Versátil e innovador. Son muchas las aplicaciones y beneficios de la tecnología láser CO2 en medicina estética. Algunas de las principales son que nos permite tratar cicatrices, eliminar arrugas y tensar la piel, así como mejorar las manchas y el poro.
Por la Dra. Luz María Vásquez
Desde hace más de 10 años, en IMO Grupo Miranza, utilizo en mi práctica diaria un láser fraccionado ablativo de CO2 (concretamente, el equipo Acu- Pulse Lumenis). Puede usarse tanto en cirugías como en tratamientos estéticos individuales y complementarios y está indicado especialmente para tratar la zona de alrededor de los ojos.
Para ello, el equipo se sirve de pequeños impulsos de luz hacia la zona de la piel a tratar, “vaporizando” las capas más superficiales de la dermis y creando columnas térmicas en las más profundas. Su aplicación es fácil y segura: posee un escáner que analiza la zona a tratar y, tras ello, se llevan a cabo los impactos con distintas intensidades, según el tipo de piel, el área y el objetivo buscado.
El paciente indicado
El láser CO2 mejora la calidad, el tono y el aspecto de la piel, por eso es ideal para tratar cicatrices, como las que provoca el acné o las que se forman tras una cirugía. En otros casos, también nos permite corregir las que aparecen después de un accidente o de un golpe. Además, ayuda a eliminar arrugas finas y estimula la renovación y producción de colágeno para realizar lo que llamamos “fotorrejuvenecimiento”.
Asimismo, es un tratamiento muy eficaz para tratar los xantelasmas, las pequeñas tumoraciones benignas o depósitos de lípidos que pueden aparecer en los párpados, debido principalmente al colesterol y otra variedad de lesiones benignas de la piel.
Blefaroplastia sin cirugía
Probablemente uno de los tratamientos más demandados en mi consulta es la blefaroplastia no quirúrgica con láser de CO2 o resurfacing periocular, también llamada por algunos compañeros minibleph. Es un tratamiento que persigue resultados similares a la cirugía de blefaroplastia: corregir imperfecciones y arrugas en los párpados, así como las que aparecen alrededor de esta zona (por ejemplo, las patas de gallo). Uno de sus principales atributos es que no hace incisiones, ya que el láser funciona generando una retracción de la piel del párpado.
Asimismo, presenta otras ventajas:
- Es un procedimiento que no implica mucho tiempo (unos 20-30 minutos).
- Reduce la laxitud de la piel y su exceso en los párpados (dermatochalasis).
- No deja apenas marcas en la dermis.
- Mejora el tono de la piel y puede mejorar el color oscuro de la ojera.
Sin embargo, no todos nuestros pacientes son buenos candidatos a una blefaroplastia no quirúrgica con láser de CO2: los casos en los que los signos de la edad o las bolsas palpebrales están muy avanzados, por ejemplo, requieren cirugía. Por ello, es muy importante que durante la valoración en consulta podamos explicar al paciente si el láser va a poder ofrecer resultados acordes a sus expectativas, ya que algunas personas no obtendrán resultados significativos o los deseados.
Aplicado a pacientes correctamente seleccionados, el láser CO2 puede llegar a retrasar unos 8-10 años la necesidad de llevar a cabo una blefaroplastia quirúrgica
Lo que sí es cierto es que el láser CO2, aplicado a pacientes correctamente seleccionados, es una buena solución y puede llegar a retrasar unos 8-10 años la necesidad de llevar a cabo una blefaroplastia quirúrgica (aunque, evidentemente, esta horquilla temporal puede cambiar en función del paciente). Y, en muchos casos, también se pueden llevar a cabo tratamientos médicos complementarios, como los inyectables para mejorar la piel de las zonas perioculares y, por supuesto, rellenarlas.
CO2 en blefaroplastia quirúrgica
Otra de las aplicaciones estrella del láser CO2 es su uso durante la blefaroplastia quirúrgica. El uso del láser durante esta cirugía permite menos tiempo quirúrgico y menos sangrados, lo que se traduce en menos morados, menos inflamación y, por lo tanto, una recuperación más rápida. Si a la blefaroplastia además le asociamos un resurfacing conseguimos mejorar y potenciar los resultados posoperatorios, logrando mejorar significativamente la piel y eliminando las arruguitas, así como otras imperfecciones de la dermis. Esto se consigue gracias al efecto renovador y regenerador del láser.
Cuidados postratamiento
Ya sea aplicado en consulta o en quirófano, los efectos del tratamiento con láser de CO2 suelen comenzar a apreciarse pasada una semana, pero evolucionan mejorando el resultado a lo largo de varias semanas.
Probablemente, uno de los factores clave para el éxito del tratamiento son los cuidados posteriores, que consisten básicamente en el uso de pomadas humectantes y cicatrizantes durante la primera semana. Además, es importante que se aplique frío en la zona tratada con el láser para combatir la inflamación. En el caso del resurfacing, la piel tendrá unas microcostras que se caerán a lo largo de la siguiente semana. Tras este periodo, la piel adquiere una tonalidad rosada, que desaparece durante las 4-6 semanas posteriores, recuperando una buena pigmentación.
También es crucial que el paciente se aplique fotoprotección con cremas de alto factor de protección solar y evite exponerse a los rayos del sol durante las semanas siguientes al tratamiento.
Mi experiencia
Como decía al principio del artículo, el láser CO2 es uno de mis preferidos por todas las opciones que pone a nuestro alcance y su gran versatilidad. Y lo más importante: me permite ofrecer a mis pacientes muy buenos resultados cosméticos, individualmente o como complemento a otras terapias. Con el objetivo final de ofrecer a cada paciente la posibilidad de sentirse una versión mejorada de sí mismo, con naturalidad y sin resultados artificiales.
Este artículo fue publicado en la revista EME #43 en Junio de 2022.
