Del 13 al 15 de febrero se celebra, en Málaga, el 40 Congreso de la Sociedad Española de Medicina Estética y el 24 Congreso Mundial de Medicina Estética UIME. Los números romanos de esta edición del congreso tienen esta vez un doble sentido, una coincidencia simpática que simboliza un hecho constatable: que este congreso, cada año, se hace más y más grande.
Dra. Blanca Miller

Presidenta de la Unión Internacional de Medicina Estética (UIME)
y presidenta del comité científico internacional del congreso
Pregunta- Dra. Miller, esta edición tiene un especial carácter internacional. ¿Cómo ha sido trabajar en conjunto con los distintos comités? ¿Qué función tiene el comité internacional?
R.- El carácter internacional de esta edición ha permitido un trabajo conjunto excepcional entre los comités nacionales de SEME y el comité internacional, con el objetivo de integrar perspectivas diversas y promover estándares éticos y científicos en todo el mundo.
Este comité tiene una función clave: facilitar la colaboración global y garantizar que la medicina estética avance de manera responsable, segura y basada en evidencia. Este enfoque también fomenta el intercambio de conocimientos y la adopción de prácticas innovadoras que beneficien a los pacientes y profesionales por igual.
P.- En esta ocasión se celebra también el 24 Congreso Mundial de Medicina Estética. ¿Qué une a la medicina estética mundial, qué tendencias son comunes? Y, por el contrario, ¿cuáles son las diferencias más marcadas que cree que podemos ver entre países?
R.- La medicina estética mundial está unida por un propósito común: mejorar la calidad de vida de los pacientes mediante tratamientos seguros, efectivos y personalizados. Entre las tendencias compartidas destacan la creciente demanda de técnicas no quirúrgicas, la búsqueda de resultados naturales y el interés en tratamientos basados en tecnología avanzada, como los biomateriales biocompatibles.
En cuanto a las diferencias, estas suelen surgir de las necesidades locales y las prioridades culturales de cada región, lo cual enriquece el panorama global. Más que una barrera, estas particularidades representan oportunidades para que la medicina estética adopte soluciones diversas y complementarias. Esto asegura que los tratamientos no solo sean efectivos, sino también respetuosos con las expectativas y el contexto de cada paciente, promoviendo una práctica ética.
“El comité internacional tiene una función clave: facilitar la colaboración global y garantizar que la medicina estética avance de manera responsable, segura y basada en evidencia”
P.- Según el presidente de SEME, han variado el planteamiento de las sesiones “para hacerelas más dinámicas” y ajustarse “a los nuevos formatos imperantes”. ¿Qué cambiará concretamente? ¿Qué cambiará?
R.- El nuevo planteamiento de las sesiones busca un aprendizaje más interactivo y práctico. Se han incluido talleres, demostraciones en vivo y mesas redondas para facilitar la transferencia de conocimientos y el análisis de casos reales. Esto permitirá a los asistentes no solo aprender nuevas técnicas, sino también reflexionar sobre los retos éticos, científicos y tecnológicos que enfrenta el sector. Es un formato diseñado para fomentar la participación activa y preparar a los profesionales para su práctica diaria.
P.- ¿Hay algún cambio más? Y, ¿cuáles son las novedades de las que seguro se hablará en este congreso?
R.- Además del formato innovador, el Congreso SEME 2025 aborda temas fundamentales como la sostenibilidad en los tratamientos, el uso ético de la inteligencia artificial y el desarrollo de productos con mayor seguridad y eficacia. También se presentarán avances en técnicas no quirúrgicas y herramientas tecnológicas que personalizan aún más los tratamientos. Este enfoque integral refleja el compromiso del congreso por mantenerse a la vanguardia y garantizar una práctica estética responsable.
P.- Personalmente, ¿a qué ponencias no faltaría?
R.- Es fundamental asistir a las ponencias relacionadas con la inteligencia artificial en la personalización de diagnósticos y tratamientos, así como las que traten sobre el desarrollo de productos innovadores, sostenibles y biocompatibles. También son muy relevantes las sesiones sobre técnicas no invasivas y los retos éticos del sector, ya que abordan los aspectos más críticos para garantizar la seguridad y el bienestar del paciente.
P.- Existen varios temas “a debate” en el programa. A medida que la Medicina Estética crece y avanza, surgen modas, tendencias, falsos prescriptores, productos que prometen y que se normalizan sin las garantías científicas adecuadas… ¿Es necesario tener una posición cada vez más precavida y crítica?
R.- Definitivamente. Es crucial mantener una postura crítica y basada en evidencia frente al crecimiento y las tendencias del sector. La medicina estética debe priorizar siempre la seguridad del paciente, evitando caer en modas sin respaldo científico. Adoptar esta posición no solo protege a los pacientes, sino que también refuerza la confianza en los profesionales y en la disciplina. La responsabilidad ética es el pilar de la práctica médica, y solo mediante una evaluación rigurosa de cada técnica o producto podremos garantizar tratamientos efectivos y seguros que realmente mejoren la calidad de vida de las personas.
Dr. Sergio Fernández
Vicepresidente segundo de SEME
y miembro del comité organizador

Pregunta- Este año celebran su edición XL, y la cifra romana parece más apropiada que nunca. El año pasado superaron el aforo de 980 personas de la sala plenaria, requiriendo una sala auxiliar con capacidad para otras 250 más, y este año se prevé la misma o una mayor asistencia. ¿Se han tomado medidas para dar cabida a esta gran afluencia?
Respuesta- Cada año nos esforzamos por mejorar todo aquello que consideramos que puede ayudar a ofrecer una mejor experiencia a los asistentes de nuestro congreso. Este año hemos ampliado más salas y más metros de exposición para una mayor comodidad de los congresistas.
P.- ¿Cuáles fueron las primeras temáticas o mesas que salieron a la palestra; las que consideraron indispensables incluir en este programa científico?
R.- Sin duda, la IA fue una de las que consideramos indispensables, por la ayuda que puede prestar en nuestra área. Y, por supuesto, todo en torno a la medicina regenerativa, además de las clásicas sobre toxina botulínica, inductores de colágeno, etc.
P.- Las propuestas de participación en su congreso son cada vez mayores. ¿Cómo hacen ese “filtro”; qué variables tienen en cuenta para elegir los temas y ponentes que participarán en el congreso?
R.- Nos basamos en el rigor científico y en todo lo que pueda representar una novedad o utilidad en la clínica.
P.- Y, ¿cómo se aseguran de que una ponencia cuenta con toda la certeza científica, que no incluye opinión del ponente o que no interfieren sus intereses particulares? ¿Hay una revisión previa?
R.- Los organizadores de cada sesión hablan con sus ponentes previamente, y consensuan la dinámica de la mesa y las normas de la misma respecto de esos intereses particulares que pudieran darse.
P.- Personalmente, ¿a qué ponencias no faltaría?
R.- A ninguna; ese es el verdadero problema de SEME, que todas las sesiones tienen un gran nivel científico.
P.- Existen temas peliagudos, que suelen ser motivo de conflicto entre laboratorios y médicos estéticos (duración de la toxina, efectos adversos de los ácidos hialurónicos, exosomas…). El congreso de SEME es puramente científico, pero no se puede olvidar que existe una colaboración o presencia de las casas comerciales. ¿Cómo gestionan este dilema? ¿La ciencia está siempre por delante?
R.- Siempre con respeto, desde la evidencia científica y práctica. Lo que nosotros observamos en la práctica ayuda a la industria a mejorar sus propuestas terapeúticas.
P.- Varias mesas de este congreso hablan de las “Fronteras de la Medicina estética”. ¿Qué temas conviene revisar con una visión crítica?
R.- Todo aquello que pueda parecer mágico…












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