Adiós a las mascarillas: la boca y la mandíbula recuperan su protagonismo

Los ojos han sido los protagonistas de la belleza durante los meses que nos hemos visto obligados a llevar la mascarilla. Los consejos sobre cuidados faciales y tratamientos se han visto enfocados en el tercio medio superior de la cara. Muchos profesionales de la cirugía estética han admitido haber visto incrementadas sus consultas y operaciones en torno a la mirada, a las ojeras, las bolsas en los ojos y a esas arrugas del contorno.

Liberados de la mascarilla en lugares públicos al aire libre, es el turno del tercio inferior, no menos importante tanto en hombre como en mujer, aunque estas sigan ganando por goleada como usuarias de la estética, tanto del bisturí como de los servicios que ofrecen las clínicas.

Para ellas, de las más jóvenes a las más maduras, el cirujano plástico Moisés Martín Anaya aconseja empezar la puesta a punto por la boca, todo un icono de la sensualidad femenina. Huyendo de estridencias y de tallas XXL, el doctor recomienda un volumen moderado en aras de la naturalidad.

Carnosidad y herramientas para borrar las arrugas

Esta naturalidad, además de una sorprendente hidratación, se consigue con uno de los pilares de la belleza facial: el ácido hialurónico. Según explica el doctor, las microinyecciones de este producto en distintos puntos de la boca permiten conseguir una carnosidad adecuada a cada persona y su armonía facial.

Para la mujer madura, Martín Anaya propone mejorar el contorno de la boca, es decir, tratar las arrugas del labio superior, que delatan la edad y marcan mucho la sonrisa, con tres herramientas.

El laser es la primera y muy eficaz, teniendo en cuenta que es poco agresivo y produce un efecto lifting, induciendo del produciendo del colágeno. El segundo es la dermoabrasión, que consiste en levantar las capas superficiales de la piel con el objetivo de regenerarla. En tercer lugar, el peeling de tricloroacético, que se basa en la descamación de epidermis.

Si los labios han perdido color, ese rojo sinónimo de juventud y atracción sexual, lo indicado es el plasma rico en plaquetas, un concentrado que procede de la sangre enriquecida del paciente y que induce a los tejidos para producir el elixir de la juventud, el colágeno.

Ellas, el cuello, ellos el mentón

Para una modificación de la forma del labio deberemos pasar de la clínica al quirófano, aunque sea esta una técnica menor. El lifting labial consiste en realizar una incisión escondida en toda la base de la nariz, acortando así entre centímetro y centímetro y medio la distancia entre la misma y el labio, sin que apenas se vea la sutura.

Una técnica mayor sería el lifting cérvico facial, una de las operaciones mayores de la cirugía del rostro, que recoloca los tejidos y consigue el mejor efecto tensor, muy por encima de inyecciones y soluciones temporales. Gracias, por último, a esta operación se consigue detener la flacidez del rostro, que desdibuja los rasgos. Es importante considerar tratar en la misma intervención el cuello, para que se puede ofrecer un aspecto estético uniforme. No es inusual ver algunos rostros que no concuerdan por el estado envejecido de su cuello. Este es uno de los puntos débiles de la belleza femenina.

El lifting facial está también indicado para el hombre. Ellos, en cambio, se hacen menos tratamientos en la boca, ya que, según explica el cirujano plástico, no esta una de las zonas tradicionales en las que se basa su atractivo. Sí lo es, en cambio, la mandíbula. 

Para ellos, el doctor, recomienda la remodelación del mentón sin cirugía, un procedimiento que y contribuye a definir bien la mandíbula. 

Consiste en retirar primero, mediante una minilipo, la grasa que a los hombres se les suele depositar bajo la mandíbula, creando la poco estética papada.  Una parte de ese volumen extraído se inyecta en el mentón, que consigue una buena proyección en casos de micrognatia o mentón retraído.