Urgencias en estética: ¿Estamos preparados?

Cada cierto tiempo –¿cada vez más?– conocemos casos dramáticos o de extrema gravedad en las especialidades médico-estéticas. A menudo es a causa del intrusismo de profesionales no autorizados a realizar dichas intervenciones. Pero, ¿qué hay de las situaciones inesperadas que se le presentan a profesionales capacitados, pero no habituados a complicaciones? Plantéese: si mañana se diese una reacción infrecuente y de extrema urgencia, ¿sabría reaccionar y manejarla?

Hablamos con la Dra. Joaquina Louro Castro, médico de urgencias y docente habitual en los cursos de formación de este en esta materia que cada año organiza la Sociedad Española de Medicina Estética. Louro se muestra satisfecha con la participación de profesionales médico-estéticos en estos cursos y su nivel de formación, pero recuerda la importancia del refuerzo continuo de estos conocimientos, y llama a las sociedades y colegios médicos a que realicen una labor de concienciación para ello. Por la parte que nos toca, también tratamos de cumplir esa misión.

urgencias en estetica

Dra. Joaquina Louro Castro

Médico de Urgencias del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña. Graduada en Derecho por la Universidad de A Coruña. Premio extraordinario Máster en abogacía 2018-2019. Actualmente en servicios especiales, como asesora del área de sanidad de la Valedora do Pobo.

Pregunta- Todos los años en el congreso de SEME se realizan varios cursos de urgencias (Anestesia y reanimación, Urgencias en ME). ¿Es porque es muy necesario, o es porque falta mucha formación; ambas?

Respuesta- La respuesta, sin lugar a dudas, es porque es muy necesaria la formación en este campo, y esto se debe fundamentalmente a que existen situaciones médicas en las que, si no se actúa de inmediato, en cuestión de minutos, se puede producir la muerte del paciente.

El profesional debe conocer y aplicar los protocolos que procedan de inmediato, sin perjuicio de avisar a los servicios especializados en urgencias y emergencias médicas para proceder al traslado y tratamiento definitivo del paciente, de ser el caso.

En mi experiencia impartiendo cursos a este colectivo no he objetivado falta de formación a este respecto; todo lo contrario, lo que he percibido ha sido mucho trabajo y respeto por todo lo que concierne al ámbito de la urgencia y emergencia médica.

P.- ¿Para qué urgencias deberían estar formados y preparados siempre los médicos estéticos?

R.- Todo médico que aplica una sustancia debe estar siempre preparado para una reacción alérgica a la misma. Esta quizás sea la situación clínica a la que los facultativos deben responder de forma más contundente, pues en cierto modo ellos mismos la provocan.

También se deben conocer los efectos adversos de las distintas formulaciones y, aunque no se trate de “urgencias médicas” en sentido estricto, hay que tener presente que estamos en el campo de la medicina satisfactiva, no curativa, en la mayoría de los casos, por lo que lo deseable sería minimizar cualquier efecto adverso que se pudiera producir motivado por los diferentes procedimientos que se realicen en la consulta de medicina estética.

Como es obvio, y como facultativos que son, sería deseable formación en el campo del soporte vital básico y avanzado, así como en el manejo del dolor torácico, emergencia hipertensiva y urgencias relacionadas con la diabetes.

P.- ¿Qué hay de sus equipos; qué es lo mínimo que deben saber realizar enfermeros y otros miembros del equipo en una clínica médico-estética?

R.- Siguiendo la línea de la pregunta anterior, el equipo debe estar entrenado en las situaciones descritas con cursos de formación teórico-práctica de forma continuada.

El equipo debe respetar las indicaciones del coordinador de la emergencia médica y este debe ser la persona que más experiencia y/o formación tenga en la materia.

Se precisa, asimismo, disponibilidad de ciertos fármacos y equipos específicos en la consulta o en un lugar accesible y próximo al que se pueda acceder en cuestión de unos pocos minutos de producirse el supuesto de hecho.

P.- ¿Considera que en este país los profesionales de la rama estética están suficientemente preparados para atender urgencias?

R.- Carezco de los datos de un estudio a nivel nacional que pudiera avalar cualquier respuesta por mi parte. No obstante, en mi experiencia como docente, los profesionales de la materia han demostrado capacidad para la asistencia sanitaria de las diferentes situaciones clínicas que pueden englobarse dentro del término “urgencias”.

Suelo encontrar a personal muy preocupado por la formación en este campo y que realiza cursos en este sentido de forma periódica.

“El profesional debe conocer y aplicar los protocolos que procedan de inmediato, sin perjuicio de avisar a los servicios especializados en urgencias y emergencias médicas para proceder al traslado y tratamiento definitivo del paciente”

P.- Sabemos que existen clínicas en las que el personal médico, acostumbrado a que no se den a menudo urgencias, no está siempre capacitado para tratarlas. ¿Cuánto de a menudo ocurren desgracias o situaciones indeseadas y reversibles si existiese la formación adecuada?

R.- La formación en el campo de la urgencia y especialmente la emergencia médica es fundamental porque, como he mencionado ut supra, en el caso de las emergencias médicas el tratamiento no se puede diferir en el tiempo, por lo que el profesional debe conocer y manejar los protocolos de antemano. Sin embargo, también hay que tener presente que, en ocasiones, aunque se apliquen correctamente los protocolos definidos por la comunidad científica en cada momento, puede producirse un desenlace fatal por la gravedad de la patología en cuestión. Obviamente, este desenlace será más probable que se produzca cuanta menos formación tenga el profesional sanitario en este campo.

P.- ¿Cuáles diría que son, si los hubiera, los problemas principales que pueden existir: falta de formación inicial, falta de formación constante y refresco continuo…? Si los hubiera. ¿Considera que hay una falta de refuerzo por parte de las instituciones médicas; falta de persecución o incluso de marco legal que limite estas situaciones?

R.- En mi opinión, podría existir un problema de falta de refresco continuo más que de formación inicial, por existir en ocasiones la falsa convicción en el profesional sanitario de poseer los conocimientos necesarios para hacer frente a una situación de este tipo por tener cierto grado de formación inicial.

Desde las sociedades médicas debe realizarse una labor de concienciación constante y programación de la formación teórico-práctica que permita a los profesionales estar preparados para cualquier eventualidad en este sentido. En esta labor, sin duda, también es relevante el papel de los colegios médicos y la programación de la formación continua a sus asociados.

No creo necesaria, en el momento actual, endurecer la regulación legal en esta materia.

“Cuanto menor es la probabilidad de que un profesional asista a una urgencia o emergencia médica, mayor es la necesidad de realizar formación continua ven esta materia”

P.- En este sentido, ¿cuáles son las obligaciones legales de los médicos estéticos en cuanto a formación de urgencias?

R.- El programa MIR en España facilita a los profesionales sanitarios formación en el campo de la urgencia y emergencia médica, formación que es necesaria para obtener la titulación de las distintas especialidades médicas, de modo que, inicialmente, esta formación teórico-práctica se imparte en el marco de la formación MIR en nuestro medio.

Posteriormente, se hace necesaria una labor de formación continua para abordar correctamente situaciones de este tipo que puedan surgir.

P.- ¿Qué urgencias suelen ser las más comunes?

R.- Afortunadamente, las urgencias más comunes son las más banales, el cuadro vasovagal, la hipertensión, la hipoglucemia y la crisis de ansiedad.

P.- ¿Qué urgencias no son comunes, pero pueden ocurrir, por idiosincrasia o tipología del paciente?

R.- Una crisis comicial, un shock anafiláctico tras administración de una sustancia, un infarto agudo de miocardio, una emergencia hipertensiva o incluso una parada cardiorespiratoria, pueden ocurrir. Los profesionales sanitarios en el ejercicio de su profesión deben conocer los protocolos a seguir en las situaciones clínicas consideradas como urgentes, avisar a los servicios de emergencias extrahospitalarios y seguir sus instrucciones con el objetivo de proporcionar al paciente una asistencia sanitaria de calidad.

P.- ¿Cuándo se considera negligencia o mala praxis?

R.- Calificar una actuación médica de negligente compete exclusivamente al ámbito judicial. No obstante, se puede decir que el facultativo debe cumplir con su deber de que el procedimiento o la actuación médica se desarrolle con sujeción a la lex artis: de acuerdo con la evidencia científica del momento y previa intervención de un consentimiento informado que cumpla con los requisitos exigidos en medicina satifactiva, si es el caso; es decir, que se facilite al paciente, usando palabras del Tribunal Supremo, una información objetiva, veraz, completa y asequible, que comprenda las posibilidades de fracaso de la intervención, es decir, el pronóstico sobre la probabilidad del resultado, y también secuelas, riesgos, complicaciones o resultados adversos que se puedan producir que sean de carácter permanente o temporal, con independencia de su frecuencia.

P.- ¿Cada cuánto debe refrescar un profesional que realice intervenciones estéticas su formación en urgencias?
¿Cómo animarlos a ello?

R.- Cuanto menor es la probabilidad de que un profesional asista a una urgencia o emergencia médica, mayor es la necesidad de realizar formación continua en esta materia, por lo que lo importante sería realizar una labor de concienciación, bien desde las diferentes sociedades científicas, bien desde los colegios profesionales, para que los propios sanitarios, en función de sus particulares características, demandasen este tipo de formación con la periodicidad que necesiten.