Actualmente, el oxígeno tópico empleado para rejuvenecer la piel y remodelar la zona facial toma cada día más fuerza y sigue ampliándose su uso en la práctica médica estética. Se ha convertido en una alternativa para aquellos pacientes que desean mejorar las condiciones de su piel sin someterse a una intervención quirúrgica y, de igual forma, es empleado por los profesionales del gremio como una técnica integral posterior a las cirugías estéticas y de sostén para los resultados ya obtenidos.
Por la Dra. Jazmín Fragoso
El uso del oxígeno en la medicina no es reciente; se remonta a la década de 1930, iniciándose con el uso de cámaras hiperbáricas para tratar el síndrome de descompresión. En décadas posteriores, se comprobaron los efectos positivos que dichos tratamientos con oxígeno tenían sobre ciertos tejidos, especialmente en la piel, donde se popularizó su uso para tratamientos de regeneración celular y tratamiento de lesiones, principalmente úlceras y lesiones en fase de cicatrización, reduciendo notablemente el tiempo de recuperación.
Características del oxígeno en la piel
En 1851, el Dr. Gerlach, tras varios estudios, comprobó que las capas superficiales de la piel recibían el aporte de oxígeno principalmente a través del intercambio atmosférico, siendo muy reducido el obtenido a través del riego sanguíneo.
El desarrollo de nuevas tecnologías, como los sensores ópticos, que ayudan a la medición del oxígeno transcutáneo, y el corneómetro, que permite especificar la profundidad de penetración del oxígeno en la piel, han permitido determinar que la piel, en capas superficiales, de 0,25 a 0,40 mm (epidermis y corion superior), obtiene una mayor cantidad de oxígeno a través de la atmósfera de la que le aporta el transporte sanguíneo, demostrándose así las hipótesis del Dr. Gerlach.
La disminución del oxígeno atmosférico en capas superficiales de la piel por las condiciones ambientales y contaminación tiene un fuerte impacto en el funcionamiento de dichas estructuras, siendo uno de los factores más importantes para la aparición de los signos del envejecimiento. El paso inherente del tiempo disminuye el aporte de oxígeno en las capas más profundas de la piel, favoreciendo la aparición de la ritidiosis, así como una pérdida en la densidad del tejido. Se estima que dicha pérdida es del 25 % a los 30 años, alcanzando el 50 % entre los 40 y los 60 años.
La remodelación facial con oxígeno tiene como finalidad reemplazar estas pérdidas de oxígeno, atenuando y retardando los efectos del envejecimiento en la piel al disminuir la profundidad y longitud cutánea de las líneas de expresión y arrugas.
Tratamiento
El tratamiento de remodelación facial se basa en la aplicación de oxígeno tópico generado por un concentrador en proporciones superiores al 90 % en oxígeno y en presiones superiores a la atmosférica. Este diferencial de presión favorece la absorción del oxígeno suprafisiológico hasta profundidades de 2 a 3 mm.
Existen actualmente dos formas principales para este tratamiento, diferenciándose principalmente por la forma de aplicación del oxígeno sobre la piel: el tratamiento con casco cefálico y con manípulo.
El tratamiento con casco cefálico se basa en la combinación de técnicas de relajación a través de luces led (roja y azul) y la aplicación de oxígeno en presiones no inferiores a 8 bar durante un periodo continuado de 30 minutos.
A diferencia de la técnica anterior, la aplicación con manípulo permite un tratamiento más localizado. Al tener contacto con la piel, el experto usa una guía anatómica y biodinámica para realizar los movimientos necesarios y favorecer y remodelar así los rasgos faciales, mejorar el riego sanguíneo y el drenaje linfático. Dicha técnica se acompaña de la formulación de un sérum hidrófilo que, con los componentes adecuados (principalmente vitaminas, antioxidantes, ácido hialurónico y péptidos), PH y densidad, mejoran notablemente la piel.
El tratamiento se realiza a 2-3 mm de la piel con parámetros de 3 a 5 bar en ángulo de 45º para la aplicación del sérum y de 90º para la aplicación de oxígeno, consiguiendo así que se genere una burbuja localizada a una presión de 1,5 bar sobre la piel, recreando una pequeña cámara hiperbárica, saturando el oxígeno epidérmico y favoreciendo la absorción del sérum hidrófilo.
La aplicación del tratamiento no resulta dolorosa ni invasiva, convirtiéndose en una experiencia sensorial agradable para el paciente, añadiendo un componente relajante al tratamiento. Aunado a que no requiere tiempo de recuperación, lo convierte en una alternativa para un gran número de pacientes.
Según un estudio realizado con 50 pacientes de diferentes edades, se ha podido comprobar que los resultados tras la aplicación del oxígeno son notorios desde la primera sesión y perduran durante un mínimo de 6 días. Este periodo aumenta de forma proporcional a la mejoría de las condiciones de la piel con el paso de las sesiones y los cuidados adicionales que conlleva la realización del tratamiento estético, como son el uso de productos de limpieza e hidratación específicos para cada tipo de piel, protección solar, rutina de limpieza y dieta balanceada.
Asimismo, el rango de edad que presentó mayor mejoría se encuentra entre los 30 y 45 años, ya que a partir de esta edad hay una menor capacidad de absorción
del oxígeno, así como un decremento en la densidad del colágeno y la elastina en la piel. Es por esto que la oxigenoterapia facial no debe plantearse solo como una terapia de rejuvenecimiento, sino también como un tratamiento preventivo para pacientes jóvenes.
Resultados obtenidos con la remodelación facial con oxígeno
Para la obtención de resultados fiables se recomiendan un mínimo de 6 sesiones, dependiendo de la edad y tipo de piel, así como una valoración y seguimiento médico constante. Asimismo, se deben revisar con el paciente las expectativas respecto al tratamiento ya que, al no tratarse de una intervención quirúrgica, el alcance de los resultados puede considerarse limitado o insuficiente por parte del paciente.
Los beneficios obtenidos a través de la remodelación facial con oxígeno y que fueron comprobados en el estudio son principalmente la disminución en las líneas de expresión y arrugas, tanto en profundidad como en longitud, aumento en la producción del colágeno y la elastina y disminución de las lesiones características en pieles con acné. Asimismo, favorece el riego sanguíneo en la piel mejorando la apariencia, atenuando las rojeces y consiguiendo un tono de piel uniforme; elimina la acumulación de queratina, mejorando la textura de la piel y, por último, se logra una remodelación facial favoreciendo la estética del paciente.
Dra. Jazmín Fragoso
Doctora especialista en medicina estética
> Licenciada como Médico Cirujano por el Instituto Politécnico Nacional.
> Máster en Medicina Estética UNcu.
> Experto avanzado en uso y alcances de la aparatología en medicina estética IPPC/UNAM.
> Máster en tratamientos faciales UNcu.
> Miembro Numerario Sociedad de Médicos Familiares y Generales de México.
> Responsable técnico de la marca BeOxy España.
> Coordinadora de Nuevos Proyectos (I+D+I) Bodybrite México.
Deja una respuesta