Revisamos con la autoridad del conocimiento el proceso de Inatrlipoterapia® bajo el análisis y la comprobación empírica del Dr. Hernán Pinto. La opción terapéutica no quirúrgica al tratamiento de las adiposidades que se emplea a su vez en el remodelado facial. Para cada zona existe un protocolo determinado y queda en manos del especialista, el conocimiento y práctica de este procedimiento avalado por sus resultados y aplaudido por médicos estéticos de todo el mundo.
El Aqualyx® es hoy la opción terapéutica no quirúrgica más solicitada por los pacientes y uno de los recursos más utilizados por los médicos estéticos para la reducción definitiva de las adiposidades localizadas de todo el cuerpo.
El Aqualyx® se aplica desde hace aproximadamente 5 años. En el transcurso de este tiempo, se han inyectado más de un millón de viales en todo el mundo. Hoy, el Aqualyx® es un producto perfectamente instalado en las consultas de todos los médicos estéticos y goza de mucha popularidad entre el gran público. La ausencia de complicaciones severas y su probada efectividad son los dos grandes motivos por los que este tratamiento de vanguardia es hoy la opción terapéutica no quirúrgica más solicitada por los pacientes y uno de los recursos más utilizados por los médicos estéticos para la reducción definitiva de las adiposidades localizadas de todo el cuerpo.
La aplicación de este producto se puede definir y explicar básicamente como un tratamiento para reducir las adiposidades localizadas, aunque también permite el modelado de ciertas zonas en las que el panículo adiposo es ciertamente delgado. La reducción de los flancos y el remodelado del óvalo facial son claros ejemplo de los diferentes tipos de indicación de este producto. Cuando se pretende reducir el volumen de una zona, se aprovecha su capacidad para destruir células grasas. Por el contrario, para el segundo tipo de indicaciones, aprovechamos la fibrosis que el producto genera al ser inyectado para intentar que las diferentes capas de tejidos superficiales se “adhieran” más entre sí o se compacten. La técnica para reducir la grasa es la estándar y se denomina Intralipoterapia®. Ésta garantiza la correcta dosificación del producto, con total seguridad y ausencia de dolor en la aplicación. La técnica del remodelado facial es especial y está reservada sólo a los médicos expertos en este tratamiento, inyectando el producto a profundidades no recomendadas para otras ubicaciones anatómicas y dosificando de una manera distinta. La técnica de la Intralipoterapia® ha sido tan responsable del éxito del Aqualyx® como su propia formulación [1].
Un protocolo exclusivamente médico
La inyección de este producto es un procedimiento exclusivamente médico, que representa una técnica mínimamente invasiva, pero invasiva al fin, y que requiere, por lo tanto, formación específica y rigurosa. Independientemente del resultado que busquemos, siempre inyectaremos el producto en el tejido graso. La solución sólo puede romper los adipocitos si entra en contacto con ellos [2]. Decimos que sus efectos son “volumen dependiente”. Esto quiere decir que la acción del producto dependerá, entre otras cosas, del volumen inyectado. El protocolo varía de un paciente a otro y por eso es tan importante que el médico dosifique según lo que considere pertinente para cada caso, aunque siempre respetando los límites establecidos por la técnica. Si ponemos poco, habrá poco efecto terapéutico. Si ponemos demasiado habrá más efectos adversos. La dosificación justa se adquiere con la práctica y es, como en casi cualquier tratamiento serio, muy importante y un signo distintivo del médico experto.
Cuando los adipocitos se rompen, liberan su contenido. Pero ésta es una carga que estaba diseñada para permanecer dentro de ellos. El cuerpo reacciona frente a este suceso desencadenando la reacción inflamatoria local convencional. El proceso es completamente inespecífico. Por eso, este procedimiento genera rojeces, hematomas y un poco de dolor. Esto es normal, totalmente pasajero y reversible. De hecho, es la manifestación de que el producto se encuentra realizando su trabajo. Estos efectos son altamente prevalentes y no dependen de la mejor o peor aplicación de la técnica ni del médico tratante [3]. El Aqualyx® es mucho más seguro que cualquiera de las soluciones adipocitolíticas utilizadas previamente, aunque esto no es magia. La agresividad, los resultados terapéuticos y los efectos adversos van de la mano en este tipo de procedimientos. Es decir, que es muy seguro, pero tendremos que realizar más de una sesión para obtener los resultados deseados. Como norma general, los pacientes que se someten a este tratamiento reciben una media de 3 sesiones, aunque esto puede variar.
La fórmula maestra
En lo que respecta a la fórmula del Aqualyx®, se ha dicho y escrito de todo, aunque la mayoría de las veces de manera imprecisa o abiertamente incorrecta. El prospecto del Aqualyx® da la siguiente información: 3:6 anhidro-L-galactosa, D-galactosa y Sal sódica del Ácido (3α, 5β, 12α) – 3,12 dihydroxi-5-24-cholanóico. Según nos informa el laboratorio central (Ghimas S.p.a., Casalecchio di Reno, Italy), la 3:6 anhidro-L-galactosa y la D-galactosa juegan un papel fundamental en la liberación paulatina del principio activo porque, al estar conectadas como una estructura espongiforme tridimensional, ejercen un efecto de liberación paulatina del principio activo. El agua, siguiendo un gradiente osmótico, se mueve hacia la molécula y desplaza progresivamente al principio activo, que queda libre para actuar. Por otro lado, el principio activo no es otro que el desoxicolato de sodio. Existen muchas maneras de nombrar a las moléculas y los ácidos grasos no son la excepción. En el caso del prospecto del Aqualyx® se ha utilizado la nomenclatura UIPAC [4], también llamada racional, sistemática o estequiométrica. Pero el ácido (3α, 5β, 12α) -3,12 dihydroxi- 5β-24-cholanoico puede recibir otros nombres como: ácido desoxicólico, según la nomenclatura clásica [5], o simplificaciones como: ácido colanoico [1]. Además, como solemos utilizarlo en forma de sal sódica, se han mezclado arbitrariamente los nombres del ácido con los de su forma iónica y entonces aparecen nombres como: 3α,12α-dihidroxi-5β-colanato o desoxicolato. Algo similar ocurre al escribir su fórmula, que podría hacerse como: C24H40O4 ó, según el sistema SMILES (Simplified Molecular Input Line Entry Specification – especificación de introducción lineal molecular simplificado) o como: C[C@@]34C@](CC[C@@H] 4[C@@H] (CCC(O)=O)C) ([H])C@]2([H])CC[C@]1([H])C[C@H](OCC[C@@](C)1[C@]([H])2C[C@@H]30.
Sea como fuere, el desoxicolato de sodio es un viejo conocido de los médicos estéticos: masa molecular 392.58 g/mol, punto de fusión 174 – 176 °C y… efectividad terapéutica. El Aqualyx® funciona, pero esto se debe en gran parte a la técnica con la que se aplica: la Intralipoterapia®. A este respecto, existen varias particularidades que creo que vale la pena resaltar. En primer lugar, es una técnica exclusiva del Aqualyx®. No deben inyectarse otros detergentes de este modo ya que la profundidad de inyección no es suficiente para las soluciones más agresivas. En contraposición, tampoco debe inyectarse el Aqualyx® con las técnicas específicas destinadas a otros detergentes, como la fosfatidilcolina. En segundo lugar, dejamos el producto en el tejido adiposo a modo de “capa”, como si estuviéramos intentando hacer un plano con un relleno y aprovechamos la misma técnica: en abanico, lenta, y retrógrada. No embolamos el producto, ya que produciríamos nódulos. Éstos, aunque son leves y se autolimitan, son el único efecto adverso iatrogénico relativamente frecuente [5]. Por último, lo más importante: la Intralipoterapia® tiene correlación clínica. Cuando estamos en el plano correcto, el paciente no experimenta ningún dolor. Movemos la aguja como si estuviéramos inyectando el producto, pero no lo hacemos. A continuación y sin dejar de mover la aguja, preguntamos insistentemente al paciente si le duele. Si su respuesta es negativa, inyectamos. Si su respuesta es afirmativa, no inyectamos y re-posicionamos nuestra aguja. De este modo, evitamos casi cualquier tipo de complicación.
En definitiva, es un tratamiento muy seguro, popular, noble y que da resultados. Si el médico domina la técnica de aplicación, es celoso de la indicación y vigila escrupulosamente la contraindicación, tendrá en sus manos una herramienta potente que dejará muy satisfecho a la mayoría de sus pacientes.
Dr. Hernán Pinto
Instituto de Investigaciones para las Especialidades Estéticas y del Envejecimiento (i2e3)
Referencias
- Aqualyx® package leaflet. CE 0373. LELX0010 Rev.00.
- Rotunda A, Suzuki H, Moy R, Kolodney MS. Detergent effects of sodium deoxycholate are a major feature of an injectable phosphatidylcoline formulation used for localized fat dissolution. Dermatol Surg 2004;30:1001-1008
- Pinto H, Hernandez C, Turra C, Manzano M, Salvador L, Tejero P. Evaluation of anew adipocytolytic solution: adverse effects and their relationship with the number of vials injected. J Drugs Dermatol 2014Dec;13(12):1451-5
- A Guide to IUPAC Nomenclature of Organic Compounds, Recommendations 1993, Oxford:Blackwell Scientific Publications, 1993. (ISBN 3-540-41138-0)
- Baldor FA. (1965). Nomenclatura Quimica Inorganica. New York: Minerva Books,LTD. ISBN 9684031319
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