Día Internacional contra la MGF: “De haber nacido en Gambia, seguramente no estaría contando hoy mi historia”

El 6 de febrero se celebra el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina (MGF) para denunciar esta práctica que se practica a muchas mujeres principalmente del continente africano, Asia y Oriente Medio. La Fundación Dr. Ivan Mañero lleva más de 10 años luchando contra la ablación en Guinea Bissau, un país en el que esta práctica afecta al 50 % de las niñas y mujeres entre 4 y 49 años. Gracias a su labor, ya son más de 250 mujeres se han interesado por el programa gratuito de reconstrucción genital.

‘Aicha’ (nombre ficticio para proteger la identidad de la paciente) pasea tranquila por su barrio. Hoy se siente una mujer distinta a la que hace ya seis años se sentó en el despacho de la Fundación Dr. Iván Mañero solicitando una reconstrucción del clítoris. De pequeña había sufrido la Mutilación Genital Femenina (MGF) y décadas después seguía sufriendo sus consecuencias. “Tengo la suerte de haber nacido en España, porque de haber nacido en Gambia, el país de origen de mis padres, seguramente no estaría contando hoy mi historia”, comienza.

Seis años después de su cirugía, Aicha reconoce que ha recuperado mucho más que una parte física. Su salud, su autoestima, su vida en general se han beneficiado de aquella intervención.

Sinceramente, siento que he ganado en calidad de vida. Reglas más regulares y menos dolorosas. En el tema del embarazo no lo sé todavía, pero supongo que bien, porque había riesgos de tener complicaciones a la hora de dar a luz. Entiendo que, en un futuro, cuando sea madre, esta parte la tendré resuelta y con menos complicaciones. Mi vida sexual es satisfactoria. Sí que es verdad que no puedo comparar la vida sexual de una persona que no ha sido mutilada con la mía, porque yo esa sensación no la tengo. No he tenido relaciones antes de ser mutilada y, por lo tanto, no puedo saber lo que es. Pero no me quejo, estoy bien y, sobre todo, muy agradecida”, explica Aicha.

Como ella, más de 250 mujeres se han interesado por el programa gratuito de reconstrucción genital para mujeres que han sufrido la MGF de la Fundación Dr. Ivan Mañero. Como nos explicaba en una entrevista el propio Dr. Mañero, cirujano plástico especialista en cirugía genital y presidente de la fundación, el pasado año, la presión de un entorno poco comprensivo, el tabú que rige alrededor de este tema o el miedo a que se sepa más allá del entorno íntimo, han hecho que solo el 10 % de estas mujeres decidan dar el paso definitivo hacia la reconstrucción.

No obstante, los cambios que experimentan las pacientes que se someten a estas intervenciones, como bien transmitía la propia Aicha, trascienden lo físico. “He comprobado que, con la reconstrucción genital, las mujeres que han pasado por la MGF no solo mejoran su salud física, eliminando o reduciendo drásticamente el dolor, con una menor incidencia de infecciones o recuperando una vida sexual sana; sino principalmente su salud emocional«, explica Mañero.

La fundación, contra la MFG

La MGF es un acto de gran violencia que se ejerce contra las niñas y las mujeres en el mundo, atentando contra su libertad sexual, su integridad física y provocando un daño físico y psicológico grave. Según la OMS, entre 100 y 140 millones de mujeres y niñas han sufrido la MGF.

La práctica de la MGF tiene terribles consecuencias para la salud de las niñas y mujeres que la sufren. En el momento que se practica (con cristales, cuchillos o con hojas de afeitar, entre otros instrumentos) y sin ningún tipo de medidas higiénicas, las complicaciones inmediatas más habituales son la muerte por shock neurogénico (producido por el dolor), hemorragia, tétanos, sepsis…

En los días siguientes, además del dolor intenso, aparece retención de orina, llagas abiertas en la región genital, lesiones graves de los tejidos genitales. Cuando estas niñas se hacen mujeres, el dolor sigue persistiendo a lo largo de su vida, no solo al tener relaciones sexuales, sino en el día a día. Pero, además, pueden aparecer infecciones de orina y vesicales recurrentes, quistes, esterilidad y graves complicaciones durante el parto. A todo ello hay que sumar la falta de placer sexual y las dificultades emocionales que conlleva esta práctica en todas y cada una de las mujeres afectadas por la ablación.

La Fundación Dr. Ivan Mañero lleva desde sus inicios, en 2007, luchando contra esta práctica en Guinea Bissau, un país de África Occidental donde la MGF afecta a un 50 % de las niñas y mujeres de entre 4 y 49 años. Allí trabaja desde diferentes vertientes, haciendo especial hincapié en la educación tanto de las niñas como de los niños.

En 2012, ante la situación que vivían muchas mujeres en nuestro país, decidió crear un proyecto en España en el que la prevención, la formación de profesionales sanitarios, la sensibilización y la reconstrucción genital de mujeres que habían sufrido la MGF fuesen los principales objetivos.

Nuevas metas en la lucha

Uno de los pilares de este proyecto consiste en la reconstrucción gratuita de las mujeres que han sufrido la MGF. Son mujeres que sufrieron la ablación del clítoris y de los labios menores y a quienes esta agresión les ha dejado graves secuelas tanto físicas como psicológicas.

Sin embargo, muchas no conocen que existe esta posibilidad, por no tener la información a su alcance o profesionales sanitarios o de bienestar social que puedan redirigirlas. Por ello, la Fundación Dr. Iván Mañero ha organizado nuevas acciones para conseguir llegar más lejos. Un proyecto que recibe el apoyo de la Obra Social de CaixaBank y de Clínica de Cirugía Plástica IM CLINIC.

Estas nuevas actuaciones incluyen:

  • La elaboración de material gráfico sobre la MGF y la reconstrucción, dirigido a mujeres que la hayan sufrido. Un material destinado a las asociaciones de mujeres africanas, así como para ser repartido por personal sanitario o de bienestar social.
  • Creación de un entorno digital seguro dirigido tanto a víctimas de la MGF como a profesionales sanitarios. Las mujeres podrían encontrar la información necesaria en un entorno seguro, íntimo y anónimo; mientras que el personal sanitario encontraría material profesional con el que trabajar y formarse cuando lo necesitara.
  • Formación y sensibilización del personal sanitario con la organización de unas jornadas formativas destinadas a personal sanitario y de bienestar social con el objetivo de poder dar herramientas a estos profesionales para informar sobre la reconstrucción genital.
  • Red de asociaciones para llegar más lejos, porque la experiencia de la FDRIM ha demostrado que el trabajo cooperativo en red es el que mejor resultados consigue. Por ello se pretende promover un trabajo en red para poder ofrecer una atención global con enfoque de género a todas las mujeres que quieran recibir información sobre la mutilación genital femenina y su reconstrucción.