El Instituto de Cirugía Plástica Tintoré y Brasó evidencia los beneficios de los auto injertos de grasa para recuperar el aspecto de la piel tras la radioterapia. La radioterapia puede ocasionar efectos secundarios en el área de tratamiento. Si bien esta destruye las células cancerosas, también suele dañar las sanas. Entre sus efectos negativos, destacan los asociados a la piel, que acostumbra a quedar seca, roja, y pelada, ocasionando molestias a los pacientes, e incluso quemaduras y otras reacciones cutáneas más importantes, pero que también se pueden resolver. “Si bien esta técnica anti envejecimiento la utilizamos principalmente para rellenar arrugas y recuperar volúmenes perdidos – en pómulos, glúteos,
pechos, pantorrillas, etc.-, últimamente hemos observado grandes resultados en pacientes que tras haberse sometido a la radioterapia, han recuperado sorprendentemente el aspecto de su piel”, asegura la doctora Cristina Brasó, que alerta sobre la importancia de realizar la obtención y manipulación de la grasa en condiciones óptimas.
La técnica consiste en extraer grasa del propio paciente mediante la aspiración con cánula de la zona donante – abdomen, cara interna de los muslos y rodillas…- para su posterior centrifugado. Una vez separada la grasa pura del resto (fluidos anestésicos y sangre principalmente), esta se infiltra de forma intramuscular y subcutánea en la zona a tratar, normalmente cara, cuello, escote, y especialmente el pecho, después de una mastectomía.
“El hecho de que la inyección se realice con la propia grasa del paciente y no con una sustancia externa, es muy beneficioso, ya que las células madre que contiene ayudan a reparar los tejidos y reproducir nuevos vasos sanguíneos”, aclara la doctora.
El paciente logra combatir los efectos secundarios de la radioterapia y mejorar la calidad de su piel, con resultados visibles al momento, y en una sola sesión.
Claves para una mejor recuperación tras la radioterapia
Para una recuperación más rápida y eficaz de la piel, la doctora Brasó aconseja cuidarse por dentro y por fuera. Entre sus claves, destaca beber dos litros de agua diarios, “para conseguir una buena hidratación”, consumir al menos 5 raciones de frutas y verduras, “por su aporte vitamínico y mineral”, ingerir suficientes proteínas, “necesarias para la creación de colágeno” y realizar ejercicio moderado “para la circulación de la sangre”.
El plan básico para el cuidado externo de la piel, tras el auto injerto, incluye una buena limpieza diaria, con tonificación e hidratación, y un tratamiento exfoliante semanal.
Doctora Cristina Brasó
La doctora Cristina Brasó es cirujano plástico y miembro del equipo del Instituto de Cirugía Plástica Tintoré & Brasó del Hospital General de
Catalunya, perteneciente a idcsalud, compañía líder en provisión de servicios sanitarios en España.
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