Complicaciones de los hilos tensores

hilos tensores

El manejo de las complicaciones en procedimientos estéticos, tanto en su teoría como en su práctica, es una formación que no podemos dejar de revisitar. Este fue, de hecho, el tema de uno de los simposios del Congreso Iberolatinoamericano de Dermatología, celebrado en Madrid el pasado verano. El Dr. Arosemena, encargado concretamente de la ponencia sobre el manejo de las posibles complicaciones con los hilos tensores, reproduce su charla en este artículo para nuestra revista.

Por el Dr. Reynaldo Arosemena Sarkissian y la Dra. María Paula Sandoval Castro

¿Qué son los hilos tensores?

Hablamos de una técnica mínimamente invasiva para el rejuvenecimiento facial que involucra la inserción de hilos (con púas o cónicos) a través del sistema aponeurótico muscular. Se logra un levantamiento a corto plazo mediante el reposicionamiento de los tejidos blandos proporcionado por los hilos. Además, estos continúan promoviendo la deposición de colágeno a largo plazo y el rejuvenecimiento.

¿Qué tipos de hilos tensores hay?

Hilos de PDO

Estos son los hilos llamados lisos o no espiculados, y cuyo efecto tensor se consigue por bioestimulación, pero sin ejercer tracción mecánica. Están indicados para casos de flacidez muy leve.

Hilos espiculados

Los hilos espiculados son más resistentes; se introducen con una cánula fina y quedan sujetos mediante las espículas. Sirven para tratar la flacidez moderada. El efecto de lifting es creado mediante la fibrosis que genera el hilo que, a su vez, estimula la producción de colágeno.

Hilos de ácido poliláctico

Los hilos de ácido poliláctico son los llamados hilos reabsorbibles. Estos contienen un pequeño cono en el extremo, el cual permite que el hilo se quede anclado durante su trayecto, con lo que conseguimos una tracción mecánica que tira de la piel hacia arriba. Tienen mayor efecto tensor que los hilos de PDO o polidioxanona.

¿Cuáles son sus contraindicaciones?

Los pacientes que se someten a la aplicación de los hilos tensores no deben preocuparse mucho ya que, al estar fabricados con un material biocompatible, por lo general no se generan reacciones adversas y, por lo tanto, hay muy poco riesgo de rechazo por el propio organismo del paciente. Por otro lado, siempre hay un riesgo de complicaciones (como las que veremos a continuación). En general, las más comunes son la inflamación, la infección y el desarrollo de cicatriz queloidea.

Cada organismo es diferente, por lo que hay algunas personas más propensas a desarrollar este tipo de cuadros clínicos.

Las contraindicaciones descritas a mencionar son las enfermedades inmunológicas, historia de tendencia a cicatriz queloide, infecciones activas en piel o diabetes mal controlada.

¿Qué podemos esperar de ellos?

La duración promedio de los hilos tensores es de 12 a 18 meses. La cantidad de hilos tensores a utilizar con los pacientes dependerá del tipo de piel del paciente y de las áreas que deseamos cubrir.

La aplicación de los hilos dura aproximadamente unos 30 minutos y no debe dejar ningún tipo de cicatriz. A pesar de que los efectos tensores son inmediatos (los resultados son visibles apenas unas horas después de la intervención), es importante mencionar que el resultado definitivo se obtiene entre 1 y 2 meses después, cuando se forma el colágeno.

Además, podemos combinar los hilos tensores con otro tipo de técnicas, como el plasma rico en plaquetas, toxina botulínica o rellenos de ácido hialurónico, y así lograr un mejor efecto antiedad para los pacientes.

Todo sobre los hilos tensores

¿Qué complicaciones puede haber?

Como hemos comentado, al estar fabricados con polidioxanona, no hay riesgo de rechazo. Sin embargo, las complicaciones de los hilos tensores existen, especialmente si son infiltrados por personal no sanitario o si estos son de baja calidad.

Previos estudios han demostrado que las complicaciones de los hilos tensores son relativamente comunes. Las más reportadas hasta ahora incluyen:

  1. Complicaciones a corto plazo como formación de hematomas, dolor, inflamación, sangrado.
  2. Preocupaciones estéticas, incluyendo depresiones, irregularidades en la piel y contorno facial anormal.
  3. Secuelas neurosensoriales como tensión, entumecimiento y prurito.
  4. Infección, abscesos, extrusión de hilo, induración y granulomas.
  5. Lesión de estructuras cercanas como nervios faciales o glándula parótida.

Aunque algunos de estos síntomas desaparecen espontáneamente en semanas, otros pueden requerir farmacoterapia o intervención quirúrgica. Estos factores pueden tener un impacto significativo en la estética, función y calidad de vida del paciente. Es importante comprender los métodos de tratamiento y las características clínicas de las complicaciones mencionadas anteriormente.

Esto nos ayudará, tanto a dermatólogos como a médicos estéticos y cirujanos, a manejar y prevenir estas complicaciones.

Según estudios previos, se evalúa un grupo de mujeres en edades de 36 +/- 8 años, en las cuales la razón más común de visita a la consulta fueron las infecciones (ensu mayoría), insatisfacción del resultado por cambios en el contorno facial, parestesias, irregularidades de la piel y depresiones faciales, induraciones subcutáneas y sudoración crónica. En su minoría, el motivo de consulta fueron extrusiones de hilo y reacciones alérgicas al material del hilo y, en último lugar, lesión del nervio facial.

hilos tensores

Complicaciones a corto plazo

La inflamación, los hematomas y dolor a corto plazo son los síntomas más comúnmente reportados en la literatura. Como son síntomas reversibles no deben definirse como complicaciones, ya que estos se suelen resolver en un periodo de 2 semanas.

Infecciones

La incidencia de infecciones tras colocar los hilos tensores fue más alta al utilizar los hilos de polipropileno. Para tratar estas infecciones se utilizan antibióticos tópicos u orales y, según el caso, valoraremos retirar los hilos tensores. En caso de necesitar cirugía, el ultrasonido y la resonancia magnética son herramientas útiles en la detección del área/profundidad de la infección.

Contorno irregular

La insatisfacción con el contorno facial es otra de las complicaciones, siendo la asimetría facial la más común, en su mayoría, con hilos de PDO o polidioxanona y en mujeres jóvenes menores de 35 años. Esta complicación la podemos corregir fácilmente con la reinserción de los hilos en las áreas donde se realizó la inserción al inicio y masaje del área afectada.

Parestesias

Pocos estudios han documentado la parestesia tras la inserción de hilos tensores, por lo tanto, la etiología es poco conocida. Se especula que esta sensación pueda estar provocada por el estiramiento excesivo del tejido blando.

Depresiones locales/“hoyuelos”

Generalmente son causados por la inserción superficial de los hilos y el levantamiento excesivo de la piel. Los hoyuelos en la piel suelen resolverse de manera espontánea en aproximadamente 1 semana. La formación de hoyuelos es comúnmente manejada con masaje local y aplicación de calor. En otros casos se resuelve con cirugía de extracción o relleno de ácido hialurónico o grasa.

Induración subcutánea

Es una complicación causada por una reacción de cuerpo extraño inducida por un hilo generalmente absorbible, debido a un desequilibrio entre degradación y absorción, lo que lleva a una inflamación y posteriormente granuloma. Para estos casos, como tratamiento se utiliza la infiltración intralesional de glucocorticoides; y en casos donde no haya respuesta positiva, cirugía.

Extrusión del hilo

Es una complicación severa de esta técnica. Está comúnmente asociado a infección e inflamación por reacción a un cuerpo extraño. Dependiendo del área de extrusión se puede realizar reinserción o cirugía de extracción.

La mayoría de las complicaciones son tratadas primero con métodos conservadores no quirúrgicos. Las infecciones leves se pueden tratar con apósitos de povidona yodada, antibióticos vía oral y antibióticos tópicos. Los pacientes que presentan quejas por la insatisfacción con el contorno facial y parestesias pueden acompañar los métodos conservadores con fisioterapia. En casos de dolor, la terapia es con analgésicos orales.

Los hoyuelos o irregularidades pueden ser manejados con masaje local y aplicación de calor. Para la induración subcutánea, el tratamiento sería con inyecciones intralesionales de esteroides. Las reacciones alérgicas se manejan con glucocorticoides tópicos, cremas o ungüentos. En caso de cicatrices, se puede utilizar gel de silicona acompañado de terapias con láser.

En conclusión

Las complicaciones más comunes de la utilización de hilos tensores son los “hoyuelos” en piel, infecciones, visualización del hilo e irregularidad del contorno facial.

La inflamación, hematomas y dolor local son comunes y debemos tener una atención especial con el paciente.

Los principales factores que causan estas complicaciones son la técnica que utilice el médico y falta de comprensión de la estética facial.

La molestia más frecuente con los hilos es la insatisfacción, por lo que recomiendo la combinación de los hilos tensores con otro tratamiento antiedad como la aplicación de toxina o rellenos, y así conseguir un efecto duradero con buenos resultados.

Referencias

  1. Li, Yi-Lin et al. “Facial Thread Lifting Complications in China: Analysis and Treatment.” Plastic and reconstructive surgery. Global open vol. 9,9 e3820. 17 Sep. 2021
  2. Niu, Zehao et al. “Complications Following Facial Thread-Lifting.” Chinese Journal of Plastic and Reconstructive Surgery (2020)
  3. Wang, Cheng-Kun. “Complications of thread lift about skin dimpling and thread extrusion.” Dermatologic therapy vol. 33,4 (2020)