Masculinización de la mandíbula

Muchísimos y cada vez más, son los hombres que solicitan el marcaje de su mandíbula, buscando una similar a la de Brad Pitt o George Clooney. Así es como realizan esta intervención, sin cirugía, en el Instituto Médico Láser.

Las redes sociales y las fotos del “antes y después” son, en parte, las responsables de la popularidad de esta intervención de masculinización facial, o la jaw masculinization, que además ha corrido como la pólvora gracias a la posibilidad de realizarla con técnicas mínimamente invasivas; concretamente, con la inyección de ácido hialurónico resiliente. De alta densidad para esta indicación, la técnica permite recrear el ángulo mentoniano que nunca existió o recuperarlo con lipováser si ha desaparecido bajo la papada.

‘Recrear’ la mandíbula

Para tratar la microgenia, es decir, el subdesarrollo del mentón y la barbilla, antes se requería la colocación de prótesis en quirófano. Hoy es un acto médico que en IML realizan en consulta, mediante una infiltración que dura 15 minutos. La transformación inmediata de la mandíbula y la aparente sencillez del procedimiento son las razones de que el Facial Jawling o Jaw Masculinization se haya hecho tan famoso, y de que las fotos y vídeos con los resultados llenen hoy las redes sociales.

La piel del hombre, más resistente frente a los factores ambientales por tener mayor nivel de hidratación y más glándulas sebáceas, también es bastante más gruesa. Esto la convierte en receptora perfecta de infiltraciones, ya que los resultados son mucho más naturales.

Masculinización de la mandíbula
Instituto Médico Láser

En el caso del mentón, se realizan desde su parte posterior hacia la barbilla, recreando un gonion que a veces es inexistente. Este punto antropométrico, que define la curvatura máxima de la mandíbula con un ángulo recto de masculinidad evidente, puede recrearse a demanda, aportando proyección, volumen y definición. Desde aquí es donde se infiltrará el ácido hialurónico de alta densidad, depositándolo en profundidad encima del hueso, a nivel del periostio.  

El ‘contouring’ masculino

La papada que ahora deseamos eliminar en este tipo de pacientes para lograr esta especie de contouring masculino, nunca existió en la juventud, y es que es uno de los signos de envejecimiento facial en los hombres. Normalmente aparece en algún momento a partir de los 35 años, con o sin exceso de peso. En algunos hombres es imperativo reducir el acúmulo graso de la región submental porque solo por contraste, se define el mentón y se pronuncia la masculinidad del rostro.

Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo que elimina el tejido graso mediante ultrasonidos de última generación, capaces de destruir la grasa para su posterior extracción en todas las capas de la piel y sin tocar los tractos fibrosos. Con estas estructuras intactas, se asegura la eficacia máxima del Renuvion, que se pasa por ellas a continuación, para contraerlas mediante una emisión de helio ionizado. De esta forma se asegura una contracción cutánea, cuyo repliegue sobre la estructura ósea consigue la máxima definición del ángulo mandibular.