Tratamientos en alopecia androgénica y efluvio telógeno

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La medicina capilar está en constante avance y cada vez son más los tratamientos médicos y quirúrgicos que tenemos en nuestras manos para mejorar la alopecia de nuestros pacientes. Pero no todos funcionan por igual. En este artículo vamos a resumir las principales terapias médicas utilizadas en los dos tipos principales de alopecia a los que nos enfrentamos: la androgénica y el efluvio telógeno.

Por el Dr. Javier Pedraz Muñoz

La alopecia androgénica es la caída de pelo más frecuente en el varón y afecta de forma habitual a la zona frontotemporal (la zona de las “entradas”), zona superior y coronilla. También puede afectar a las mujeres de igual forma.

Por otro lado, la caída de pelo denominada efluvio telógeno es una caída difusa (por todo el cuero cabelludo por igual), aunque en ocasiones puede afectar a algunas zonas más que a otras. Este tipo de caída puede tener múltiples causas, entre las que se encuentran la genética, el estrés, los déficits de vitaminas y minerales (hierro, zinc, vitamina D, vitamina B12, ácido fólico), las alteraciones hormonales (tiroides, hormonas femeninas o masculinas, hormonas suprarrenales), la COVID, etc.

Consideraciones generales

Los tratamientos médicos de la alopecia androgénica y del efluvio telógeno son similares, por lo que nos referiremos a ellos conjuntamente. Los dividiremos en tratamientos médicos (tanto tópicos o aplicados directamente en el cuero cabelludo como sistémicos o en pastillas) y tratamientos inyectados.

Siempre merece la pena recalcar que el objetivo de estas terapias es mantener el pelo que está en proceso de caída y fortalecerlo, pero no podemos esperar que crezca pelo “nuevo” con la aplicación, ingesta o inyección de ninguno de estos recursos. También hay que considerar que los tratamientos médicos para el pelo son eficaces durante el tiempo que se están realizando y un tiempo después (variable en función de cada uno), pero no para siempre.

Por tanto, si nos sometemos durante una etapa a un tratamiento médico y posteriormente lo suspendemos, nos quedaremos exactamente igual que si no lo hubiéramos realizado. Eso sí, disfrutaremos de los beneficios del mismo (menor caída, mayor fortalecimiento del pelo) durante el periodo en el que estemos llevándolo a cabo.

No existe un protocolo exacto de administración de este tipo de tratamientos, con lo que podemos combinar cualquiera de ellos sin problema para intentar obtener un mejor resultado

Otra consideración a tener en cuenta es que no existe un protocolo exacto de administración de este tipo de tratamientos, con lo que podemos combinar cualquiera de ellos sin problema para intentar obtener un mejor resultado.

En la tabla podemos ver resumidos los diferentes tipos de tratamientos disponibles para estas dos enfermedades tan frecuentes.

Tratamientos médicos

Minoxidil

Sin duda, uno de los fármacos más conocidos, por su frecuencia de uso, es el minoxidil, que se ha utilizado (y se sigue utilizando) desde hace varios años para alopecia androgénica y efluvio telógeno. Este recibió su aprobación por la FDA (Food and Drug Administration) en 1988 en varones (minoxidil tópico 5 %) y en 1992 para mujeres (minoxidil tópico 2 %). Desde entonces se ha venido empleando en su forma tópica con muy buenos resultados clínicos, pero con el inconveniente de que solía ensuciar el pelo, debido, principalmente, al excipiente que solía incorporar, el propilenglicol. Esto provocaba que la adherencia al tratamiento no fuera siempre el adecuado.

Por ello, desde hace algunos años hasta ahora se ha venido imponiendo la utilización del mismo principio activo, minoxidil, pero en cápsulas. Debido a que la dosis que se utiliza para estas cápsulas no se encuentra comercializada, habitualmente se tienen que fabricar en farmacia como fórmula magistral a las siguientes dosis: 0,5-1,25 mg en mujeres y 2,5-5 mg en varones, aunque se pueden utilizar otras dosis.

Otra vía de administración que está actualmente en estudio es el minoxidil sublingual, que posiblemente llegará al mercado en los próximos años.

En cuanto a los efectos secundarios de minoxidil, el más preocupante (principalmente en mujeres) es el fortalecimiento del vello de zonas fuera del cuero cabelludo (cara, brazos, piernas, etc.), lo que, en ocasiones, condiciona su uso.

También de forma tópica se ha utilizado, con menos frecuencia, el nanoxidil, un análogo de minoxidil.

Finasteride

Otro de los tratamientos más ampliamente utilizados es finasteride, principalmente en varones (sistémico, dosis 1 mg), pero también en mujeres (sistémico, dosis 5 mg, fuera de ficha técnica). En ambos casos se obtienen muy buenos resultados, aunque mejores en pacientes masculinos.

El principal problema al que habitualmente nos hemos enfrentado con finasteride han sido los efectos secundarios descritos en varones, que, si bien no son frecuentes, sí que han provocado que determinados pacientes desecharan el tratamiento. Estos efectos secundarios están relacionados con la esfera sexual, pues está descrito que este compuesto puede disminuir la libido y/o la potencia sexual.

Recientemente se ha comercializado finasteride en su forma tópica que, según los estudios presentados, tiene una eficacia similar a la forma sistémica (comprimidos) pero sin la probabilidad de efectos secundarios.

Dutasteride

También de forma reciente se está generalizando el uso de dutasteride (no aprobado para alopecia) a dosis de 0,5 mg tanto en varones como en mujeres. Existe la posibilidad de tomar esta pastilla todos los días o ir reduciendo la dosis en función de la eficacia a 3-5 días en semana. Es un tratamiento aparentemente más eficaz que finasteride y con una tasa similar de efectos secundarios.

De forma reciente se está generalizando el uso de dutasteride (no aprobado para alopecia) a dosis de 0,5 mg tanto en varones como en mujeres. Es aparentemente más eficaz que finasteride y con una tasa similar de efectos secundarios

Otros

Para pacientes mujeres también hay disponible una gran variedad de tratamientos con efecto antiandrógeno (habitualmente en pastillas). De los más utilizados son la espironolactona o la bicalutamida, pero también están disponibles en el mercado el acetato de ciproterona, la drosperinona o la cimetidina. Asimismo, existen estudios de este tipo de medicamentos en su forma tópica (progesterona, espironolactona, canrenona, estradiol).

En el caso del efluvio telógeno, aparte de los tratamientos mencionados, debemos suplementar a los pacientes en caso de encontrar algún déficit específico. De las alteraciones más frecuentemente encontradas (más frecuentemente en mujeres) son los niveles reducidos de ferritina, vitamina D y zinc.

Tratamientos inyectados

Uno de los tratamientos inyectados directamente en el cuero cabelludo más frecuentemente utilizados es el plasma rico en plaquetas (PRP). Si bien no existe un protocolo exacto en cuanto a la forma de obtención de este plasma ni al número o frecuencia de las sesiones a realizar, una pauta habitual es realizar este tratamiento cada 3 meses.

Otro de los procedimientos habituales son las microinyecciones en mesoterapia de dutasteride. La dosis habitual es de 0,01–0,05 % y, aunque no existe un protocolo exacto, se suele administrar cada 1-3 meses. Con la inyección de este medicamento directamente en el cuero cabelludo evitamos en gran medida los efectos secundarios a nivel sexual, más habituales con su forma sistémica (pastillas).

Otra opción recurrente es la mesoterapia con vitaminas, entre otros componentes. Los estudios comparativos con este tipo de tratamiento son difíciles, ya que cada mesoterapia suele contener habitualmente una composición diferente y, en función de esta, la eficacia puede variar.

Siempre se recomienda que sean lo más completas posible y que incluyan en su composición la presencia de vitaminas, oligoelementos, aminoácidos, factores de crecimiento, factores antiandrógenos o ácido hialurónico.

Otra posible terapia para alopecia androgénica y efluvio telógeno es el láser de baja potencia que, si bien no es un tratamiento inyectado, lo incluimos en este grupo, pues se aplica directamente sobre el cuero cabelludo. Su gran ventaja es que no es un tratamiento doloroso y prácticamente no tiene efectos secundarios. Como ocurre con otros métodos ya citados, no existe un protocolo exacto de sesiones a realizar, pero habitualmente se suelen pautar entre 3 y 7 sesiones a la semana.

Otras opciones

En este apartado incluimos otros tratamientos menos habituales, en la mayoría de las ocasiones porque todavía no se dispone de los estudios de eficacia suficientes como para animar a los médicos dedicados a la tricología a utilizarlos.

Entre las indicaciones tópicas destaca la utilización de Serenoa repens, Sabal serrulata, zinc, Fabao 101d, lamin, aminoácidos, minerales, hierro, vitaminas, polisorbato 80 o ketoconazol 2 %.

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Entre los tratamientos sistémicos (pastillas) también cabe destacar la utilización de Serenoa repens, análogos de protaglandinas (también utilizados en alopecia areata) o los agonistas de la vía Wnt/β-catenina.

Entre los inyectados, se puede destacar la utilización de pantotenato de calcio e inositol en mujeres posmenopáusicas. También se ha empleado ocasionalmente la toxina botulínica para intentar frenar la alopecia.

En el caso del efluvio telógeno también se podría recurrir a la melatonina, tanto tópica como sistémica (pastillas). Asimismo, para tener un cabello saludable, se recomienda la pérdida de peso (si existe sobrepeso), la eliminación del tabaco o la protección solar. No debemos olvidar tampoco la posible utilización de medidas cosméticas como las pelucas, fibras de queratina, peinados o la micropigmentación. Y siempre tener en cuenta que, donde los tratamientos no pueden llegar, siempre tendremos la posibilidad de realizar un microtrasplante capilar en pacientes adecuados que quieran ver un aumento en la cantidad de pelo.

La importancia de un buen diseño en trasplante capilar

¿Qué nos espera en el futuro? Sin duda, el futuro en el manejo médico de la alopecia pasa por las células madre, un campo que se encuentra actualmente en estudio; es decir, no tiene actualmente aplicación en práctica clínica, pero marcará el futuro de estas enfermedades. Esperemos que la “clonación capilar” o la utilización de las células madre para crear nuevos folículos pilosos sea una realidad en un corto espacio de tiempo.

Conclusiones

Podemos destacar que existen múltiples tratamientos para la alopecia androgénica y el efluvio telógeno, los dos tipos de caída de pelo más frecuentes en la actualidad. Pero no todos ellos presentan la misma eficacia, como hemos visto previamente, por lo que siempre es aconsejable consultar a un médico especialista, preferiblemente un dermatólogo.

Remarcar, asimismo, que debemos abordar a estos pacientes también desde un punto de vista psicológico, porque no olvidemos que la alopecia causa una gran merma en la autoestima y la forma de interaccionar con el mundo en las personas que la padecen.

El mundo de la tricología están en expansión y es por ello que cada vez tenemos más y más tratamientos disponibles para manejar esta patología.