El Ministerio de Sanidad establece, mediante la modificación de un real decreto, que a partir de ahora solo podrán llevar a cabo el ejercicio de la cirugía estética los especialistas formados específicamente en esta disciplina. Las principales asociaciones de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética españolas valoran la nueva norma.
El pasado sábado 21 de septiembre se publicaba en el BOE la actualización del real decreto que regula la autorización de centros y servicios sanitarios, con el fin de limitar el ejercicio de la cirugía estética a los especialistas y, de estar forma, ampliar garantías contra el intrusismo en este sector y a favor de la seguridad para los pacientes.
Concretamente, lo que se ha modificado es el anexo referido a la definición de “unidad asistencial de cirugía estética”. Según dicta el propio decreto, la U.47 Cirugía estética queda definida como “unidad asistencial en la que un médico con la especialidad en Cirugía plástica, estética y reparadora u otra especialidad quirúrgica o médico-quirúrgica en el ámbito y competencias indicadas en el programa oficial de su especialidad, es responsable de realizar tratamientos quirúrgicos, con finalidad de mejora estética corporal, facial o capilar”.
Qué implica la norma
Según la legislación actual en España, “la cirugía plástica, estética y reparadora es una especialidad médica exclusiva. Esto significa que, en principio, solo los médicos que hayan cursado y superado la formación especializada en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora pueden realizar este tipo de intervenciones, y así está contemplado en su título y en su programa formativo”, nos explica la Dra. Clara Martín Muñiz, cirujano plástico de Oviedo y miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (AECEP).
Por tanto, según esta norma, solo serán admitidos estos centros si el responsable de realizar las intervenciones quirúrgicas con una finalidad estética es un cirujano plástico, reparador y estético vía MIR. No obstante, la norma habla asimismo de “otras especialidades quirúrgicas o médico-quirúrgicas que también incluyan en sus programas formativos “competencias profesionales para el abordaje quirúrgico con finalidades terapéuticas, reparadoras o estéticas, dentro de sus respectivos campos de actuación”. Por ejemplo, indica la Dra. Martín Muñiz, “un otorrinolaringólogo una otoplastia o rinoplastia; o un cirujano maxilofacial una mentoplastia. Asimismo, un dermatólogo puede realizar rellenos dérmicos… No obstante, estos procedimientos deben estar claramente definidos dentro de su programa formativo, y siempre respetando los límites de su especialidad”.
De hecho, al respecto de estos últimos se ha pronunciado la Asociación Española de Dermatología y Venereología, cuya presidenta, la Dra. Yolanda Gilaberte, ha aclarado mediante un comunicado de prensa que “la dermatología es una especialidad médico-quirúrgica que aborda tanto el cuidado de la piel sana como el tratamiento de enfermedades cutáneas, y que incluye entre sus competencias naturales la realización de intervenciones de cirugía estética en este órgano”.
Qué opinan los especialistas
Alberto García Barrenechea, abogado y gerente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE), declara para la revista EME que esta medida “supone un avance en la seguridad del paciente sin precedentes”. Y es que, a partir de ahora, el paciente que vaya a someterse a una operación quirúrgica de cirugía estética va a tener una doble garantía: “primero, saber que el cirujano que le va a operar tiene la formación necesaria, en su troncalidad y en sus estudios de especialidad; y segundo, saber que esos centros médicos donde se realizan las intervenciones tienen todas las garantías jurídicas de que esa persona tiene el aval científico para poder operar”.
Por otro lado, añade el abogado, “se podrá combatir ese intrusismo interprofesional que ha existido hasta ahora dada la proliferación de centros médicos y de cirujanos que, sin una formación evidente, han realizado intervenciones de cirugía plástica, reparadora y estética”. La valoración, por tanto, desde la SECPRE, de la modificación de este Real Decreto es “absolutamente positiva” y la respuesta a algo que, sostiene, “ya veníamos reivindicando desde hace más de 15 años”.
Por su parte, la Dra. Clara Martín Muñiz, como cirujana plástica, dice recibir con gran satisfacción la publicación de esta orden: “Esta nueva normativa representa un paso fundamental hacia la mejora de la calidad y la seguridad en la atención sanitaria, especialmente en el ámbito de la cirugía estética”. Además, como beneficios añadidos, menciona que el establecimiento de unos estándares claros y “un marco de referencia para todos los actores involucrados”, facilitará la comparación entre los diferentes centros y profesionales; y, en última instancia, mejorará la imagen de la especialidad: “al garantizar unos estándares de calidad más altos, la cirugía plástica ganará en prestigio y credibilidad”.
No obstante, la doctora es prudente: “Creo que hay que hacer una interpretación sosegada de la norma para dispersar incertidumbres en los profesionales, los pacientes y los centros sanitarios. Se requiere un análisis riguroso de los programas formativos de algunas especialidades para acotar las competencias en el ámbito estético; y también es imprescindible una campaña de difusión que clarifique y tranquilice a los pacientes”.
Ley “Sara”
La propia ministra de Sanidad, Mónica García, aludía a estos mencionados motivos en un mensaje en la red social X: “Avanzamos a un sistema sanitario más seguro, evitando el intrusismo y protegiendo a los pacientes. Lo hacemos por familias como la de Sara”.
La ministra hace referencia a Sara Gómez, una mujer de Alcantarilla (Murcia) de 39 años que falleció en enero de 2022 tras una lipoescultura practicada en Cartagena por un cirujano que carecía de la formación adecuada para llevar a cabo una operación de este tipo, pues estaba especializado en cirugía cardiovascular. Este famoso caso ha sido determinante para agilizar este cambio en la normativa. “La lucha de su familia ha sido clave para lograr este cambio tan importante. Damos un paso importante hacia un sistema de salud más seguro, para que tragedias como la de Sara no vuelvan a ocurrir”, resaltaba, en el vídeo, Mónica García.
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