Las intervenciones y tratamientos para las mamás mayores de 35, con el cirujano plástico Jesús Centeno Silva
No son los años. Son los kilos. Una madre de entre 37 y 40 años que se cuida y no presenta antecedentes médicos importantes puede someterse a una cirugía estética en iguales condiciones de seguridad a las de una de 25 que no se cuida tanto.
Lo explica el cirujano plástico Jesús Centeno Silva, quien aconseja a aquellas recientes mamás que quieran someterse a un proceso quirúrgico de rejuvenecimiento tras la maternidad que vigilen el aumento de peso durante el embarazo. Lo óptimo en este sentido es seguir las pautas habituales de ganancia que establece la ginecología: 1 kg / 1,200 kg al mes, es decir, una ganancia de entre unos 9 y 11 kilos a lo largo de toda la gestación.
El objetivo es llegar al parto con el menor peso posible, y si hablamos del mommy makeover, la intervención de cirugía estética que busca no sólo la recuperación, sino también el rejuvenecimiento de la mujer tras la maternidad, lo ideal es que el índice de masa corporal no supere el número 27.
Un índice de masa grasa y de masa muscular por debajo de esta cifra no sólo es un marcador de seguridad, sino que apoya los buenos resultados de los profesionales en este complejo procedimiento.
Si nos centramos sólo en este último aspecto, los resultados, el cirujano de Sensabell Plastic Surgery, matiza que la edad puede marcar, aquí si, una pequeña diferencia en quirófano, ya que la piel adolece de la normal pérdida de colágeno propiciada por el paso del tiempo. Presenta, por lo tanto, menor elasticidad y capacidad de retracción.
En cualquiera de los casos, madre joven, madre tardía, habrá que esperar seis meses tras dar a luz y otros seis, en caso de dar el pecho a su bebé, para realizarse un mommy makeover.
Esta intervención combinada engloba la reconstrucción mamaria con implantes y mastopexia (elevación de la mama si se precisa), tratamiento de la región abdominal, corrección de las cicatrices –especialmente en caso de cesárea– y retensado de la piel.
El tratamiento del abdomen depende del estado de la pared muscular de la zona. La abdominoplastia es la intervención indicada cuando hay separación de los músculos abdominales y, además, flacidez cutánea. Este proceso no descarta, por otro lado, la liposucción, explica Jesús Centeno, que se realiza para contribuir a la mejora del contorno corporal.
En la abodminoplastia se retensa también la piel del ombligo, procedimiento conocido como umbilicoplastia, pero que rararamente, reconoce el doctor, se solicita de manera aislada.
El rostro, que muestra una belleza especial durante el embarazo, sufre, a la par, un proceso de fatiga crónica durante la crianza, debido a las normales preocupaciones, las obligaciones para con el bebé y el insomnio.
Para recuperar esta vitalidad perdida la doctora María Teresa Achiques, experta en medicina estética de esta clínica valenciana, recomienda la micropunción. También conocida como microneedling, su eficacia se diversifica, pues no sólo aporta tersura, hidratación, luz y firmeza, sino que también sirve contra el melasma o “máscara de embarazo”. Hablamos de unas manchas propias de este periodo, que pueden llegar a afectar a la mitad de las embarazadas y que surgen a causa de la hiperpigmentación producida por cambios hormonales.
Para las estrías y la flacidez, la doctora recomienda Nano Turbo-Roller, que favorece la recuperación de la elasticidad perdida.
También en la clínica, tratamientos de aparatología estética como el drenaje linfático, la cavitación y la presoterapia pueden facilitar la eliminación de líquido retenido, en áreas como las piernas y los glúteos.
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