A pesar de que las técnicas de medicina estética avanzan en el sector en eficacia, seguridad y resultados, una parte de la población, en torno a un 30 % de los potenciales usuarios, sigue siendo receloso, ya sea por falta de información, ideas equivocadas o mala experiencia.
Los dos miedos: al dolor y a los malos resultados
“La mayoría de los pacientes que se acercan por primera vez a una consulta de medicina estética vienen con dos miedos. Por un lado al dolor, lo cual es lógico porque hablamos de agujas (en el rostro) y por el otro, al resultado, porque estamos hartos de ver personas deformadas”, cuenta el Dr. Leo Cerrud. “En mi caso, el dolor está bastante controlado. Decir que no duele sería ridículo, pero existen un montón técnicas antidolor, agujas especialmente finas y anestésicos de todo tipo para minimizar la experiencia dolorosa. Y, con respecto al resultado, en mi caso concreto prefiero quedarme corto, para poner más siempre hay tiempo”.
¿Transformación o beautyficación?
Existen dos tipos de medicina estética:
- La “restauradora” trata de “recuperar” lo perdido por culpa del paso del tiempo. “Suelen solicitarla pacientes a partir de 35 años y piden rejuvenecer, eliminar el cansancio o la dureza de la cara. Esta medicina no se nota y el paciente se ve más joven y guapo”.
- La “transformadora”, explica el Dr.,“son esas bocas de africana, nariz pequeña y recta o pómulos de asiática. Suelen ser pacientes muy jóvenes. Esta medicina es evidente, es la de los grandes volúmenes y cambios de fisionomía”.
Los rellenos de hoy no son permanentes ni se desplazan
Los rellenos permanentes (polímeros, biopolímeros y silicona) fueron muy populares en los años 90 pero se dejaron de usar porque los problemas que causaban eran tan permanentes como los mismos rellenos: granulomas, rechazos, infecciones y encapsulamiento eran algunos de los efectos secundarios derivados, además de las migraciones o desplazamientos del producto infiltrado. “El origen es el siguiente: los rellenos permanentes, al no degradarse, por su propio peso y por efecto de la gravedad y los años se desplazan hacia abajo acumulándose en el tercio inferior facial, otorgando ese aspecto deforme que tan mala fama les ha dado y que hemos visto en famosos como Meg Ryan, Donatella Versace o Mikey Rourke”, cuenta el Dr. Cerrud. “Eso no pasa con los rellenos temporales porque al ser degradables no les da tiempo a moverse de su sitio”.
El bótox no paraliza la expresión, mantiene el movimiento
“La toxina botulínica es el milagro de la estética, un antiarrugas potente y efectivo cuyo objetivo es mejorar o eliminar la arruga y el secreto es aplicarlo de manera personalizada, escogiendo la cantidad y puntos de infiltración que cada paciente necesite según la mímica del rostro y la actividad de los músculos involucrados en las arrugas dinámicas. Es cierto que puede ser una bomba de relojería en las manos equivocadas porque si pones mucho paralizas y si pones poco no se nota, el truco está en mantener el movimiento sin que se forme la arruga. Y para ello el secreto es elegir un médico formado, con experiencia y del que tengas referencias”.
El retoque de labios no es sinónimo de morcillas o boca de pato
“Los labios son el campo más explotado y denostado de la medicina estética. Pero existe el miedo a que se note demasiado porque hemos visto malos resultados, que son los que hacen ruido”. Además, el material que se pone ahora, únicamente ácido hialurónico, lejos de las antiguas siliconas, se adapta a los movimientos de esta zona.
Empezar pronto o ser usuario habitual no te hace acabar deforme
Existen tratamientos preventivos cuidadosamente seleccionados para retrasar los signos de la edad, cuya función es que estos se noten más tarde. Y en función de los deseos de cada paciente y del profesional, que debe ser prudente y alejarse del fin comercial, la cita regular no tendrá como objetivo transformar, sino mantener y restaurar.
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