genital.

La “vulva ideal”

La cirugía íntima femenina ha ido aumentando en estos últimos años en todo el mundo con el fin de mejorar tanto la funcionalidad como la estética del área; por ejemplo, en Latinoamérica se ha documentado un incremento mayor en Brasil, México y Estados Unidos.

Este tipo de cirugía involucra una serie de procedimientos de acuerdo a la necesidad de cada paciente, lo que ha llevado a introducir el término de “diseño genital femenino”. No obstante, esta idea se ha tratado de desprestigiar, ya que la han relacionado con un concepto banal o que pretende crear un canon de belleza.

Para obtener un diseño genital femenino es fundamental tomar en cuenta diferentes aspectos de la vulva, y debemos ser conocedores de cada detalle. Se debe entender que no estamos en la búsqueda de la vulva perfecta ni de un canon de belleza, sino de la vulva ideal para cada mujer. Cuando se habla de la “vulva ideal”, la percepción principal es de aquella que tenga un monte de Venus plano, con unos labios mayores gruesos sobreelevados, no flácidos, una hendidura media donde no sean visibles sus estructuras y los labios mayores los cubran (foto 1).

Sin embargo, no siempre se logra este resultado, porque va a depender de la morfología base de cada mujer. De esta forma, si se conoce la anatomía y la morfología genital femenina, podremos elegir la cirugía y la técnica correcta para cada caso.

Además, el “diseño genital femenino” implica la corrección de los genitales femeninos en busca de su armonización anatómica y funcional dadas posibles conformaciones anatómicas preexistentes o cambios morfológicos del área de forma adquirida por factores como los partos, cambios de peso o la edad, entre otros.

Es importante que los cirujanos aseguren a las pacientes que desean modificar quirúrgicamente sus genitales que estos están dentro de los límites normales

Siempre se debe tener presente la anatomía, irrigación e inervación del área, así como también la anatomía topográfica, ya que esta permite observar las diferentes variaciones morfológicas –no describiéndolas como patológicas, ya que sabemos que existe una gran variedad de vulvas–. El tomar esto en cuenta ha llevado, sin duda alguna, a poder realizar clasificaciones y así aplicar los diferentes procedimientos.

Variedad morfológica

Lloyd et al. realizaron un estudio observacional donde tomaron en cuenta una variedad de parámetros: longitud labial, medida del clítoris, color y rugosidad de la piel labial. Ellos notaron una amplia gama de valores para cada medición y no encontraron asociación estadísticamente significativa con la edad, paridad, etnia, uso de hormonas y actividad sexual. Esto es importante para que los cirujanos aseguren a las pacientes que desean que sus genitales se modifiquen quirúrgicamente que sus genitales están dentro de los límites normales.

En las imágenes que podemos ver a continuación se muestran algunas de las variantes que se pueden presentar en la morfología de los labios menores y su clasificación según diferentes autores. En la figura 1 tenemos la Clasificación de Banwell, que describe el nivel donde podemos conseguir la máxima prominencia del punto más lateral del labio menor, ya sea en la parte superior, media o inferior.

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Figura 1. Clasificación de Banwell. (Imágenes tomadas de Female cosmetic genital surgery, de Christine Hamori, Paul Banwell y Red Alidson).

En la figura 2, Takeoff describe el nivel de inserción del borde posterior de los labios con respecto al periné, si llega al mismo o si su inserción es media o alta y, asimismo, podemos seguir observando variaciones morfológicas importantes en labios mayores, capuchón de clítoris, periné, entre otras estructuras.

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Figura 2.Descripción de Takeoff.(Imágenes tomadas de Female Cosmetic Genital Surgery, de Christine Hamori, Paul Banwell y Red Alidson).

Una vez que se tiene clara la diversidad de morfología que podemos encontrar en la vulva también debemos apreciar durante la evaluación de la paciente sus dimensiones. Debemos visualizar en un plano tridimensional, ya que así podemos evidenciar los cambios en profundidad, longitud y anchura; de ahí que la evaluación se deba realizar de pie y en posición de litotomía dorsal. Esto es importante tenerlo en cuenta, porque en ocasiones las mujeres ya vienen con una percepción (real o no) de su área genital, y esto permite generar unas expectativas reales a cada paciente.

Teniendo esto en cuenta, analizaremos [visualizando las imágenes 2 y 3] de afuera hacia adentro:

  1. Los labios mayores pueden tener volumen (foto 2) o no, y ser lipodistróficos (foto 3). Además, pueden variar en su longitud.
  2. El surco interlabial puede estar bien definido y profundo (foto 2) o es posible ver la base de los labios menores casi unidos con el comienzo del borde de los labios mayores (foto 3).
  3. El capuchón del clitoris también va a presentar una variación: puede estar cerrado en su base (foto 2) o puede tener una apertura mayor (foto 3).
  4. Finalmente, vemos que, en la hendidura media que comprende el complejo capuchón del clítoris, labios menores y periné, estos pueden estar hacia dentro (foto 2) y también pueden sobresalir del plano (foto 3), y esto puede ocurrir aún cuando exista grasa en labios mayores.

Otra estructura de la vulva que debemos apreciar es el monte de Venus, ya que en esta zona las mujeres refieren disconfort tanto por aumento de grasa en el área como por la aparición de ptosis.

En fin, podríamos seguir describiendo en detalle todo lo que debemos evaluar, pero el objetivo de este artículo es darse cuenta de que la cirugía genital femenina no es solo realizar labioplastia de labios menores, sino que se toma en cuenta la búsqueda de la armonización, que no es más que el equilibrio de las proporciones entre las distintas partes de un todo.

Análisis de procedimientos

En otro orden de ideas, la cirugía genital femenina no solo busca mejorar el aspecto sino la parte funcional, ya que pueden aparecer cambios, como se mencionaba al comienzo del artículo, por partos, traumatismos directos a la vulva o simplemente asimetrías (como se puede observar en las fotos 4, 5, 6).

En vista de todas estas modificaciones se plantean los diferentes procedimientos que se pueden realizar:

  1. Labioplastia de labios menores
  2. Plastia del capuchón
  3. Lipomodelación del monte de Venus
  4. Lifting de labios mayores asistido con láser
  5. Aplicación de hilos tensores
  6. Lipotransferencia grasa
  7. Aplicación de ácido hialurónico como relleno
  8. Vaginoplastia y perineoplastia
  9. Himenoplastia

La cirugía genital femenina tiene como fin la búsqueda de la armonización, que no es más que el equilibrio de las proporciones entre las distintas partes de un todo

A continuación, se presentan algunos casos realizados:

Caso 1

Dx: duplicación labial + labios menores tipo 2-3 según clasificación de Motakef.

Procedimiento: plastia de capuchón + labioplastia de labios menores.

Caso 2

Dx: flacidez de labios mayores grado 2 según clasificación Gómez/Pelosi. En este caso en particular no había mayor protrusión de labios, pero a la paciente no le gustaban sus bordes oscuros y había una leve duplicación labial bilateral.

Procedimiento: lifting de labios mayores + plastia de capuchón + labioplastia de labios menores.

Caso 3

Dx: fibrosis e inesteticismo de la cicatriz postepisiotomía.

Procedimiento: corrección de cicatriz y fibrosis en periné.

Conclusiones

Finalmente, ¿qué podemos concluir para obtener un “diseño genital femenino”?

  • Debemos ser conocedores de cada detalle. No estamos en la búsqueda de la vulva perfecta ni de un canon de belleza, sino de la vulva ideal para cada mujer.
  • Entender la anatomía genital femenina nos permitirá elegir la cirugía y la técnica correcta.
  • Solo puedes realizar un diseño genital femenino si eres conocedor de las distintas técnicas que puedan ayudar a ofrecer la correción o la mejoría del área genital.
  • Debes saber que la paciente, en la mayoría de los casos, no es conocedora de sus genitales. No obstante, lo primero que debes hacer es escucharla, saber cuáles son sus expectativas y qué es lo que le gustaría corregir en base a sus incomodidades funcionales, estéticas o psicológicas.
  • Recordar que tus expectativas no siempre son iguales a las de la paciente. Por ello es recomendable que ambos, en la evaluación, visualicen la vulva y se hable de los cambios o resultados que podría obtener la paciente.
  • La paciente siempre se debe examinar de pie y en decúbito dorsal; hay detalles que se pueden apreciar en una u otra posición.
  • No somos solo realizadores de labioplastia. Al hablar de armonización nos referimos a buscar el equilibrio de las proporciones entre las distintas partes de un todo.

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