El envejecimiento de la población impulsa las cirugías para rejuvenecer la mirada

El centro Laboral Ciudad de la Cultura de Gijón acogió este año el Congreso de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), que, por primera vez, estuvo dedicado monográficamente a un tipo de intervenciones, las cirugías órbito-palpebrales; es decir, las realizadas en los párpados y otras zonas adyacentes a los ojos para rejuvenecer la mirada o corregir secuelas patológicas.

En el ámbito de la Cirugía Plástica Estética, esta dedicación monográfica del encuentro, que reunió a más de 100 especialistas españoles y extranjeros durante los días 1 y 2 de junio, responde al gran incremento experimentado por las blefaroplastias (denominación específica de las cirugías de los párpados) en la última década, aproximadamente del 15% según estimaciones de la SECPRE.

Tal incremento hace que, a día de hoy, las blefaroplastias se sitúen en tercera posición entre las intervenciones quirúrgico-estéticas más demandadas en España, superadas sólo por las dos que históricamente encabezan el ranking: las de aumento mamario y las de la zona del abdomen, incluyendo entre estas últimas las liposucciones y las abdominoplastias[i].


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El creciente recurso a las cirugías de los párpados está relacionado con dos fenómenos sociales y dos motivos clínicos. Los primeros son, por un lado, el envejecimiento de la población, hasta el punto de que dichas intervenciones son las más demandadas -por encima de aumentos mamarios y cirugías del abdomen- entre los pacientes mayores de 55-60 años; por otro, el interés también creciente de este segmento poblacional por la estética y la propia imagen.

“A partir de esas edades -explica el Dr. Jesús Barón, presidente del Congreso-, en la mayoría de las personas, van apareciendo bolsas de grasa en los párpados inferiores y superiores y un exceso de piel en estos últimos. Son trastornos progresivos que, aparte de sus repercusiones estéticas, pueden resultar molestos y provocar sensación de pesadez. Desde el punto de vista clínico, las cirugías para corregirlos tienen una recuperación rápida, se realizan con anestesia local o, a lo sumo, con ésta más sedación y no requieren de ingreso hospitalario”.

Entre las cirugías cuya realización pasa más desapercibida

El segundo motivo clínico es que las blefaroplastias se encuentran entre las intervenciones quirúrgico-estéticas cuya realización pasa más desapercibida, a diferencia de -recurriendo de nuevo a las dos con más demanda- los aumentos mamarios o las cirugías del abdomen, cuyos postoperatorios son mucho más largos. Y ello pese a que el tercio superior de la cara es la parte del cuerpo en la que más se fijan las personas en sus interacciones, mayoritariamente visuales.

“El entorno de los pacientes operados de los párpados -confirma el Dr. Barónlos nota más rejuvenecidos, con mayor frescura en la mirada, pero no suele caer en la cuenta del porqué, lo cual es muy importante en un país en el que, al contrario de lo que ocurre en otros europeos y de América Latina, persiste un cierto pudor a comentar que se ha recurrido a la Cirugía Plástica Estética”.

El segmento poblacional en el que la realización de las blefaroplastias pasa más desapercibida es el de los jóvenes en la veintena, en cuyos párpados inferiores pueden aparecer precozmente bolsas por factores genéticos o patologías de base. En estos casos, al tratarse sólo de la eliminación de excesos de grasa, las intervenciones se realizan mediante incisiones transconjuntivales, es decir, en el interior de los párpados, sin dejar cicatrices visibles y con resultados permanentes.

En pacientes mayores, para minimizar también las cicatrices, las incisiones se realizan en las líneas naturales de los párpados superiores y justo debajo de las pestañas de los inferiores, separando la piel de la grasa y el músculo subyacentes. A continuación, se extirpa el exceso de grasa y, si es necesario, el de piel y músculo. Una semana después se quitan los puntos y, en dos semanas, desaparecen los hematomas o moratones que hayan podido presentarse, aunque suelen prevenirse con la aplicación de pomadas y compresas frías.

Por sexos, se estima que en torno al 75% de quienes se someten a una cirugía de los párpados son mujeres y el 25%, hombres, con lo que se trata de una de las intervenciones quirúrgico-estéticas en las que hay mayor proporción de pacientes masculinos (cuando se suman todos los tipos de intervenciones, el reparto de la demanda de Cirugía Plástica en España es de un 85%-15% respectivamente entre pacientes femeninos y masculinos).

Lipotransferencias a otras zonas de la cara

El sueño de eliminar grasa donde sobra para ponerla donde se necesita ya es una realidad en la Cirugía Plástica Estética. Durante el Congreso de Gijón, los cirujanos plásticos profundizaron en los avances técnicos que, cada vez más, permiten reutilizar la grasa extirpada de los párpados en otras zonas de la cara; en concreto, en algunas de las que más contribuyen a un aspecto envejecido, como las arrugas del entrecejo o los surcos nasogenianos (las arrugas que descienden oblicuamente entre la parte inferior de la nariz y las comisuras de los labios).

Según el Dr. Carlos del Cacho, presidente de la SECPRE, “estas lipotransferencias ofrecen resultados más duraderos que los obtenidos con los rellenos de ácido hialurónico u otros productos, si bien precisan de profesionales expertos que calibren la cantidad de grasa a colocar, ya que parte de ella se reabsorbe, y de pacientes plenamente conscientes de esta evolución. Por ello, corresponde a los especialistas informar rigurosamente a sus pacientes de las diferentes técnicas existentes y valorar con ellos la más adecuada a sus preferencias y características anatómicas”.

A este respecto, la secretaria general de la SECPRE, la Dra. Ana Jiménez, ha recordado “la necesidad de que los pacientes, sean de este tipo de intervenciones quirúrgico-estéticas o de cualquier otra, se aseguren de que los profesionales a los que recurren cuentan con la titulación oficial y homologada de Médico Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, obtenida tras seis años de licenciatura en Medicina y otros cinco de especialización vía residencia MIR”.

Cirugía Reparadora y expertos internacionales

El segundo día del Congreso estuvo más centrado en la Cirugía Plástica Reparadora, ya que párpados y zonas adyacentes pueden verse afectados por secuelas de intervenciones oncológicas y accidentes. Las técnicas más novedosas para tratarlas fueron expuestas y debatidas por un plantel de profesionales de primera línea, moderados por el Dr. Daniel Camporro, jefe del servicio de Cirugía Plástica del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

“La Cirugía Plástica Reparadora -apunta la Dra. Ainhoa Placer, vocal de Comunicación de la SECPRE– es la vertiente más desconocida de nuestra especialidad, pese a estar cubierta mayoritariamente por la sanidad pública. Los cirujanos plásticos son los encargados de intervenciones tan complejas como la reconstrucción de párpados que hayan tenido que extirparse por la presencia de tumores o que hayan sido objeto de quemaduras graves y las cirugías reconstructivas tras traumatismos faciales severos, que pueden incluir la reparación de fracturas de las órbitas, rinoplastias, etc.”.

Al encuentro en Gijón asistieron algunos de los mayores expertos del mundo en Cirugía Órbito-Palpebral, como el estadounidense Henry Spinelli y los italianos Paolo Persichetti y Giorgio de Santis. Este último presentó una innovadora técnica para evitar los granulomas (pequeñas inflamaciones) que aparecen a veces tras infiltraciones, en intervenciones estéticas o reparadoras, de productos no reabsorbibles por el organismo.

[i] Encuesta de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética realizada en el segundo semestre de 2017 a 1.000 cirujanos plásticos titulados, miembros de la SECPRE, repartidos por toda la geografía española, con un error muestral del ±5,1% y un nivel de confianza del 95,5%.