Microagujas: Estado de la cuestión

microagujas

El Tratado de Mesoterapia (1991) fue el primero publicado sobre la materia en España. Este libro supuso un hito para el estudio de esta técnica y, aún hoy, sigue siendo una referencia habitual entre los expertos. Su autor, el Dr. Ignacio Ordiz, una eminencia en el manejo de las microagujas, comparte su opinión sobre la evolución e imagen de la técnica.

Dr. Ignacio Ordiz

Con Dermica Laboratoires

Pregunta- ¿Por qué microagujas? ¿Qué diferencias hay entre las terapias con estas y la mesoterapia convencional?

Respuesta– Las microagujas han demostrado ser una herramienta muy eficaz para conseguir el paso transdérmico de principios activos, hasta tal punto que, tal y como demostré en mi tesis doctoral, en ocasiones podrían incluso competir con la intradermoterapia a la hora de obtener dosis intradérmicas de esos principios.

La diferencia más obvia entre microperforación e inyección intradérmica es que con esta segunda técnica el principio activo se inyecta directamente en la piel.

P.- ¿Más profundidad significa un mejor resultado? ¿Qué opina sobre la tendencia del “vampiro facial”?

R.- La microperforación consigue dos efectos fundamentales: por un lado, los microorificios que se forman en el estrato córneo epidérmico y que deben alcanzar la dermis papilar permiten la perfusión de principios activos que no podrían atravesar la piel intacta, bien sea por su tamaño molecular o por sus propiedad físico-químicas.

Por otro lado, las miles de microheridas que se producen conllevan que se inicien miles de procesos de cicatrización que conducirán a la formación de un neocolágeno, responsable de la renovación de la proteína localizada inmediatamente por debajo de la membrana basal epidérmica, con un efecto rejuvenecedor evidente.

Varios autores han demostrado que no es preciso alcanzar grandes profundidades; de hecho, lo mejor es llegar a la dermis papilar o a un punto intermedio entre esta y la dermis reticular. En profundidades mayores no se va a estimular en mayor grado la síntesis de colágeno ni se va a incrementar el paso transdérmico de principios activos. Al contrario, podemos encontrarnos con un mayor sangrado que no beneficia la técnica y puede tener repercusiones negativas para el paciente (anomalías cicatriciales o hiperpigmentaciones posinflamatorias). Creo que esto explica claramente mi opinión sobre la tendencia a conseguir grandes sangrados con microneedling.

P.- ¿Las microagujas son seguras para el paciente?

R.- Estamos ante un tratamiento seguro cuando se cumplen las normas básicas de asepsia, de utilización de principios activos de calidad y cuando utilizamos equipos que han obtenido la categoría de dispositivo médico de la Unión Europea, como por ejemplo el GoldPen.

P.- ¿Cuáles son las indicaciones de este tratamiento?

R.- Básicamente las descritas anteriormente, es decir, incrementar el paso transdérmico de principios activos tan útiles como la vitamina C o el retinol (y otras muchos) para el rejuvenecimiento cutáneo, así como ayudar a nuestra piel a realizar el turnover fisiológico de forma correcta.

Aquí nos entramos también que situaciones como pigmentaciones cutáneas, hiperqueratosis, anomalías cicatriciales de todo tipo, estrías, etc., entran en el terreno de la microperforación.

P.- ¿Cuántas sesiones son necesarias para obtener los resultados deseados? ¿Qué técnica se aplicará y qué debemos tener en cuenta a la hora de llevarla a cabo para evitar complicaciones?

R.- Respecto a este tema es importante informar al paciente de que es una técnica que debe ser repetida durante todo el año. Si queremos estimular el turnover dermo-epidérmico debemos realizar una sesión mensual, que podemos sustituir por otras técnicas de estímulo fisiológico como son los peelings o la intradermoterapia con vitaminas y ácido hialurónico.

Aunque las complicaciones son muy escasas, debemos tener una asepsia escrupulosa de la piel tratada y obtener de los pacientes la colaboración para evitar actividades como acudir a saunas o piscinas hasta 24-36 horas posteriores a la sesión. Es fundamental el uso de una fotoprotección correcta y una buena hidratación por ingesta activa de agua.

P.- ¿Cuál es la rentabilidad para las clínicas?

R.- La rentabilidad del procedimiento es muy positiva, teniendo en cuenta que no son equipos caros, los consumibles son económicos y no conllevan grandes mantenimientos.

P.- ¿Qué pacientes son candidatos a este tratamiento? ¿Cómo es el postratamiento para el paciente?

R.- Cualquier persona puede beneficiarse de la técnica de microperforación por tratarse de una técnica que se encamina hacia la normalización de la fisiología cutánea. Por lo general, a partir de la treintena, cualquier persona es candidata.

Por otro lado, el postratamiento no exige esfuerzos adicionales aparte del uso de una crema fotoprotectora que sea eficaz. No excluye al paciente de la vida sociolaboral ni familiar, aunque haya que tener presente que pacientes con herpes de repetición pueden sufrir un cuadro de agudización que debe ser tenido en cuenta.

P.- ¿Contraindicaciones?

R.- Son muy escasas; tal vez las infecciones cutáneas en la zona en la que vayamos a realizar el procedimiento. Los mencionados procesos herpéticos perilabiales de repetición no excluyen el tratamiento, pero sí debemos de tenerlos presentes para hacer un tratamiento preventivo-curativo.

P.- Hay un aumento de este tipo de tratamiento. ¿La tendencia es que haya una mayor demanda?

R.- Dado que el método es muy sencillo de poner en práctica y que sus resultados –incrementar el paso transdérmico de principios activos tan útiles como la vitamina C o el retinol para el rejuvenecimiento cutáneo, así como ayudar a nuestra piel a realizar el turnover fisiológico de forma correcta– son reales, estoy convencido de que será una técnica en expansión. Es importante que el médico estético lleve un control del tratamiento para que no se distorsionen esas mínimas reglas de uso con técnicas como la ridículamente llamada “vampírica”, que puede acarrear el descrédito de las microagujas.