Vasto Waist para ceñir la cintura

Con el Vasto Waist se crea la faja interna que el Dr. Chamosa induce por fibrosis en todo el perímetro de la cintura, cuando la reduce mediante lipoaspiración circunferencial, incidiendo en el dorso y los flancos, las zonas más duras y con menor riesgo de irregularidades en el tronco. “La piel -explica- queda literalmente pegada al músculo, ofreciendo una retracción exponencialmente mayor, de éxito garantizado”.

Candidatas al vasto waist

■ Biotipo androide: Es una silueta genéticamente heredada, que se caracteriza por tener caderas estrechas y poca o nula cintura.

■ Talle alto: Se corresponde con siluetas alargadas, cuyas cinturas se sitúan un par de centímetros más arriba de donde proporcionalmente las corresponde.

■ Cintura engrosada: Se da incluso en mujeres delgadas, que por embarazos, cambios de peso o presión hormonal durante la menopausia, pierden la curva de la cintura. En mujeres con sobrepeso se añaden michelines en los flancos (asas del amor), que desfiguran la espalda.

La técnica Vasto Waist

■ El dorso: La lipodistrofia situada en el tronco a nivel de los laterales (flancos) y de la cadera alta (cresta ilíaca), constituye un depósito de grasa excedente que no solo deforma la cintura, sino que envilece la vista de los glúteos por detrás. Tal y como explica el Dr. Chamosa “la piel de la espalda a ese nivel está formada por un tejido muy fibroso, especialmente duro. Esta circunstancia, que requiere gran esfuerzo por parte del cirujano, es sin embargo muy favorable para la paciente, ya que permite ser más agresivos en la aspiración. Con menor riesgo de irregularidades cutáneas, estas zonas pueden trabajarse a fondo para recrear la concavidad perdida y marcar la cintura de forma decisiva porque jamás queda fláccida”.

Los abordajes se realizan a través de dos incisiones simétricas en los laterales y de una tercera que se sitúa sobre la rabadilla. Es a través de estos micro orificios de 3 ó 4 mm cada uno, que la cánula se desliza para aspirar el tejido graso en forma de abanico.

 

El abdomen: El abordaje de la zona abdominal, afecta casi siempre a la lipodistrofia en los flancos, es mucho más delicado porque es menos fibrosa y depende de la calidad cutánea, comprometida a menudo por los embarazos. La liposucción en este caso, se realiza a través de dos incisiones en el pubis y siempre con prudencia, anticipando la capacidad de retracción.

En caso de franca flacidez, el consejo del Dr. Chamosa es realizar una lipo-abdominoplastia o Mini Tummy Tuck, que además de extirpar la grasa excedente, permite estirar y eliminar la piel sobrante, aprovechando la cicatriz de la cesárea si la hubiera.

■ Hospitalización: Unas horas tras la intervención.

■ Anestesia: Local Tumescente con sedación intravenosa.

Duración: 2 ó 3 horas.

 

Antes y después

■ Pre-operatorio: Se solicitan análisis de sangre, pruebas de coagulación y electrocardiograma informado. El estudio fotográfico en consulta, especialmente el realizado por detrás, permite evidenciar las desproporciones a corregir, calculando los volúmenes por de más y por de menos, para armonizar posteriormente en quirófano. “Yo no puedo estar así” es la frase más común de las pacientes a la vista de estas imágenes, que acaban por decidir la intervención.

■ Post-operatorio: La recuperación se produce en el propio domicilio, tras pasar unas horas en el hospital, desde donde se sale con una faja de tipo body, que se lleva 24 hrs al día durante tres semanas. Requiere deambulación precoz, que se acompaña con la administración de Heparina cada 24 hrs durante diez días. Existe la posibilidad de hematomas en el bajo vientre, que desaparecen a la semana o a los 15 días. El edema resultante se elimina progresivamente durante un mes y la incorporación al trabajo puede darse a los 3 ó 4 días. Los puntos se retiran en consulta a la semana y los resultados se perciben de inmediato, siendo definitivos a los 3 meses.