Por la Dra. Marta Prieto, dermatóloga en Clínica Ferrol
En un mundo en constante evolución, la Medicina Estética no se podría quedar atrás. La búsqueda de tratamientos más efectivos, menos invasivos y con resultados naturales ha llevado a la innovación constante en esta disciplina. Uno de los avances más notables de los últimos años ha sido la tecnología HIFU (Ultrasonido Focalizado de Alta Intensidad), un recurso que ha revolucionado la forma en que abordamos diversas condiciones médicas y, especialmente, en el campo de la estética.
Estamos hablando de una técnica que se basa en el uso de ultrasonidos focalizados, con una aplicación precisa y enfocada. Esta técnica permite concentrar la energía en un punto específico del cuerpo, lo que ha demostrado ser valioso en el tratamiento de una variedad de condiciones médicas. Desde la eliminación de tumores sólidos, como los hepáticos o renales, hasta la estimulación cerebral profunda en neurología, HIFU ha abierto nuevas posibilidades terapéuticas. En el ámbito de la Medicina Estética y Dermatología, hemos visto resultados asombrosos en la eliminación de grasa localizada, la contracción de los tejidos y la estimulación de la producción de colágeno, logrando un efecto lifting a largo plazo.
Uno de los mayores beneficios de HIFU es su capacidad para ofrecer resultados notables sin la necesidad de recurrir a cirugías invasivas. Además, el dolor se reduce significativamente, y los períodos de recuperación son inexistentes. Esto permite a los pacientes retomar sus actividades cotidianas de inmediato, lo que supone un gran avance en el mundo de la medicina estética.
El impacto de HIFU en la Dermatología y Medicina Estética.
HIFU ha revolucionado el rejuvenecimiento facial y corporal, ofreciendo resultados naturales sin las preocupaciones asociadas al dolor y a los efectos artificiales. Si bien es verdad que la técnica siempre ha sido eficaz, los equipos modernos y las nuevas técnicas son más potentes. Cuentan con aplicadores más simples y concentrados, lo que permite tratar áreas que antes eran difíciles de alcanzar sin riesgo de efectos secundarios.
Un ejemplo destacado en este sentido es la tecnología más innovadora de HIFU, lo que se conoce como “Lápiz” un dispositivo patentado por una firma internacional que recién ha llegado a España y que utiliza disparos digitales para concentrar la energía en la profundidad deseada, lo que hace que el tratamiento sea más seguro y menos doloroso.
Sin lugar a dudas, HIFU se ha convertido en el tratamiento estrella de la medicina estética. La razón es simple: la gente busca resultados naturales y duraderos sin pasar por cirugía invasiva y sin sufrir dolor. HIFU permite a los pacientes mejorar su apariencia sin transformarse, lo que lo convierte en la opción ideal para aquellos que desean un aspecto rejuvenecido pero sin cambios radicales.
Y no, esta tecnología no solamente está enfocada en las mujeres. Definitivamente HIFU es muy atractivo para los hombres, ya que se enfoca en resaltar los contornos faciales y mejorar la mandíbula sin la necesidad de rellenos o neuromoduladores, dos aspectos que a menudo preocupan a los hombres. En mi clínica, he notado un aumento en el número de hombres que optan por este tratamiento, especialmente aquellos que buscan una mejora sutil y natural.
