Una vez elegida la ecografía como el método más adecuado para efectuar un estudio de imagen en la especialidad médico-estética (y analizados los motivos), vemos en este artículo cuáles son sus indicaciones faciales y corporales, qué transductor sería el óptimo, y quién podría utilizarlo.
Por la Dra. Susana Bordegaray
En los últimos años, la ecografía se ha convertido en una herramienta de uso habitual en medicina estética. En el año 2009, la Dra. Pilar Rodrigo me animó a entrar en el mundo de las imágenes en estética, y desde aquellos días sigo dedicándole parte de mi tiempo y especialidad (radiodiagnóstico) a esta rama de la imagen diagnóstica.
¿Por qué elegirlo?
Lo primordial a tener en cuenta al efectuar un estudio de imagen es conocer a través de qué método se ven bien los tejidos y áreas anatómicas de estudio. En medicina estética, los tratamientos se realizan sobre los tejidos blandos (piel y tejido celular subcutáneo), y tanto la ecografía como la resonancia magnética (RM) tienen una excelente definición de estos tejidos blandos. Ambos métodos comparten que no utilizan radiación ionizante y, por tanto, son más inocuos para el paciente. No obstante, los equipos de ultrasonido son menos costosos y la accesibilidad a otras especialidades es un hecho
desde hace al menos 35 años.
Una vez elegido el método ecográfico es fundamental conocer la anatomía y el aspecto de los planos mediante ultrasonido (fig. 1).
Los avances tecnológicos son cada vez más rápidos, y en ecografía la definición es cada vez mejor, notando cambios evidentes en las imágenes por ultrasonidos (fig. 2).
Es importante que el médico que decida incorporar la ecografía y dedicarse a ello para sus pacientes o realizar ecografías estéticas para pacientes derivados preste atención a las imágenes que los distintos equipos pueden ofrecer y elegir el más adecuado a sus necesidades.
El transductor necesario para imagen estética es lineal y de alta frecuencia.
¿Cuándo emplearla?
Existen diversas indicaciones para efectuar ecografía en el ámbito de la medicina estética, tanto para medicina estética facial como para medicina estética corporal.
Ecografía facial en ME
Podemos dividir estas indicaciones entre las fases del tratamiento estético: antes, durante o después de este.
Antes del tratamiento se puede indicar ecografía para confirmar o descartar presencia de rellenos estéticos previos, para saber dónde están ubicados y tener una aproximación diagnóstica al tipo de relleno. Además, nos permitirá valorar, en general, el estado de los tejidos faciales y cervicales antes de realizar tratamiento, fundamentalmente con fillers (fig. 3).
También está indicada la ecografía pretratamiento para efectuar un mapeo vascular de las regiones a tratar, para descartar variantes anatómicas, vasos de gran calibre en la zona y/o alteraciones anatómicas por cirugías previas (fig. 4).
También es posible visualizar los planos musculares y valorar el espesor de los músculos y su movilidad (fig. 5).
En cuanto a la indicación durante tratamiento, daré mi punto de vista personal: creo que es posible efectuar tratamientos ecodirigidos, es decir, el control inmediato después de efectuar un tratamiento, o al terminar distintos puntos de inyección y controlar volúmenes y profundidad, si se cuenta con ecógrafo en consulta. Considero que realizar tratamientos ecoguiados con control ecográfico durante la inyección requiere de un ayudante que se ocupe del transductor y las modificaciones de imagen si fueran necesarias.
Frente a las complicaciones vasculares que pueden darse inmediatas al tratamiento, la clínica es la guía fundamental, y si se cuenta con ecógrafo se puede aplicar Doppler para valorar flujo y volumen del filler.
Las ecografías postratamiento fundamentalmente son para la valoración de complicaciones: tipo, extensión, hallazgos asociados (alteraciones en tiroides, adenopatías), localización (migración). Además, se utilizan como guía de tratamiento para inyecciones intralesionales (fig. 6).
Hay consenso en que, en dermatología, se necesita un transductor de al menos 15 MHz. Para estudiar envejecimiento cutáneo creo recomendable usar uno de más de 17 MHz.
Quiero destacar que es distinto efectuar un tratamiento ecoguiado de una complicación; por ejemplo, un granuloma. Al ser algo estático, es posible mantener el transductor con una mano y con la otra manipular la jeringa con el antídoto o tratamiento (hialuronidasa, 5FU, corticoides, etc.) y su aguja, por lo que puede ser realizado por una sola persona.
En mi caso, tengo la suerte de trabajar con la Dra. Paloma Tejero en una unidad de efectos adversos. Creo que lo ideal es combinar la experiencia clínica y de imagen para conseguir mejores resultados y con el fin último de beneficiar a los pacientes.
Ecografía corporal en ME.
La ecografía en medicina estética corporal se puede utilizar en la valoración de tejidos blandos antes, durante y después de tratamientos estéticos en entidades como celulitis, adiposidades localizadas, detección de fillers y complicaciones de estos. El uso más habitual es el estudio del estado de la piel y el tejido celular subcutáneo en pacientes con celulitis, valorando edemas, grosor e irregularidad o ruptura de los septos fibrosos y aspecto de las extrusiones hipodérmicas (fig. 7).
También se puede utilizar la ecografía para medición de tejido celular subcutáneo en pacientes con sobrepeso y obesidad; así como el estado muscular en aquellos en los cuales se sospeche sarcopenia, para así implementar medidas nutricionales y deportivas o derivar a especialistas determinados.
Tuve la oportunidad de trabajar con la Dra. Emilce Insua en varios casos de lipedema, ocupándome del diagnóstico por RM y efectuando comparativas con el estudio ecográfico. La ecografía se puede utilizar en el diagnóstico de lipedema.
¿Cómo utilizarla?
Ya se ha comentado que el transductor necesario para ecografía en medicina estética es lineal de alta frecuencia. Bien, existe un consenso europeo para ecografía dermatológica que ha llegado a la conclusión de que para estudios de ultrasonido en dermatología (incluyendo oncología dermatológica) se necesita un transductor de al menos 15 MHz. Estoy de acuerdo si se va a utilizar para ecografía facial solamente. De hecho, para estudiar envejecimiento cutáneo creo recomendable usar un transductor de más de 17 MHz.
Como radióloga, utilizo en distintas consultas ecógrafos diferentes, con transductores diversos, desde 12 MHz hasta 18 MHz, y de varias marcas, para estudios estéticos.
Siempre que se dominen las variables del ecógrafo que se esté utilizando se podrán obtener imágenes de calidad. Para estudios corporales, los transductores de muy alta frecuencia no tienen definición adecuada en profundidad; y lo contrario para estudios faciales.
Considero que dedicarse a ecografía estética requiere lo mismo que para dedicarse a cualquier subespecialidad: conocimiento del método, sus bases físicas, las variables ecográficas para conseguir imágenes útiles y de calidad, conocimiento de la anatomía de las zonas que se tratan, del aspecto ecográfico de los tejidos, de los materiales de relleno, de las complicaciones, y de su tratamiento. Hay que dedicar tiempo para conseguir las habilidades y practicar la técnica todo lo posible.
Siempre que se dominen las variables del ecógrafo que se esté utilizando se podrán obtener imágenes de calidad.
¿Quién puede o debe usarla?
Médicos estéticos que quieran complementar sus consultas con ecografía, médicos radiólogos interesados en estudios ecográficos de medicina estética, médicos ecografistas interesados en realizar estudios ultrasonográficos de medicina estética, dermatólogos que dedican parte de su consulta a tratamientos estéticos y que quieran incorporar ecografía, al igual que cirujanos estéticos en esa situación.
La realidad, no solamente en España, es que la ecografía como método de diagnóstico no tiene una legislación clara, y por tanto no es un área restringida al diagnóstico por imágenes. Por eso creo que lo importante es la capacitación en la técnica y la práctica para conseguir la experiencia necesaria para beneficiar al paciente. Siempre, nuestro objetivo debe ser beneficiar al paciente.
Y, para beneficiar al paciente, es necesario que haya una buena comunicación entre especialistas: quien solicita debe aportar toda la información posible, y el que realiza el estudio debe concluir de acuerdo con lo solicitado.
Dr. Susana Bordegaray
Especialista en diagnóstico por imágenes
➤ Experta en Women´s Imaging.
➤ Revisora de la Revista Argentina de Radiología, subespecialidades de mama y ginecoobstetricia.
➤ Diagnóstico por imágenes en medicina y cirugía estética.
➤ Docente del máster de Medicina estética de la Universidad Complutense de Madrid; módulo
de agnóstico por imágenes
➤ Docente del máster de Medicina estética y Bienestar del COMB (SEME); módulo de Diagnóstico por imágenes.
➤ Exprofesora de la materia de Diagnóstico por imágenes en la carrera de Medicina de la Universidad Favaloro y de la carrera de Especialista en Diagnóstico por imágenes de la Universidad del Salvador, Argentina
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