En dermatología, cada vez está más probado que el empleo de distintos láseres combinados para tratar el mismo problema o varias problemáticas en una misma sesión ofrece mejores resultados en un tiempo menor y sin prolongar el tiempo de recuperación. Aunque hay múltiples combinaciones posibles, en este artículo se señalan algunas que han demostrado los mejores resultados en función de los problemas dermatológicos y estéticos que se quieran abordar.
Por el Dr. Adrián Alegre
Los láseres dermatológicos abarcan un inmenso abanico de tratamientos. Estos van desde los láseres que se utilizan para depilación, en múltiples sesiones, hasta los que empleamos para tratamientos quirúrgicos, pasando por láseres vasculares, láseres de pigmento o luz pulsada intensa.
Uno de los principales aspectos a tener en cuenta en los láseres dermatológicos es el periodo de recuperación al que tendrán que enfrentarse los pacientes. En este sentido, cada vez son más demandados los tratamientos estéticos que, sin reducir la eficacia, impliquen tiempos de recuperación rápidos y cómodos, que no obliguen a limitar las actividades sociales tras cada sesión.
En el campo de la dermatología estética cada vez está más demostrado que, con el empleo de distintos láseres combinados para tratar el mismo problema o abordando distintos problemas en una misma sesión, se consiguen mejores resultados en un número menor de sesiones. Además, el empleo de varios láseres simultáneamente no tiene por qué llevar asociados tiempos de recuperación más prolongados, sino más bien lo contrario: conseguimos una mayor eficacia sin empeorar la complicación.
Son múltiples y casi ilimitadas las posibles combinaciones de láseres, que podrán adaptarse a la patología de nuestro paciente (envejecimiento con predominio de arrugas, manchas, tendencia acneica o rosácea, etc.), pero también a su tipo de piel, a la época del año o incluso a las preferencias en cada caso.
A continuación se proponen algunas de las combinaciones con mejores resultados en función de los problemas dermatológicos y estéticos que pretendamos abordar.
Con los láseres fraccionados ablativos los resultados pueden ser excelentes con solo una sesión, pero el periodo de recuperación es más largo. Si los combinamos con sus versiones no ablativas, conseguiremos minimizar el tiempo de recuperación conservando los excelentes resultados
1. Doble remodelado no ablativo, con láser fraccionado no . ablativo convencional y láser fraccionado Q-switched de picosegundos
El láser fraccionado no ablativo es un tratamiento con mucho éxito en dermatología estética por su excelente tolerancia, su rápida recuperación y sus buenos resultados cuando acumulamos varias sesiones. Mediante la combinación de un láser fraccionado no ablativo convencional con la tecnología de láser Q-switched de picosegundos, también en versión fraccionada, conseguimos potenciar aún más estos resultados, manteniendo la tolerancia y la rápida recuperación. El láser no ablativo convencional tendrá un efecto en las partes más profundas de la dermis, mientras que el láser de picosegundos ejerce un efecto en la parte más superficial de la dermis o epidermis. De esta forma, trataremos la piel en todo su conjunto.
La aplicación de PR inmediatamente después de un láser de cualquier tipo alcanza un objetivo doble: potencia el efecto del tratamiento y acelera su recuperación
El efecto principal de los láseres Q-switched de picosegundos con lentes fraccionadas viene determinado por un mecanismo fotoacústico. Debido a los pulsos ultracortos de muy alta energía, se consigue una disrupción de la capa más superficial de la piel sin prácticamente depósito de calor. Esto permite conseguir resultados de remodelado casi sin tiempo de recuperación ni complicaciones. El periodo de recuperación únicamente abarca 1 o 2 días con mínimo eritema sobre el que se puede aplicar maquillaje. Para que los resultados sean perfectos se requiere un mínimo de 3-5 sesiones. Se trata de un procedimiento ideal para arrugas finas y medias, mejorar el tamaño de piel y cicatrices o estrías suaves.
2. Luz pulsada intensa y remodelado no ablativo
La combinación de un láser fraccionado no ablativo junto con luz pulsada intensa es un tratamiento excelente que abarca distintos objetivos. Por una parte, el láser fraccionado consigue inducir un aumento de colágeno, produciendo un retensado en la piel y rellenando arrugas finas y medias. Mientras tanto, la luz pulsada intensa, además de inducir por sí sola mayor síntesis de colágeno, es un excelente tratamiento para pieles con alteraciones vasculares (vasitos dilatados) y alteraciones de pigmento (manchas solares como los lentigos). Por lo tanto, en una misma sesión trataríamos todos los aspectos del envejecimiento: pérdida de elasticidad y arrugas, dilataciones vasculares y manchas solares. El tiempo de recuperación es mínimo y abarca unos 3-5 días de enrojecimiento de la zona junto con pequeñas costritas en las zonas donde haya manchas solares, que pueden durar alrededor de una semana. Los resultados pueden ser óptimos con 2-3 sesiones.
3. Remodelado mixto: ablativo y no ablativo con láseres fraccionados
Los láseres fraccionados ablativos, como el láser de CO2 o el de Erbio: YAG, son aquellos que producen auténticas vaporizaciones de la superficie cutánea en forma de microcolumnas separadas entre sí. Estos láseres son los que se utilizan para casos de arrugas más pronunciadas, daño solar intenso o cicatrices más marcadas (marcas de acné, quemaduras, cicatrices quirúrgicas, etc.). Los resultados pueden ser excelentes con solo una sesión, pero el periodo de recuperación es más largo que con otros láseres, ya que incluye la aparición de costras y pelado en la piel, que pueden durar hasta 10-15 días, y un enrojecimiento que puede abarcar de 2 a 4 semanas. Por esta razón, recurrimos a combinar estos láseres ablativos con sus versiones no ablativas. Así, en las partes más marcadas de la cicatriz o en las arrugas más profundas, se usa la versión ablativa mientras que en el resto de la zona a tratar se usa el láser no ablativo. Con esto se consigue minimizar el tiempo de recuperación conservando los excelentes resultados.
4. Doble tratamiento antimanchas: luz pulsada intensa y láser de picosegundos
A la hora de tratar hiperpigmentaciones en la piel en forma de manchas solares y otras discromías, muchas veces nos enfrentamos al problema de que los pacientes no solo tienen manchas claramente marcadas, sino también una pigmentación poco homogénea de fondo. Esto es muy habitual en zonas muy expuestas al sol, tales como la cara, el escote o el dorso de las manos. Una de las mejores soluciones para estos casos es combinar un tratamiento de luz pulsada intensa, en modo de barrido generalizado, junto con un láser selectivo para hiperpigmentaciones, entre los que destacan los láseres Q-switched de picosegundos. De esta forma, es como si realizáramos una “limpieza” general con la luz pulsada, para posteriormente rematar de forma selectiva las manchas más marcadas. Conseguiremos una piel completamente limpia de manchas en un máximo de dos sesiones. La recuperación es muy rápida; solo se destaca la formación de pequeñas costras superficiales en las zonas donde hubiera manchas más marcadas.
5. Combinaciones de láseres con plasma rico en plaquetas (PRP)
El plasma rico en plaquetas (PRP) es un producto autólogo obtenido de la sangre del propio paciente, mediante la extracción y el centrifugado de esta. Contiene una enorme cantidad de factores de crecimiento y moléculas que ayudan en la reparación celular y normalización. Al ser inyectado superficialmente, consigue inducir, a nivel cutáneo, un aumento de síntesis de colágeno, reducir inflamación y mejorar la calidad general de nuestra piel. Su aplicación inmediatamente después de un láser de cualquier tipo es una excelente herramienta para conseguir un objetivo doble: potencia el efecto del tratamiento y acelera su recuperación. Es especialmente útil en los tratamientos con láseres de mayor energía, como los láseres fraccionados ablativos (CO2, Erbio: YAG) que se utilizan para rejuvenecimiento, cicatrices de acné o secuelas de quemaduras. El número de sesiones dependerá del láser que empleemos y del objetivo, pero por lo general, el PRP consigue acortar el número de sesiones y mejorar los resultados.
Aunque estas son algunas de las combinaciones más frecuentes y útiles que podemos hacer con distintos láseres, existen infinidad de opciones que podemos adaptar a cada situación. Lo ideal es llegar a un correcto plan de tratamiento combinado, teniendo en cuenta no solo el diagnóstico dermatológico de la piel a tratar y los objetivos que buscamos, sino también otros factores como la época del año, la recuperación que podamos aceptar o el número de sesiones que se pretendan realizar.
Dr. Adrián Alegre
Dermatólogo estético
- Dermatólogo en Grupo de Dermatología Pedro Jaén (2018-actualidad).
- Médico adjunto del Servicio de Dermatología del Centro Médico QuirónSalud Tres Cantos (Madrid) (2018-actualidad).
- Médico adjunto del Servicio de Dermatología del Hospital QuirónSalud-Ruber Juan Bravo 49, Madrid (2018-actualidad).
- Médico adjunto del Servicio de Dermatología del Hospital QuirónSalud Madrid, Pozuelo de Alarcón (Madrid) (2018-actualidad).
- Profesor del máster Internacional de Dermatología Estética de la Universidad Alcalá de Henares (2017).
- Médico interno residente en Dermatología en Hospital Ramón y Cajal, Madrid (2014-2018).
- Profesor de Dermatología en la Academia CTO Medicina: formación para médicos en el examen de acceso al M.I.R. (2014-2017).
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