Cada vez mujeres más jóvenes sufren “Cuello Phone”, es decir, pérdida prematura de la elasticidad y firmeza de la piel del cuello con la consecuente aparición de doble mentón, papada y arrugas. Esta problemática parece estar asociada a la frecuencia, cada vez mayor, de doblar el cuello hacia delante para mirar la pantalla del Smartphone, portátil, tablet…
Hoy en día es habitual tener varios dispositivos electrónicos y estar constantemente conectados consultando sus pantallas. Algún estudio ha cifrado en una media de hasta150 veces las veces que los españoles consultamos las pantallas de estos aparatos. Esto ocasiona lo que se ha llamado tecnoestrés, y es que según una encuesta de Intel, el 40% de los usuarios permanece las 24 horas del día conectados a sus dispositivos y 8 de cada 10 duermen con el teléfono móvil al lado.
El movimiento constante de bajar el cuello hacia delante para mirar la pantalla provoca distensión en los tejidos, descolgamiento y una menor resistencia a la gravedad. Esto ha hecho que personas muy jóvenes comiencen a manifestar síntomas como flacidez en cuello y barbilla, así como arrugas prematuras, patologías más comunes en pacientes de avanzada edad.
Hay que tener en cuenta que el cuello es una zona muy delicada que carece de soporte óseo que la sostenga y cuya piel es mucho más fina debido a que tiene menos glándulas sebáceas, poco tejido adiposo y menor densidad de las fibras conjuntivas.
El Dr. Lajo Plaza asegura que el principal problema de las arrugas del Collar de Venus (es el nombre que se le da a las arrugas horizontales concéntricas que rodean el cuello) es que los rellenos no sirven: “La piel de esa zona es demasiado fina, el lecho de la arruga está adherido a planos profundos y si rellenamos corremos el riesgo de desplazar el relleno provocando el efecto contrario. La única solución es nutrir esas arrugas en profundidad con ácido hialurónico y vitaminas. Así conseguimos que aumente el sostén de la piel”, aclara.
Protocolo “Cuello Phone”:
– Peeling: Lo primero es renovar las capas más superficiales de la piel. Son necesarias dos o tres sesiones. “En función del estado de la piel utilizamos activos más o menos agresivos: retinol, ácido láctico, ácido kójico, ácido fítico… Esta piel es sumamente delicada y hay que escoger el tipo de peeling más adecuado con total precisión”.
– Mesoterapia de ácido hialurónico no reticulado: Este compuesto consigue rehidratar todos esos surcos que forman las arrugas del cuello. El ácido hialurónico no reticulado aplicado en zonas donde la piel es más fina, como es el caso del cuello, posee un efecto repulpante e hidratante, atenúa las arruguitas y redensifica la piel.
En ocasiones el ácido hialurónico puede mezclarse con un complejo de vitaminas, aminoácidos y agentes redensificantes como el silicio orgánico que potencia la acción del ácido hialurónico.
“También solemos añadir en este protocolo agentes antioxidantes como el resveratrol, un agente muy útil para combatir los radicales libres procedentes de esa sobreexposición a los aparatos electrónicos que suelen presentar este tipo de pacientes”, recalca el Dr. José Vicente Lajo Plaza.
Se recomiendan unas tres sesiones separadas entre 10-15 días entre ellas.
Después se recomienda un tratamiento de recuerdo cada 4 ó 5 meses.
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