No solo el aumento, el lifting de senos es tendencia mundial

Porque no se trata sólo de lucir alguna talla más, sino de que el pecho femenino ofrezca en su conjunto un aspecto rejuvenecido, lo que nos lleva al concepto de lifting. Quiere decirse que lo que se busca es un pecho no sólo acorde con el resto de medidas anatómicas, sino también turgente, firme, liso, duro y sin arrugas en su contorno.

Los enemigos de esta imagen óptima son varios, explica el doctor Martín Anaya, experto en Cirugía de la Mama: el envejecimiento, la maternidad, los cambios de peso, y, en menor medida, la herencia genética. Contra ellos, la mejor arma es la cirugía de elevación de mamas, la mastopexia, que ha escalado, y de manera significativa, puestos en los rankings mundiales de procedimientos estéticos llevados a cabo en quirófano.

Así, se ha colocado en el cuarto puesto en la última encuesta ofrecida por la Sociedad Americana de Cirugía Plástica Estética por delante de la cirugía de párpados. Las cifras son reveladoras, al coincidir el periodo 2020 con el tiempo  en el que la demanda de retoques en la zona de la mirada se incrementó a consecuencia del uso de la mascarilla. Otra sociedad, la ISAPS, sitúa el aumento con elevación en el quinto puesto en sus estadísticas más recientes, con 741,284 operaciones y un incremento del 2%con respecto a 2016.

El quinto lugar con respecto a la demanda es el que ocupa también en nuestro país, a la espera de la actualización de los datos de la SECPRE, cuyo último informe data de 2018.

Cuando la grasa se deposita en los senos

Las causas por las que se solicita una elevación de pecho no tienen que ver sólo, y tal como se cree, con el embarazo y la maternidad, etapa de la vida de la mujer en la que el pecho experimenta un aumento de volumen considerable debido a los cambios hormonales y a la lactancia. Es más, se puede nacer con la tendencia a la caída y es que, cuenta Moisés Martín Anaya, los ligamentos suspensores, responsables de la firmeza y elevación, pueden estar debilitados desde el nacimiento por lo que el pecho nace caído hacia abajo.

En este caso, aclara, y en otros problemas de la mama, lo aconsejable es esperar a los dieciocho años, para que el pecho femenino finalice su desarrollo.

También se hereda la tendencia a aumentar de peso en el pecho, al igual que sucede con otras zonas del cuerpo. Es muy probable, recuerda este cirujano plástico, que si la mujer se fija en su madre y/o abuela, y vea donde acumula el peso —en el abdomen y pecho o, por el contrario en glúteos y piernas— su propensión en este sentido sea la misma.

Es este precisamente uno de los motivos por los que se solicita el Breast Lift. Con el paso del tiempo, explica el experto, la glándula mamaria se va transformando en grasa, en un proceso llamado melaplasia. Cuando se es joven, la glándula tiene una presencia mayor en el pecho y supera a la grasa, pero el equilibrio se va perdiendo a partir de los 30 años. Es entonces cuando comienza la caída, el pecho pierde consistencia y cae.

En la menopausia se hace muy evidente esta ptosis gravitacional, una vez que “la grasa deja de responder a los estímulos hormonales”. De ahí que el pecho pueda llegar a aumentar en varias tallas.

Mastopexia: la única solución definitiva pasa por el quirófano

La mastopexia tiene la última palabra en cualquier caso de corrección del pecho caído. No hay otra solución que no pase por el quirófano. Es esta una intervención que trata de devolver el pecho a su posición original, corrigiendo la caída del complejo areola-pezón.

En la mayoría de los casos esa solución  consiste también  en aumentar el pecho durante la misma operación. Paradójicamente, la colocación de prótesis puede ser en sí un motivo de caída. Se trataría de un caso de iatrogenia, ocasionado por la ubicación de la prótesis por encima del músculo. El peso de la misma puede ser el culpable de una caída que puede manifestarse de manera evidente, advierte el doctor Martín Anaya, en tres o cuatro años.

En dos horas, mucho menos tiempo, se realiza esta intervención de aumento con prótesis, que puede incluir algún retoque de medicina estética para embellecer la piel del escote. Requiere un ingreso de veinticuatro horas y su postoperatorio es sencillo, con analgésicos y vendaje de la zona. En una semana la paciente podrá recuperar su actividad habitual. El deporte tendrá que esperar, al menos otros siete días.

Por supuesto que la mastopexia está recomendada para después del embarazo y la lactancia. El consejo del especialista para aquellas mujeres que presenten algo de caída es que si están pensando en operarse y la maternidad entra en sus planes inmediatos, esperen a ser mamás y, si así lo desean, a darle el pecho a su bebé.