El Instituto #SaludsinBulos y el Grupo Expertos en Medicina Estética Oncológica (GEMEON) han unido sus fuerzas para desmentir algunos de los muchos mitos que corren por internet sobre la relación entre medicina estética y cáncer, y evitar así el impacto que tiene esta desinformación sobre la autoestima de los pacientes oncológicos.
El Instituto #SaludsinBulos (una iniciativa de COM SALUD y la Asociación de Investigadores en eSalud (AIES)) es un observatorio que trata de combatir con información verídica y divulgación las fake news sobre salud que circulan por internet y las redes sociales. Una de sus últimas alianzas ha sido con el Grupo Expertos en Medicina Estética Oncológica (GEMEON), con quienes han firmado un decálogo para desmentir 10 mitos sobre medicina estética y cáncer.
Los sectores con más bulos
Esta alianza, nos cuenta Carlos Mateos, el coordinador de #SaludsinBulos, fue una iniciativa conjunta, “un deseo mutuo de luchar contra la desinformación”, explica. “Desde que comenzamos a investigar los bulos de salud vimos que el cáncer era el terreno en que había más mitos, estafas y falsas creencias”, nos cuenta, por eso han firmado acuerdos y realizado acciones con otras organizaciones vinculadas al cáncer, como GEICAM, SEOM, SEHH, Fundación ECO, SOLTI o GEPAC.
Les quedaba la parte de medicina estética, la que representa GEMEON. “A menudo se cree que la medicina estética no tiene importancia y es algo superficial, pero quienes piensan así no conocen el sufrimiento y la discriminación social que sufren muchas personas a quienes el cáncer les ha dejado con secuelas en su aspecto físico”, explica.
Más allá de su relación con el cáncer, la medicina estética es, en general, un sector con una imagen –paradójicamente– muy distorsionada entre gran parte de la población. Es, de hecho, uno de los sectores de la medicina sobre los que más noticias falsas han detectado en Salud Sin Bulos; algo derivado, quizá, del aumento de la conversación en redes sobre él, tendencia que también han podido observar. Por eso, según Margarita Esteban, presidenta de GEMEON, son también necesarias estas acciones.
“Es muy importante dar a la medicina estética un carácter de profesionalidad y de seriedad. Desgraciadamente, existen muchos intereses económicos alrededor de este tipo de medicina, por lo que herramientas y plataformas como Salud sin bulos son muy necesarias, ya que hacen un gran favor tanto a los pacientes como a los médicos y son fundamentales para el buen desarrollo de esta disciplina”. Según Esteban, para discernir entre lo que es una noticia real y un anuncio, o un fake, hace falta tener claro qué ofrece la medicina estética, y a quién pueden beneficiar sus tratamientos. “La manera de eliminar prejuicios es por medio del conocimiento”; y para ello hace falta una información clara y veraz. Su decálogo, pensado para distribuirse en medios de comunicación, redes sociales y consultas, es un ejemplo del camino a seguir.
10 mitos desmontados sobre medicina estética y cáncer
Mito 1. “El paciente oncológico no puede someterse a fotodepilación”.
Dependerá del tipo de cáncer y de la etapa en la que se encuentre el paciente. También es muy importante tener en cuenta el estado de la piel y el estado general.
“Cualquier enfermedad en fase activa supone una contraindicación para realizar un tratamiento láser. Por tanto, una persona con una enfermedad oncológica no debería someterse a depilación láser… En principio”, ahonda la Dra. Esteban. La realidad, continúa, es que “el uso o no de láser va a depender del tipo de cáncer, del momento en el que se encuentre la enfermedad, y también del estado del paciente y de su piel. Así, si el paciente tiene un estado general bueno, una piel indemne y no está en una etapa activa de tratamiento, podría depilarse, siempre y cuando esté en unas manos expertas”.
Además, añade que “la capacidad de penetración de los láseres de depilación es mínima, alcanzando exclusivamente unos milímetros, donde se encuentran los folículos pilosos, así que no produce ningún efecto nocivo en el organismo”. Sin embargo, a grandes rasgos, concluye que “durante el tratamiento oncológico es aconsejable no realizar depilación láser, especialmente cuando se toman fármacos que sean considerados fotosensibles”.
Mito 2. “Siempre se cae el pelo con los tratamientos oncológicos”.
No siempre; dependerá del tipo de tumor, así como del tipo de tratamiento que necesite el paciente. Ni siquiera todos los quimioterápicos influyen en la caída del pelo.
Mito 3. “Hay que comer de todo. Lo importante es no perder peso”.
La alimentación es una parte muy importante en la prevención, tratamiento y pronóstico del cáncer. No tenemos que olvidar que el 30-35 % de las causas de la enfermedad es una mala alimentación. Por eso, no dudes en buscar asesoramiento nutricional por un buen profesional.
Mito 4. “El uso de pelucas dificulta que el cabello vuelva a crecer”.
Usar peluca no daña el pelo, siempre y cuando sigas unas pequeñas normas o consejos de uso. Se debe usar una talla adecuada, lavar la peluca de forma sistemática sin saltarse el día de lavado, evitar las pelucas que no dejan transpirar el cuero cabelludo y tratar de no usar adhesivo. Además, de vez en cuando, deja pasar algún día sin llevar la peluca.
Mito 5. “El deporte está contraindicado en el paciente oncológico”.
El ejercicio físico, adaptado a la capacidad en cada momento del tratamiento y a la persona, y supervisado por médicos rehabilitadores o expertos, ha demostrado beneficios en la tolerancia a tratamientos de químico, la preparación pre y la recuperación post-quirúrgica del paciente oncológico.
Mito 6. “El dolor con las relaciones sexuales es normal, y con lubricante es suficiente”.
Tanto la radiofrecuencia intravaginal 360 como el láser de CO2 aportan un rejuvenecimiento de la mucosa, que vuelve a recuperar la turgencia y la humedad, el pH normal, con lo que vuelve a ser un canal lubricado, desapareciendo la dispareunia, así como las infecciones vaginales recurrentes e incluso la incontinencia urinaria de esfuerzo leve y moderada.
Mito 7. “Si me dan radioterapia tengo que permanecer aislado”.
El paciente no emite ningún tipo de radiación una vez que ha finalizado la sesión de radioterapia. Su vida personal, familiar y social no debe verse afectada.
Mito 8. “Los tratamientos contra el cáncer provocan esterilidad. Después de un tratamiento contra el cáncer una mujer no puede quedar embarazada”.
Algunos tratamientos quimioterápicos contra el cáncer y/o la radioterapia pélvica pueden provocar esterilidad, pero existen programas de preservación que se realizan previo al inicio de estos tratamientos. Incluso en pacientes prepúberes, aunque en niños está aún en fase de experimentación (avanzado).
Mito 9. “Los pacientes oncológicos no pueden maquillarse, les hace daño”.
Los pacientes oncológicos sí pueden maquillarse con maquillaje especial, adaptado para piel sensibilizada. De hecho, se les recomienda utilizar maquillaje de camuflaje para mejorar la apariencia, ya que está descrito que verse bien mejora la autoestima, las relaciones y sociales y la inmunidad.
Mito 10. “Los pacientes que tienen o han tenido cáncer no pueden ponerse toxina botulínica, está contraindicado”.
Hay multitud de publicaciones científicas que demuestran cómo se ha utilizado la toxina botulínica en pacientes con cáncer, en distintas etapas de la enfermedad, con distintos objetivos, a dosis mucho mayores de las usadas en medicina estética, sin que se hayan presentado efectos adversos. Ningún artículo científico contraindica el uso de toxina botulínica en pacientes con cáncer.
De hecho, existen otros tratamientos de medicina estética que no solo no están contraindicados, sino que pueden ser incluso positivos para el bienestar físico o psicológico de los pacientes. Por supuesto, como indica la Dra. Margarita Esteban, “el tipo de tratamiento propiamente médico-estético que puede aplicarse en estos casos varía en función de cada paciente”. Pero, en términos generales, los problemas o inestetismos que más habitualmente se tratan en estos casos “suelen ser la pérdida de elasticidad, que ocasiona un aspecto falto de luminosidad; o la sequedad de la piel y las mucosas, que afecta también al bienestar de los pacientes, al producir dolor e incomodidad; o la pérdida de cabello”.
Precisamente, los tratamientos dirigidos a la caída del cabello y a la mejora del estado de la piel y de las uñas, terapias como la micropigmentación tanto en la definición de las cejas como en la areola-pezón en cáncer de mama–, la aplicación de otras técnicas cosméticas, la radiofrecuencia o diatermias de baja intensidad, láseres de luz pulsada, infiltraciones de sustancias hidratantes y estimulantes del propio colágeno del paciente o de factores de crecimiento naturales, contribuyen en gran medida a mejorar la autoestima y bienestar de los pacientes, incide la especialista.
Por último, Esteban recuerda, como siempre, que “los tratamientos sobre pieles con secuelas postquirúrgicas o postradiación deben realizarse exclusivamente por personal experimentado, especialistas en la medicina estética oncológica, y en ningún caso deben sustituirse las recomendaciones médicas del oncólogo”.
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