Mis “top 3” cirugías plásticas faciales, por la Dra. Obdulia Cañadas Moreno

Mis top 3 cirugías faciales
Mis top 3 cirugías faciales

Rejuvenecimiento facial, blefaroplastia y lifting de cejas, y lifting de labio superior: ¿en qué casos son necesarias? ¿Quién es el paciente ideal, y en qué ocasiones elegiremos estas intervenciones quirúrgicas frente a tratamientos no invasivos, o bien las combinaremos con estos? Vemos a continuación cómo valoramos estas tres cirugías faciales, tres de las más demandadas en mi práctica clínica.

Por la Dra. Obdulia Cañadas Moreno

1. Cirugía rejuvenecimiento facial. ¿Cuándo es el momento?

En los últimos años, los tratamientos no invasivos de rejuvenecimiento facial han aumentado de forma importante. Cada vez más, estos procedimientos de medicina estética se realizan de una forma más científica, conociendo mejor el proceso de envejecimiento y la evolución de los tejidos faciales.

Pero, ¿cuándo es el momento de dar el salto de un tratamiento estético a una cirugía facial? Como cirujana plástica creo que el primer escalón es tener una buena relación y entendimiento entre el médico estético y el cirujano plástico. Si conocemos bien las bases del envejecimiento y cómo evolucionan los tejidos de la estructura facial, se pueden realizar y combinar tratamientos y cirugía para obtener el mejor resultado. Esta es la experiencia que vivo en mi trabajo diario tanto a nivel de sanidad pública como privada. Es más que sabido que el trabajo en equipo y multidisciplinar, combinando tratamientos y cirugía, es la mejor opción.

2. Blefaroplastia y lifting de cejas. ¿En qué casos?

Con el envejecimiento se reduce el volumen óseo frontal y malar, se atrofian componentes grasos superficiales y profundos, y la flacidez de los tejidos blandos como la piel, músculos y ligamentos favorece que el tercio superior y medio pierdan proyección, por tanto, las estructuras faciales van a caer. En la zona periorbitaria esto da un aspecto de mirada triste, y en tercio medio e inferior lo que va a provocar es que aparezcan arrugas en la zona de los surcos nasogenianos y un acúmulo tisular en la zona mandibular.

En los casos en los que las cejas están muy caídas por debajo del reborde orbitario se pueden aplicar técnicas de lifting de cejas, mediante lifting de tercio superior o mediante lifting de cejas directo, con extirpación cutánea, que permite subir hasta 0,5 o 1 cm las cejas. Esta cirugía hace que esa impresión de ceja caída y el aspecto cansado o enfadado del paciente mejore y se obtenga un ojo más abierto y más rejuvenecido. Se puede realizar mediante cirugía ambulatoria, bajo anestesia local, combinado con una blefaroplastia superior o inferior. La cicatriz suele quedar oculta en la raíz del pelo o en la zona superior de la ceja.

Es importante cuidar bien la cicatriz para que sea lo menos evidente posible. En ocasiones, pasados al menos 6 meses de la cirugía, si es preciso, puede realizarse un microblading de la ceja para disimular el aspecto de la cicatriz.

La blefaroplastia superior está indicada cuando el exceso cutáneo es de moderado a severo, en ocasiones no permitiendo ver los campos visuales laterales por el exceso de piel en los cantos externos. Cuando la blefarocalasia es excesiva y con los tratamientos menos invasivos no es suficiente para mejorar el aspecto del párpado, es el momento indicado para extirpar dicha piel mediante cirugía.

La blefaroplastia superior o el lifting de cejas se puede realizar en quirófano bajo anestesia local, o local con sedación. Sin embargo, la blefaroplastia inferior es preferible realizarla en quirófano bajo anestesia local y sedación o con anestesia general (nuestra preferencia), puesto que, al extirpar las bolsas grasas; concretamente, al traccionar dichas bolsas, podemos favorecer un efecto de bradicardia en el paciente.

La blefaroplastia inferior se puede realizar transconjuntival, a través del pliegue de la conjuntiva del párpado, y es más aconsejado, puesto que lesiona menos el músculo orbicular. Otra técnica de blefaroplastia inferior es la transcutánea, en caso que haya que extirpar festones malares o un exceso de piel del párpado inferior. La técnica transcutánea suele usarse menos, y se escoge si es preciso reparar alguna alteración de los tejidos del párpado inferior como pueden ser las malposiciones de este. Se puede asociar a un lifting de tercio medio o a injerto de grasa, en caso de presentar un vector negativo en la zona malar, por pérdida de soporte del párpado inferior.

3. Lifting de labio superior. Trabajo en equipo.

Esta técnica se aplica en casos de labios blancos largos con poca proyección del labio rojo y en casos de pérdida de proyección del labio superior. Es una técnica que permite, mediante extirpación directa cutánea, elevar el labio hasta 0,5 mm para acortar el labio blanco y mejorar la proyección. Puede asociarse en el mismo acto o posteriormente a un relleno del labio rojo o del perfil del labio.

En las dos clínicas donde trabajo actualmente, ante un caso de rejuvenecimiento facial que precise varias técnicas, suelo valorarlo conjuntamente con la médico estético (en el caso de Kclinik, en Granada, con la Dra. Mar Serrano) o el dermatólogo (el Dr. Francisco Almazán en Dermoclínica Dr. Almazán, en Motril). En consulta conjunta valoramos cuales son los objetivos del paciente, cuáles son sus antecedentes médicos, el tratamiento habitual que toma, cómo son sus tejidos y qué técnicas pueden conseguir el mejor resultado. En esta consulta valoramos también los tiempos de cada tratamiento. En ocasiones preferimos una preparación de la piel y los tejidos previa a la cirugía.

Actualmente existe la “medicina preventiva estética”, que consiste en aplicar técnicas infiltrativas, láser y cuidados de la piel comenzando desde edades tempranas, para evitar y prevenir el fotoenvejecimiento y la atrofia tisular. No obstante, llega un momento en el que solo la cirugía puede conseguir unos resultados más relevantes. En otras ocasiones se realiza la cirugía y complementamos el tratamiento mediante equipos de láser, radiofrecuencia o tratamientos de medicina estética para refinar resultados.

En conclusión, es importante hacer una valoración previa a cualquier tratamiento, decidir las limitaciones de cada técnica, tanto quirúrgica como médico-estética, y elegir cómo complementarlas, siempre con un buen trabajo en equipo y entendiendo bien el proceso de envejecimiento.