La forma más objetiva y precisa que existe para valorar el tipo de piel es el análisis genético, lo que conocemos como DERMATOGENÉTICA
Cuatro son las variables que permiten desplegar todo el poder y sabiduría de la Dermatogenética en torno al tratamiento de la piel. Será a su vez la Dermatogenética la que nos haga tomar las medidas específicas y personalizadas para cada caso y garantizar así el cuidado y el mantenimiento de la salud cutánea aumentando su potencial de protección y su capacidad de regeneración.
Gracias a la valoración dermatogenética podemos determinar:
1º. El grado de firmeza y elasticidad de la piel valorando la tendencia o predisposición a las arrugas
En el congreso de la Sociedad Americana de cirugía plástica celebrado recientemente en Seattle se hizo referencia a las últimas investigaciones que se han realizado en cuanto a este tema se refiere. Así, recientes estudios del Loma Linda University Medical Center de California constataron mediante diferentes investigaciones que las mujeres tienden a desarrollar el mismo tipo de arrugas que poseen sus madres. Los autores de esta investigación, Matthew Camp, Zachary Filip, Wendy Wong y Subhas Gupta confirman que estos estudios podían marcar nuevas pautas a seguir tanto en dermatocosmética como en cirugía cosmética.
No obstante, éste, como los otros temas analizados, han de evaluarse en el contexto multifactorial y el resultado final, además de las recomendaciones dependerá de su potencial de respuesta respecto a todo lo que evaluamos en este test (su vulnerabilidad frente a radicales libres, rayos solares, humo del tabaco, la cafeína, la dieta.).
El colágeno es el componente principal de la piel siendo su principal proteína estructural. Sin la presencia de las fibras de colágeno, la piel no mostraría su elasticidad, tersura y firmeza. De hecho, con el paso de los años comenzamos a perder colágeno y estos son los signos que muestra nuestra piel, mucho más evidentes alrededor de los 50 años, cuando hemos perdido aproximadamente un 15% del colágeno, lo que implica que la piel retenga mucho menos agua, siendo cada vez más delgada y con mayor tendencia a arrugarse.
Este proceso no ocurre de igual forma en todas las personas pues hay individuos que genéticamente tienden a tener una destrucción de colágeno más acelerada que otros.
Están identificados los principales mecanismos que intervienen en la degradación del colágeno, un proceso que fisiológicamente comienza a evidenciarse alrededor de los 35-40 años, siendo una proteína conocida como Matrix-Metalopeptidasa 1 (MMP-1) o colagenasa la principal responsable.
Durante la juventud, cuando la piel es tersa, firme y elástica, existe un equilibrio entre la producción y la degradación del colágeno siempre que nuestra MMP-1 o colagenasa esté en las concentraciones adecuadas. Sin embargo, se ha observado que aproximadamente 1 de cada 3 personas, presentan una variante genética que determina una producción exagerada de MMP-1 y que por tanto, manifiestan de forma más acusada la aspereza, flacidez y la mayor tendencia a arrugas.
La tecnología es capaz de identificar su potencial genético para manifestar los signos del envejecimiento prematuro de la piel determinando si está presente o no dicha variante genética en su gen MMP-1.
2º. La vulnerabilidad particular al daño solar y fotopigmentación
La vulnerabilidad especial a efectos adversos de la radiación UV puede verse en 2 de cada 5 personas, lo que indica que necesitan factores de protección de mayor concentración para evitar complicaciones cutáneas que incluso les lleven al padecimiento de melanomas.
(Aquí podemos tener conflicto con el test MELANOMA RISK de Sistemas Genómicos (ver página 17), no obstante es muy importante incorporar esta información en un análisis de dermatogenética).
Además de los SNPs propios de este apartado, se ha de considerar el apartado de tolerancia al estrés oxidativo para las recomendaciones finales.
Siempre se nos ha prevenido de los efectos adversos de exponerse directamente al sol, sobre todo entre las 10:00 y las 14:00 horas, cuando son mayores los picos de radiación ultravioleta. Entre estos efectos negativos el más temido es el cáncer de piel (melanoma), pero también está el envejecimiento cutáneo prematuro. La mejor evidencia la tenemos en los marineros y su famosa piel curtida. De hecho, está demostrado que el 90% de los signos de envejecimiento cutáneo prematuro tiene su origen en el exceso, tanto en intensidad como en frecuencia, de exposición a la radiación UV, ya que los daños de dicho factor sobre la piel tienen un efecto acumulativo.
Los efectos directos de la radiación UV sobre la piel son: daño al ADN de la epidermis; inflamación persistente y aumento del estrés oxidativo. Estos efectos negativos se manifiestan en los siguientes signos:
> Cambios en la textura de la piel
(arrugas gruesas y coloración amarillenta).
> Cambios en los vasos sanguíneos
(Telangiectasias y fragilidad capilar).
> Fotopigmentación (pecas, manchas).
> Irregularidades (baches) en la piel (Kerasotes).
> Cáncer.
La naturaleza nos ha dotado de mecanismos biológicos naturales de protección frente a la radiación UV, sin embargo, no todos tenemos el mismo nivel de funcionamiento (protección) de estos mecanismos.
Se ha documentado que aproximadamente 2 de cada 5 personas portan variaciones en sus genes que afectan directamente su protección natural frente a la radiación UV. Para estas personas las estrategias de prevención han de ser más enérgicas y en estos casos incluso estaría totalmente contraindicada la exposición a las cabinas de rayos UV.
3º. El estado de los mecanismos de defensa frente a los radicales libres y los tóxicos potencialmente dañinos para la piel.
Somos organismos que dependemos del oxígeno para vivir, sin embargo, este elemento conlleva un efecto negativo desastroso: la oxidación. La oxidación genera radicales libres que son unas moléculas muy reactivas capaces de inducir daños en el material genético de todo nuestro cuerpo. Siendo la piel el mayor órgano que poseemos, es fácil entender que es uno de los principales afectados en este proceso.
Los radicales libres sobre la piel originar toda una reacción en cadena de destrucción celular que va desde la epidermis hasta la hipodermis pasando por la dermis. Los signos de alarma que nos revelan la presencia de este ataque a nivel de la piel son la aparición de la decoloración irregular o en parches, la aparición de manchas y la textura desigual de la piel. Pero este proceso va más allá, también puede llevarnos a la aparición de cataratas o a la aceleración de la pérdida de visión, e incluso nos puede afectar internamente siendo el origen de diversas enfermedades complejas, las cardiovasculares o el cáncer.
No obstante, tampoco estamos desprotegidos del todo pues la naturaleza nos ha dotado de mecanismos biológicos capaces de defendernos frente al estrés oxidativo. Lo que pasa es que no nos funcionan de la misma manera a todos en función de las combinaciones de genes que hayamos heredado. Hay individuos con variantes de protección más eficientes mientras que los hay con las menos activas, de hecho podemos decir que aproximadamente 1 de cada 2 personas estaría genéticamente predispuesta a tener sus sistemas de protección comprometidos. Estos casos necesitan un tratamiento de soporte más enérgico para corregir las deficiencias (activando los sistemas de protección en déficit) y aumentar el potencial antioxidante mediante un mayor aporte exógeno.
El test Genomic Genetics es capaz de evaluar el estado de sus mecanismos de protección frente al estrés oxidativo para diseñar una estrategia de protección individualizada que le permita aumentar su potencial de defensa. Según las respuestas a este análisis se prescribirá una suplementación con oligoelementos y minerales que intervengan en el control de la vía endógena afectada (cofactores de cada enzima, productos en déficit) tanto de uso interno como de uso tópico (cremas).
4º. El grado de sensibilidad a la inflamación (predisposición a las dermatitis).
La tendencia pro-inflamatoria exagerada puede encontrarse en 8 de cada 10 personas que acudan a nuestra consulta.
La inflamación es la respuesta del sistema inmunológico a invasores extraños tales como virus y bacterias, en este sentido, es otro de nuestros grandes mecanismos defensivos pues la inflamación es, normalmente, una respuesta reparadora. Sin embargo, la inflamación excesiva y mantenida también tiene su lado negativo, siendo la piel uno de los órganos que con mayor intensidad la sufre, de ahí que la inflamación excesiva sea considerada como otro factor de riesgo para el envejecimiento prematuro de la piel. A este nivel, sus signos serían la sensibilización, irritación y enrojecimiento de la piel. Un ejemplo clásico está en las estrías que suelen salir prematuramente alrededor de la boca de los fumadores.
Los contaminantes ambientales y la exposición diaria a productos químicos irritantes pueden ser uno de los factores que contribuya en mayor medida a la inflamación cutánea y a la inflamación crónica en general, sin embargo, debemos tener en cuenta que aproximadamente 8 de cada 10 personas pudieran tener variaciones en determinados genes que le confieran una mayor vulnerabilidad a este proceso y aún más, que les hagan más vulnerables frente a estos agentes contaminantes desencadenantes de la inflamación crónica.
Este análisis genético es capaz de determinar su potencial innato para la inflamación crónica y el estado de sus mecanismos de defensa frente a la mayoría de estos contaminantes ambientales, incluido el humo del tabaco, capaces de acelerar y aumentar el efecto negativo de la inflamación sobre la piel y el organismo en general.
La evaluación de estos 4 puntos permitirá conocer exactamente el tipo de piel de cada persona y la vulnerabilidad real que exista en cada caso ante la exposición a la radiación solar. Sólo el análisis de estas 4 vías posibilitará tomar las medidas totalmente personalizadas para garantizar el cuidado y el mantenimiento de la salud cutánea aumentando su potencial de protección y su capacidad de regeneración.
Dr. José Ignacio Lao medicina genómica
Genomic Genetics Internacional es el primer centro de medicina genómica aplicada a la medicina predictiva dirigido por el profesor Sr. José Ignacio Lao, una única herramienta para el diagnóstico, tratamiento y estrategia de prevención de enfermedades futuras.
“Se diagnostica, trata y realizan estrategias de prevención de enfermedades futuras para que el paciente disfrute de lo que más importa, la vida y su calidad”. Toda una revolución que apunta hacia el presente y el futuro de la salud, el bienestar y el antiaging.
Asesor médico en The Council of Healthcare Advisors del Gerson Lehrman Group’s de Nueva York (EEUU), asesor científico de Preventia Genetics , miembro del comité científico de la Fundación para la Fibromialgia y la Fatiga Crónica.
El Profesor Lao presentó un protocolo de análisis genético que sentó las bases para la creación del primer biochip patentado en el mundo para el análisis simultáneo de las principales vías moleculares que comparten dichos trastornos.
El Prof. Lao ha publicado numerosos trabajos científicos destacando los que recogen su trabajo en enfermedades neurodegenerativas, con especial interés en la genética de la enfermedad de Alzheimer. Eminencia donde las haya, escribió y publicó nada más y nada menos que la primera mutación en España y, tercera en el mundo, en el gen de la presenilina 2 (PSEN2) que causa el tipo 4 de la enfermedad de Alzheimer familiar (AD4).
Por otra parte, fundamentada en sus trabajos en el metabolismo de la homocisteína y las vías de la metilación, publicó en el año 2004 una nueva hipótesis en el campo de la enfermedad de Alzheimer bajo el título The homocysteine pathway: A new target for Alzheimer disease treatment?
En el campo de los trastornos del neurodesarrollo, el Prof. Lao publicó en la revista Neurología en el año 2001 un artículo sobre las bases para el acercamiento del asesoramiento genético en el retraso mental.
Además llevó a cabo el análisis genético-molecular como parte del primer estudio sobre el Síndrome X Frágil en la provincia de Burgos. Siguiendo el trabajo del Prof. Lao en el campo de las enfermedades neurodegenerativas, también cabe destacar la publicación de un estudio de la primera familia en España con una rara enfermedad de trastornos del movimiento (enfermedad de Segawa), entre una larguísima trayectoria y autorías e investigaciones.
Genomic Genetics El primer centro de medicina genómica aplicada a la medicina preventiva
Genomic Genetics International es el primer Centro de Medicina Genómica aplicada a la medicina preventiva. Dirigido por el Prof. José Ignacio Lao, médico genetista coautor del biochip de ADN aplicado al análisis de enfermedades multifactoriales, Genomic Genetics ofrece una herramienta única de diagnóstico, tratamiento y prevención.
Los estudios genéticos de Genomic Genetics International permiten conocer el ADN de cada persona y, a través de él, detectar las enfermedades a las que podemos tener predisposición.
El mecanismo consiste en un sencillo test de saliva, sobre el que el equipo de Genomic Genetics realiza un completo estudio con el objetivo de actuar sobre la expresión del material genético que podría dar lugar a enfermedades futuras, potenciar la expresión de variantes genéticas positivas y, en el caso de darse las primeras manifestaciones de alguna enfermedad, crear un protocolo de tratamiento altamente individualizado y objetivo. En definitiva, el test permite modular la forma en que se expresan los genes, anulando lo que resulta negativo para la salud y potenciando todo aquello que es saludable de manera individualizada.
En este sentido, los análisis genéticos del Dr. Lao se aplican a dos áreas fundamentales: en la aplicación como nuevo concepto de medicina preventiva general, y en el ámbito de los trastornos del neurodesarrollo.
El test permite conocer que no todos los casos, aún teniendo el mismo diagnóstico clínico, pueden ser tratados de la misma manera. A partir de ahí, Genomic Genetics diseña estrategias de recuperación efectivas y seguras que ante todo garanticen una mejor calidad de vida no sólo al paciente, sino también a su familia, a través de la medicación, nutrición y rehabilitación motora personalizadas.
Un proyecto pionero del Dr. Lao
En el año 2005, el Prof. Ignacio Lao, Director Médico de Genomic Genetics International, formó parte de la reunión de expertos auspiciados por la Academia de Ciencias de Nueva York para debatir temas relacionados con las enfermedades neurodegenerativas, envejecimiento humano y cáncer que se celebró en la isla de Stromboli, cuyos resultados fueron publicados en un número especial del anuario de la academia (Annals of the New York Academy of Sciences) del 2006. El Prof. Lao presentó un protocolo de análisis genético que sentó las bases para la creación del primer biochip patentado en el mundo para el análisis simultáneo de las principales vías moleculares que comparten dichos trastornos.
Además, el Dr. Lao es asesor médico en The Council of Healthcare Advisors del Gerson Lehrman Group’s de Nueva York, asesor científico de Preventia Genetics y miembro del comité científico de la Fundación para la Fibromialgia y la Fatiga Crónica.
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