Curvy cheecks, la técnica del Dr. Abraham Benzaquén

curvy cheecks

No es la primera vez que publicamos en nuestra revista una de las técnicas personales del Dr. Abraham Benzaquén. Anteriormente nos explicó el desarrollo de su Lifting o Técnica BQ, una innovadora forma de usar los hilos bidireccionales. En este caso nos presenta su técnica para unos pómulos curvy.

Por el Dr. Abraham Benzaquén

La técnica Curvy Cheecks busca recrear, con la mayor naturalidad posible, los pómulos ideales en una mujer joven. Ese es su objetivo. Todos sabemos que la zona de los pómulos y las mejillas es unas de las áreas más demandadas por las pacientes de género femenino en las clínicas de medicina estética. Es una zona que, al darle soporte, confiere mucho mayor protagonismo al tercio medio de la cara, triangulándola, y levantando indirectamente (a través de un “efecto tienda de campaña”) los tejidos del tercio inferior, que tienden a la caída con el paso del tiempo. Todo esto es de sobra conocido.

Pronunciado, no marcado

No obstante, uno de los problemas que suele dar, en ocasiones, la técnica de voluminización de pómulos, con cualquier material de relleno, es que implique pérdida de naturalidad, o también que cree o aumente aún más la depresión que se forma en la zona temporal por la pérdida de la grasa del compartimento temporal lateral. Esto se debe a un marcado indeseado del borde superior al inocular el material de relleno en la zona.

Otro de los problemas comunes que pueden resultar de la voluminización de esta zona es que se marque un borde inferior rectilíneo o con una curvatura artificial. Buscaríamos un borde inferior rectilíneo cuando nuestro objetivo fuese darle un aspecto más masculino a la zona, lo cual no es el caso.

Con esta técnica proporcionamos soporte y proyección de los pómulos sin marcado en su borde superior, y creamos una curvatura natural en el inferior que recuerda a la que creaba la grasa de esa zona en una mujer joven

Con la técnica Curvy Cheecks conseguimos solventar estos problemas. Por un lado, proporciona un soporte y una proyección de los pómulos sin marcado en su borde superior. Por el otro, crea un marcado del borde inferior con una curvatura que recuerda perfectamente a la que creaba la grasa perdida de esa zona en una mujer o chica joven.

Desarrollo de la técnica Curvy Cheecks

El producto que utilizaremos es un ácido hialurónico que posea un buen equilibrio entre elasticidad y moldeabilidad, esto es, que compatibilice un G’ alto con una viscosidad o G’’ también alta. Trabajaremos con cánulas de 55 hasta 70 mm de longitud y que posean alta flexibilidad.

Entraremos normalmente por un solo punto de entrada en cada lado. Este punto se situará en la zona más lateral posible del arco cigomático, cerca de la zona de inserción capilar, o incluso dentro de ella, y a la mitad de
la altura del arco.

Con la cánula realizaremos una técnica en abanico peculiar, cuya primera línea se origina desde este punto de inserción a la zona medial del pómulo, allá donde queramos realizar la mayor proyección. En los casos de pacientes mayores de 50 años, será preferible dirigir la cánula 1 o 2 centímetros más abajo y más lateralmente al punto mencionado.

curvy cheecks

Los siguientes trazados de ese abanico serán inferiores al primero y serán progresivamente más cortos (cada uno de los siguientes trazados será entre una décima y una quinta parte más pequeño), así como más oblicuos, hasta llegar casi a la verticalidad en el último trazado.

La cantidad de producto suele ser muy parecida en los primeros trazos, de forma que se producirá mayor proyección en los inferiores, por acumulación de la misma cantidad de producto en menos recorrido –ya que, como habíamos dicho anteriormente, los trazos inferiores serán más cortos–. El volumen por trazo puede variar de 0,05 a 0,3 ml, según el caso y la expectativa. En los 3-4 últimos trazos reduciremos sensiblemente el volumen por cada uno, pudiendo llegar a ser menor de 0,005 ml.

Un punto importante a tener en cuenta, y que justifica la relevancia del uso de cánulas que tengan una cierta flexibilidad, es que en los trazados intermedios deberemos realizar un sutil giro de muñeca, buscando crear una especie de palanca mientras hacemos el retrotrazado inoculando el producto. Con esta maniobra también contribuimos a la curvatura del límite inferior del pómulo. Esta parte es la que requiere, quizás, una mayor curva de aprendizaje.

La cánula se colocará a nivel subcutáneo profundo, que es la zona que mejor va a permitir a la punta de la cánula deslizarse con el juego de muñeca. Una vez implantado el producto puede moldearse manualmente con un ligero masaje, aunque normalmente no es necesario.

Para concluir

En los casos en los que se requiera dar mayor soporte a la zona medial del pómulo podríamos complementar la técnica con depósitos puntuales en esta área.

Esta técnica tiene como indicación el soporte de pómulos característico e ideal (según el punto de vista caucásico- occidental) de una mujer de entre 25 y 50 años. Es decir, con un borde inferior marcado, pero de curvatura “fisiológica”, sin tendencia a crear huella estética, y un borde superior que se funda con la zona temporal, sin crear efecto de hundimiento en esta.

Como toda técnica médico-estética, no es aplicable a todos los pacientes, por lo que tendremos que seleccionar cuáles son los candidatos idóneos. Obviaremos a aquellos que no quieran feminizar el rostro y, por supuesto, aquellos que busquen unos pómulos masculinizados.

Con ella buscamos conseguir un borde inferior mucho más parecido a la forma natural de unos pómulos femeninos y juveniles, sin llegar a romper la naturalidad. Este procedimiento no presenta, per se, ninguna contraindicación ni efecto adverso diferente a la que tenga cualquier técnica estándar de implantación de ácido hialurónico en el rostro.

Por último, la técnica Curvy Cheecks tiene una curva de aprendizaje, fundamentalmente a la hora de crear “palanca” y hacer el juego de muñeca para remarcar la curvatura del borde inferior del pómulo.