A menudo se confunde con una forma de gordura, pero la flacidez en la cara interna de los muslos se produce por la escasa consistencia de la dermis en la zona y la acción de la gravedad a partir de los 40. Los nuevos gestos quirúrgicos del Lifting Crural practicado por el Dr. Chamosa eliminan las feas ondulaciones que delatan el descolgamiento de los muslos, pero sobre todo y más trascendental, evitan el descenso de la cicatriz fuera del biquini.
La flacidez en la cara interna de los muslos, con o sin grasa acumulada, es un deslizamiento de las partes blandas que se produce por la escasa consistencia de la dermis en la zona y la acción de la gravedad a lo largo de los años. La falta de ejercicio y las variaciones de peso contribuyen al estiramiento de una piel que cede y finalmente se colapsa, mostrando un relieve irregular, que a menudo se confunde con celulitis. Tal y como explica el Dr. Chamosa “la gente no sabe expresar si tiene grasa localizada o flacidez. Algunas personas refieren movimiento de los muslos al andar u ‘hoyitos’ en la superficie. Si la flacidez se presenta asociada a grasa localizada, conviene realizar una modesta liposucción seguida del estiramiento de la piel porque el vaciado completo de la grasa excedente puede empeorar el cuadro. La palma abierta sobre el muslo, tensando la piel hacia la ingle, es la prueba que determina la existencia de flacidez, así como el nivel de corrección necesario y la cantidad de piel sobrante”
Tras la toma de fotografías y el análisis del caso por parte del especialista, se piden pruebas de coagulación, electrocardiograma y radiografía. Se recomienda suspender la ingesta de anti-inflamatorios y de aspirina dos semanas antes de la intervención, que se realiza tras el rasurado integral de la zona.
Primer gesto clave: es el de la incisión, que ya no se practica en la línea de la ingle, para evitar su descenso más abajo del biquini con el curso del tiempo. Actualmente se lleva a cabo desde la ingle hacia arriba, en paralelo al pubis, para continuar luego hacia el costado. Esta técnica resulta clave para que la fuerza descargue en la tripa y no en los genitales, que de otra manera, se abren y pierden su forma original.
Segundo gesto clave: tiene que ver con el anclaje de los tejidos descendidos, que se reposicionan y se sujetan a los alrededores del llamado tubérculo genital (tendón de los abductores), exactamente a la Fascia de Colles. Se trata de traccionar las partes blandas hacia arriba, cosiéndolas a esta estructura fija que se sitúa en la cara interna de la ingle, mediante un mínimo de tres puntos con hilo trenzado no reabsorbible, de especial resistencia.
Una vez realizado este trabajo estructural a nivel interno, se elimina la piel sobrante y se realiza una sutura intradérmica (hilván) reab- sorbible.
Anestesia: total o epidural con sedación.
Duración: 3 horas aprox.
Hospital: 1 noche.
Faja: se cintura a rodilla y se lleva con o sin liposucción practicada, desde la salida del quirófano hasta 3 semanas después, con el fin de ejercer una presión homogénea a nivel de la ingle.
Hematomas: no son muchos ni pronunciados, pero migran hacia la rodilla interna.
Inflamación: es importante a las 48 horas, pero remite poco a poco y desaparece por completo al mes.
Ejercicio: se recomienda deambular desde el principio, pudiéndose practicar a partir del mes.
Cicatriz: se percibe roja y dura durante los primeros meses, pero evoluciona para adquirir un tacto y color normales después de varios meses y hasta el año. La flacidez incipiente requiere una incisión de 8 cms, la avanzada precisa una de 25 cms que va por dentro del biquini a nivel de la ingle, desde la mitad del muslo en su cara anterior hasta la mitad de la cara posterior.
Recomendaciones: mantener la piel seca y lavar la cicatriz con antisépticos del tipo Betadine Vaginal.
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