¿TIENES 34 AÑOS? ACABAS DE COMENZAR A ENVEJECER
Ahora, con permiso de tu genética, depende de ti. A este consenso han llegado los profesionales médicos del envejecimiento y la belleza. Sí, el deterioro en todos los niveles, tanto físico, como cognitivo, reproductivo e intelectual se inicia cuando soplamos treinta y cinco velas en la tarta, y se afianza en los cinco años posteriores.
Pero nos encontramos, explica la doctora Marbelia Martínez, ante un proceso que depende tanto de factores internos como externos y es, en este punto, en el que se puede trabajar y luchar, si es preciso, para avanzar por el tiempo con la mejor salud y el mejor de los aspectos posibles.
Estamos hablando de calidad de vida, en definitiva. No podemos cambiar cómo ha sido hasta ahora, pero sí tratar de modelar cómo va a ser en cuestiones tan importantes como la alimentación y el sueño. Y, por supuesto, poniendo especial atención al estrés, un parámetro que sube posiciones cada día en el ranking de lo que más nos enferma, y, por lo tanto, nos envejece. Lo hacen a la par, sumándose a adicciones como el tabaquismo y el consumo de alcohol, el sobrepeso y la obesidad.
Así, advierte esta doctora experta en antienjevecimiento, existen personas de cincuenta más jóvenes que otras de treinta. Si se quiere entrar en esta consideración, antes que cualquier tratamiento estético, antes que el maquillaje, las cremas y el estilo, está también la actitud vital. Una predisposición positiva hacia la solución de los problemas, recalca, nos ayuda a envejecer bien o envejecer bonito, al beautyaging.
Este nuevo concepto, que no pretende ignorar el paso del tiempo, sino adoptar medidas saludables para ir de la mano de los años, se basa en los siguiente parámetros.
1. Buen dormir
De siete a nueve horas, o las ocho de toda la vida. Los consejos de nuestras abuelas siempre vuelven. El cerebro se organiza durante el sueño, elimina lo que le sobra. El cuerpo se regenera orgánicamente, los tejidos se hidratan. Todo vuelve a empezar.
2. Nutrientes necesarios
Hoy no basta con alimentarse de forma sana, se lamenta la también médico estético de Sensabell Plastic Surgery. Se está viendo que las tierras de cultivo no producen los nutrientes necesarios para la salud. Aunque tomemos fruta, verdura, pescado y carne en un equilibrio balanceado, no podríamos estar seguros de que nuestros niveles de vitaminas y minerales son los adecuados. Así, y a pesar de ser un debate controvertido, la doctora se muestra partidaria de tomar suplementos alimenticios, sobre todo en casos como el embarazo, la práctica diaria del deporte, el veganismo o la toma de medicamentos que dificultan la absorción de nutrientes. Está comprobado, por otro lado, que se tendrían que tomar grandes cantidades de estas sustancias para producir efectos adversos o intoxicaciones.
3. Revisión estética cada tres meses
A partir de los 35 las clínicas estéticas ayudan con el aspecto exterior. Ocurre que se va perdiendo colágeno y elastina, responsables de la firmeza y elasticidad de los tejidos. Envejecer a este nivel es presentar flacidez, a la vez que aparecen las primeras arrugas. Las soluciones son diversas y se combinan de manera personalizada según cada tipo y estado de la piel.
Marbelia Martínez recuerda las más efectivas y demandadas para la franja de treintaytantos: botox para eliminar las arrugas, hidratación con ácido hialurónico de baja reticulación y micropunción para regenerar la piel. Si se tienen manchas, peeling antimachas y rellenos si son necesarios. Por supuesto, cada tres meses una limpieza facial y un peeling.
4. Cirugía estética sí
En relación a la cirugía estética, ya en quirófano, y con una capacidad transformadora mayor, el bisturí, explica la experta, no es un tratamiento preventivo, pero en tanto en cuanto nos ayuda a mejorar nuestro aspecto físico y a vernos bien, mejorando también nuestro estado de ánimo, sí podemos incluirla en el arsenal del beautiaging.
5. Búsqueda del equilibrio redox
Envejecer es oxidarse y la lucha contra el tiempo es también la lucha contra los radicales libres. En eso se basa el llamado equilibrio redox, al que debemos contribuir sin añadir elementos dañinos como el tabaco y el alcohol. También deberemos evitar la sobreexposición solar, y, si es posible, los lugares muy contaminados. Ya se sabe que la polución es en la actualidad un elemento de gran poder oxidante
Así pues, la belleza comienza en la lista de la compra y termina en la clínica estética, pero también nos embellecemos de noche, dejando el tabaco y poniéndonos el protector solar. No podemos con todo, seguro, pero sí con mucho. Poco a poco. Como se suele decir, It´s up to you.
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