Hasta el momento, era un imposible fuera del ámbito quirúrgico -y vía implante-, pero el Ácido Poliláctico llega al rescate de las eternamente acomplejadas por tener las llamadas ‘patitas de gallina’.
El Centro Médico Lajo Plaza acaba de incorporar este tratamiento estético para dar respuesta a la demanda creciente por presumir de piernas bien contorneadas. La estética imperante exige pantorrillas bien formadas y la nueva moda en redes es que el contorno del gemelo mida lo mismo que la parte más delgada del muslo.
El ácido poliláctico es la respuesta ‘soft’ para las que no quieren recurrir a los implantes quirúrgicos ni están dispuestas a pasar 8 horas diarias en el gimnasio.
A diferencia del ácido hialurónico convencional, que se utiliza desde hace años para ‘rellenar’ depresiones, éste se comporta como un relleno dérmico bioestimulante que produce colágeno nuevo y mejora sustancialmente la firmeza, además de aumentar el volumen donde es necesario, proyectando y redondeando las formas de una manera muy natural.
Protocolo
Este ácido se presenta en polvo y debe mezclarse inmediatamente antes de su aplicación con un agua esterilizada.
Después de estudiar detenidamente la forma natural de la pantorrilla y marcar las zonas a trabajar, se introduce una microcánula para inyectar el ácido Poli-láctico en abanico o expresamente en las zonas a proyectar.
Se puede aplicar anestesia local, pero se trata de un tratamiento prácticamente indoloro y no requiere reposo.
Lo único que hay que hacer es llevar unos vendajes tensores en la zona durante 48 horas.
Resultados
Son muy naturales y se empiezan a apreciar tres meses después de la intervención, cuando el gemelo empieza a adquirir la forma deseada.
Pueden durar alrededor de dos años. En caso de pantorrillas muy poco definidas, pueden ser necesarias dos sesiones.
