17 de septiembre, Día Mundial de la Seguridad del Paciente

Todos los hechos médicos deben realizarse en aras del beneficio del paciente, de su cuidado y mejora. Sin embargo, cuando alguien pasa por un quirófano para curarse una enfermedad se expone a ciertos riesgos ya conocidos. 

Son los mismos que existen cuando esa operación no es vital para la salud, sino que es de carácter electivo. La cirugía estética es uno de estos procedimientos quirúrgicos no esenciales, que se llevan a cabo a petición del paciente, en este caso, para mejorar su aspecto físico. Por su carácter innecesario, precisamente, se deben extremar todas las precauciones, advierte el Dr. Moisés Martín Anaya, profesional con más de treinta años de experiencia en este sector, que recomienda la información como primera vía para una cirugía estética segura. 

En este sentido, lo primero que quiere el doctor es aclarar que las muertes en cirugía estética son hechos extremadamente aislados y que la presencia que ocupan en los titulares de noticias se debe a eso, a su excepcionalidad. 

Tras ella se esconden motivos ya detectados y denunciados por las asociaciones de cirujanos plásticos: el intrusismo —profesionales sin la titulación requerida—, centros que no cumplen con los estándares de calidad y seguridad necesarios para llevar a cabo cirugías y, finalmente, la rebaja en ciertas áreas del proceso. 

Este último punto puede afectar, por ejemplo, al nivel de formación y experiencia del equipo quirúrgico y a la calidad de algunos materiales, así como a la ausencia de medios para atajar cualquier complicación que se pudiera producir en el quirófano. Esto último ocurre con las llamadas clínicas garaje, donde se tiene un pequeño quirófano aislado del resto de servicios básicos de un centro hospitalario.

El low cost en cirugía estética también sale caro. La medicina es salud, no negocio, advierte el cirujano, y en la línea de lo comentado en el párrafo anterior, a mayor rebaja en ciertas áreas, mayor riesgo para el paciente.

También algunas excentricidades que, en opinión de Martín Anaya, desvirtúan el propósito último de la cirugía estética de lograr una belleza armónica, como es el caso de las tallas XXL en los glúteos pueden acabar con el fallecimiento de un paciente. Los glúteos de gran tamaño, que siguen de moda en Latinoamérica, requieren de gran cantidad de grasa infiltrada en una zona muy vascularizada, con el consiguiente peligro de émbolo graso.

Así las cosas, Moisés Martín Anaya, deja este listado de consejos para una cirugía estética sin riesgos:

  1. Siempre es mejor consultar en sociedades médicas profesionales y acreditadas sobre la trayectoria o la solvencia de un cirujano plástico que hacerlo en foros de internet, a menudo contaminados interesadamente. Tener información sobre el doctor que va a realizar la operación, sus credenciales y su posible pertenencia a asociaciones profesionales como AECEP o SECPRE.
  2. Las cirugías estéticas que requieren anestesia general o de cierta duración no se hacen en las clínicas, sino en los hospitales. El paciente debe asegurarse de que el doctor que le va a intervenir lo haga en un centro en el que se cumplen todos los protocolos necesarios. Que si pase algo tengan una Unidad de Cuidados Intensivos y puedan hacer frente a situaciones complicadas.
  3. Que no realice la entrevista un comercial. Es un peligro no sólo para la salud del paciente, sino para el resultado final de la cirugía. La primera cita y la preparación para la operación debe realizarse siempre bajo los consejos y orientación del cirujano. Sólo él sabrá qué preguntar a nivel médico para evitar riesgos y ofrecer una propuesta de belleza basada en el físico global del paciente.
  4. El paciente debe asegurarse de que el mismo médico que va a realizar la operación o alguien de su equipo hace el seguimiento postoperatorio. Este es uno de los riesgos del llamado turismo de salud, que los pacientes regresan, en muchas ocasiones, a sus países de origen, con las vendas puestas en el avión.  En caso de problemas, no tienen a quién acudir o, si lo hacen, tendrán que realizar un nuevo desembolso económico.
  5. Se deben seguir todas las recomendaciones del cirujano: Es importante, por ejemplo, reducir el consumo de tabaco antes de la operación, porque el tabaco puede contribuir a la formación de coágulos, a la mala cicatrización y a las infecciones.

Por último, Moisés Martín Anaya especifica las complicaciones que pueden presentarse en una cirugía estética.

La  primera es el hematoma, que se produce por acumulación de sangre en el área operada, y que a veces puede llegar a requerir una nueva intervención para eliminarlo. En segundo lugar el doctor cita las infecciones, que pueden ser sencillas y tratarse con antibiótico o precisar de la retirada del material de relleno, como pueden ser los implantes mamarios.