¿Dura menos ahora la toxina que antes?

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Es un debate que lleva tiempo preocupando a la comunidad de médicos estéticos. Esta se divide entre los profesionales que opinan que algo pasa con la duración de la toxina, y se lo achacan a los fabricantes; y los que piensan que todo sigue igual, y que si hay alguna irregularidad ha de deberse a fallos en la aplicación u otros motivos ajenos al producto.

Hoy, al igual que se hizo en las últimas jornadas de la Asociación de Medicina Estética de Castilla La-Mancha, ponemos cara a cara a dos especialistas para que, basándose en su experiencia, respondan a esta cuestión y nos pongan al día del estado de esta cuestión.

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Dr. Fernando García Monforte
Medicina y Cirugía Estética

Profesor en el uso de toxina botulínica a nivel facial en varias universidades
Director médico de la Clínica Renacimiento Canarias (Las Palmas de Gran Canaria)

Dr. Hernán Pinto
Director del Instituto de Investigaciones
Biomédicas i2e3 (Barcelona)

Director técnico de la Comisión de Investigación de la Sociedad Española de Medicina Estética
Codirector del curso de Experto en redacción médica de la Universidad de Alcalá (UAH)

Pregunta- Y bien, ¿la toxina botulínica dura ahora menos que antes?

Dr. Fernando García Monforte– En mi mano no, sigue los mismos parámetros que antes; hay fases del paciente en la que dura menos y fases en las que le dura más. Yo puse mi primera toxina botulínica en diciembre de 1996; desde entonces, y revisando las historias clínicas de pacientes que hace 20 años que se están poniendo toxina botulínica, he podido observar que la duración sigue siendo la misma.

Dr. Hernán Pinto- La verdad es que la sensación es que sí, aunque antes todo el mundo decía esto y ahora existen diferentes opiniones. Están los que siguen diciendo que dura menos que antes y existen los que dicen que no es así y que hay algún otro problema, como que se pone mal o cualquier otra variable. Con lo cual, al final, este problema se ha transformado en una cuestión de opiniones, porque no hay evidencia ni para un lado ni para otro. La gran conclusión a la que hemos llegado tras varios debates es que no sabemos qué es lo que ocurre.

P.- ¿Estáis haciendo algo diferente los profesionales?

Dr. García Monforte- He podido observar en algunos compañeros la falta de metódica a la hora de inyectar la toxina: no marcan, no fotografían, ponen toxina como si hicieran una mesoterapia profunda, caen en la rutina, y esto puede inducir a una menor duración. Pero sobre todo, el problema es que no es comprobable si dura más o menos, es sencillamente la palabra del paciente, al que le cuesta caro ponerse la toxina botulínica a nivel facial y le gustaría que durara más. En algún caso he podido demostrar a alguna paciente que no duraba menos (con fotos de ella, claro).

Dr. Pinto– No. Justamente este es el motivo que hace que haya suspicacias con los fabricantes, puesto que la gente sigue haciendo lo mismo que hizo toda la vida. De hecho, hay médicos o profesionales que llevan muchísimos años aplicando la toxina, que son reconocidos expertos, y, de repente, de un día para otro, la toxina les empieza a durar menos. Y de aquí es de donde surge el problema. Es cierto que estamos muy enfocados también en que la gente que empieza pinche correctamente, que pinche el bótox como se debe hacer. Es cierto que esto –que no se esté pinchando correctamente– puede ser una variable, pero vuelvo a lo mismo: hay gente que lleva muchos años aplicándolo y mantiene este argumento. Esto tiene un valor y hay que atenderlo.

Dr. García Monforte: “Revisando las historias clínicas de pacientes que hace 20 años que se están poniendo toxina botulínica, he podido observar que la duración sigue siendo la misma”

P.- ¿Es algo que habéis notado todos los profesionales con todas las marcas? ¿Hay consenso en cuanto a la opinión de los médicos?

Dr. García Monforte- Sabemos que alguna toxina dura más que otra, sabemos que alguna toxina paraliza más que otra, sabemos que existen algunos pacientes a los que les dura más el efecto de la toxina que a otros, sabemos que hay épocas del año en las que el efecto de la toxina dura menos que en otras épocas (por ejemplo, en verano dura menos). He podido hablar con unos cuantos profesionales y algunos dicen que les dura menos y otros están de acuerdo conmigo en que no ha variado la duración, luego, si a unos les dura más y a otros menos, habría que estudiar la técnica de inyección, ya que la toxina es la misma.

Dr. Pinto- Es algo que ya he respondido un poco en la primera pregunta. En este momento no, no hay consenso; hay una gran cantidad de profesionales que dicen esto, pero es cierto que existen también las dos vertientes. Antes era bastante generalizada la opinión de que había menor actividad de la toxina, pero hoy no, hay quienes dicen que sí y quienes dicen que no. En cuanto a las marcas, de nuevo hay diferentes respuestas para todo, pero en general no, no se diferencia por marcas.

P.- ¿Es posible que exista una “obsolescencia programada” por parte de los fabricantes a raíz del éxito de estos tratamientos, o cuál es el motivo por el que se sospecha?

Dr. García Monforte- No puede producirse la obsolescencia o una modificación de la toxina sin ser comunicado y autorizado. La toxina botulínica es un medicamento de uso hospitalario y, como tal, está controlado por la Agencia Española del Medicamento, pero no es solo a nivel nacional, sino que quien controla es la Agencia Europea del Medicamento. La toxina es un medicamento para uso en muchos procesos hospitalarios, no es un producto estético solamente. Ahora están en camino nuevas toxinas que vienen ya montadas, líquidas, y que por tanto no admitirán diluciones al gusto del médico, con lo que probablemente se conseguirá una mayor regularidad siempre que no aparezcan inventos ilegales como el babybotox, el mesobotox etc., que lo único que hacen es contribuir al deterioro de la técnica.

Dr. Pinto- En primer lugar, el éxito de estos tratamientos hace muchísimo tiempo que está establecido, es decir, no es algo que las marcas puedan haber hecho porque se encuentran con un éxito sorpresivo de este tratamiento. Las sospechas no son de una obsolescencia programada, no es que se pueda alterar la molécula –en realidad, en este mundo todo es posible, todo podría ser verdad porque, como decíamos, no hay evidencias ni de una cosa ni de otra–, pero en este caso, la suspicacia recae en que se pudo haber alterado la cantidad de unidades por vial.

En este sentido, hay un principio llamado la Navaja de Ockham, que dice que, frente a dos posibles soluciones para un mismo problema, la más sencilla tiende matemáticamente a ser la correcta. Aquí volvemos a no poder basarnos en la evidencia. Es decir, hablamos con los profesionales y nadie hace nada diferente; según nos dicen, por eso es por lo que no tenemos realmente una respuesta.

Dr. Pinto: “Hay médicos o profesionales que llevan muchísimos años aplicando la toxina, que son reconocidos expertos, y, de repente, de un día para otro, la toxina les empieza a durar menos. Y de aquí es de donde surge el problema”

P.- Y, ¿qué dicen los pacientes? ¿Y los fabricantes/distribuidores?

Dr. García Monforte- Los pacientes siempre te dirán que dura menos. Existe el bulo, generado por los propios médicos y la publicidad, de que la toxina dura 6 meses, y es falso: no existen toxinas que tengan esa duración por ahora. El efecto de la toxina realmente dura 3 meses, así figura en casi todos los trabajos de investigación; la duración posterior del efecto de más de 3 meses depende del paciente y de la dosis que se le haya suministrado o de cómo haya sido inyectada: a un deportista hombre suele durarle 3 meses, a una mujer sedentaria de 50 años que no sufra estrés le puede durar de 4 a 5 meses.

Los fabricantes siempre responden que lo estudiarán, pero si la cadena de fábrica es correcta no hay nada que estudiar; la toxina, aunque se denomine de forma distinta, es la misma la que va a los hospitales y la que va a las consultas.

Dr. Pinto- De nuevo me he adelantado en la anterior respuesta. Los fabricantes y los médicos dicen que no hacen nada diferente. Y, ¿qué dicen los pacientes? En aquellos casos en los que los profesionales tienen que citar a sus pacientes más seguido porque dicen que pierde efecto más rápido, son los que opinan que algo le han hecho a los viales, mientras que los que no tienen que citar antes a sus pacientes y siguen contentos con sus resultados son los que opinan que todo sigue igual.

En el último congreso hemos tenido este debate y yo le pregunté al público también, para nutrirnos de más opiniones, y el único consenso que tenemos es que no hay consenso. No hay estudios independientes por parte de profesionales o casas como para poder concluir si es de una forma o de la otra. Con lo cual, el debate está servido, y nosotros mismos estamos muy interesados en saber lo que está pasando, pero hasta que no podamos contar con una evidencia bien diseñada no tendremos más que opiniones de profesionales y sensaciones del colectivo.