La implementación masiva de la ecografía responde a la necesidad de aumentar la precisión, seguridad y efectividad en procedimientos cada vez más demandados, como los inyectables con ácido hialurónico. Concretamente, podemos dividir las principales ventajas de esta tecnología en cuatro grandes grupos.
Por la Dra. María Romero
Como viene siendo tendencia en los últimos 20 años, los procedimientos inyectables con ácido hialurónico siguen creciendo año tras año. Según la American Society of Plastic Surgery, en 2023 se realizaron en Estados Unidos más de 6,7 millones de procedimientos con inyectables de ácido hialurónico, y la previsión para 2024 es que estas cifras se sigan incrementando.
Teniendo en cuenta que estos procedimientos se realizan en su mayor parte a ciegas, sin ningún apoyo con imagen, y que, en muchas ocasiones, el paciente no recuerda la información acerca de los tratamientos previos que le han realizado, es comprensible que el riesgo de posibles eventos adversos o complicaciones también esté aumentando.
En este contexto, la ecografía, que hasta hace unos años solo se asociaba a otras especialidades, en la última década se está incorporando a la consulta de medicina estética de forma natural y progresiva, y cada vez con más aplicaciones. Aunque en el momento actual no se encuentra en la totalidad de las consultas de medicina estética, su crecimiento en los últimos años está siendo exponencial, aportando múltiples beneficios, muchos de ellos bien conocidos, y muchos otros que están por venir.
Rápidos avances
Inicialmente, el propósito fundamental de la ecografía en las consultas era el manejo de complicaciones. Sin embargo, los avances tecnológicos experimentados en los últimos años y un mayor conocimiento por parte de los profesionales han permitido que sus aplicaciones se multipliquen. El desarrollo de dispositivos cada vez más manejables, la aparición de sondas lineales de alta frecuencia, la mejora en la resolución de la imagen o la incorporación de inteligencia artificial son solo algunos de estos avances.
En su conjunto, estas innovaciones no solo nos permiten optimizar la personalización de los tratamientos, sino que también incrementan su seguridad, y perfeccionan los resultados clínicos, lo que convierte a la ecografía, en el momento actual, en una herramienta imprescindible dentro de la consulta de medicina estética.
La ecografía, que hasta hace unos años solo se asociaba a otras especialidades, en la última década se está incorporando a la consulta de medicina estética de forma natural y progresiva
Ventajas de la ‘eco’
Las principales ventajas de la ecografía en la consulta de medicina estética se pueden dividir en cuatro grandes grupos: manejo de complicaciones, prevención, perfeccionamiento e investigación.
① Manejo de complicaciones
En la actualidad, la ecografía es la técnica de imagen recomendada para el diagnóstico inicial y manejo de complicaciones derivadas del uso de inyectables dérmicos.
Entre las complicaciones de los materiales de relleno, los eventos adversos de origen vascular (oclusión vascular/ compresión externa) probablemente sean los más temidos por todos los médicos. En este sentido, la ecografía nos permite identificar disminuciones del flujo vascular desde los primeros signos clínicos, permitiéndonos intervenir de forma precoz para prevenir daños mayores. Además, facilita la visualización exacta del depósito de ácido hialurónico que está causando la oclusión o compresión vascular, permitiéndonos realizar un tratamiento dirigido con hialuronidasa directamente sobre este depósito, aumentando la eficacia y eficiencia del tratamiento, y asegurándonos una rápida resolución del problema.
Posteriormente, podemos comprobar que nuestra intervención ha tenido el efecto deseado monitorizando en tiempo real el flujo sanguíneo y asegurándonos de que ha habido una restauración adecuada de la circulación.
Además, la ecografía facilita el diagnóstico y manejo de otras complicaciones como procesos inflamatorios o infecciosos, depósitos del producto en el plano inadecuado o la migración del material de relleno.
② Prevención
Desde una perspectiva preventiva, la ecografía permite la realización de “mapeos” previos al tratamiento. Nos permite identificar con precisión las distintas estructuras anatómicas, sobre todo las estructuras vasculares, y detectar variantes anatómicas que podrían aumentar el riesgo de complicaciones. Esto permite planificar y ejecutar los tratamientos con mayor seguridad, reduciendo el riesgo de ocluir un vaso o de depositar el material de relleno en un plano inadecuado.
En procedimientos que requieran un elevado nivel de precisión, la ecografía nos permite realizar tratamientos guiados en tiempo real, visualizando la anatomía del paciente mientras inyectamos y asegurándonos de que el producto (material de relleno, hialuronidasa) se deposita en el lugar adecuado, evitando áreas de riesgo.
Tener la capacidad de observar en tiempo real lo que estamos haciendo nos permite ganar precisión a la hora de depositar el producto, asegurando resultados óptimos y minimizando complicaciones a largo plazo. Por otro lado, en pacientes que se han sometido a tratamientos previos, la ecografía nos permite el reconocimiento de los patrones ecográficos de los distintos materiales de relleno.
Esta información es imprescindible antes de comenzar a tratar a un paciente, ya que existen incompatibilidades entre algunos rellenos permanentes y los que utilizamos en la actualidad.
El uso de la ecografía en la consulta médica, en manos de un médico con una correcta formación, podría aumentar significativamente el nivel de seguridad y precisión en los procedimientos estéticos.
③ Perfeccionamiento de la técnica
Hasta hace relativamente poco, los tratamientos con inyectables se realizaban a ciegas. La experiencia del médico inyector, sumada a un conocimiento profundo de la anatomía facial, parecía suficiente para obtener unos resultados adecuados. Sin embargo, la ecografía ha venido a añadir rigor y precisión a la ejecución de los
tratamientos.
Por un lado, nos permite optimizar la técnica de inyección. El hecho de poder ver lo que estás haciendo en tiempo real aporta un feedback inmediato sobre la ejecución de los tratamientos, permitiendo ajustes en tiempo real que mejoran la precisión y eficacia de los mismos. Se ha visto que, cuando tratamos a los pacientes a ciegas, la inyección de producto en el plano inadecuado es más frecuente de lo que nos creíamos. Por suerte, este depósito no siempre va asociado a la aparición de un efecto adverso, pero aumenta las posibilidades.
Por otro lado, la ecografía nos permite realizar un seguimiento de los resultados a largo plazo. La posibilidad de tener ecografías seriadas en el tiempo de los tratamientos que realizamos nos permite ver el comportamiento real del inyectable con el paso del tiempo, lo que va a ajustar y determinar cambios en nuestra técnica de inyección. La ecografía enfrenta al inyector a su trabajo de forma objetiva, haciéndolo consciente del mismo y permitiéndole una evolución constante.
④ Investigación
La ecografía no solo mejora la práctica clínica en medicina estética, sino que también es una herramienta clave en la investigación científica. Su capacidad para proporcionar datos precisos, medibles y reproducibles la convierte en un equipo indispensable en la consulta en términos de investigación.
Una de las cosas más interesantes de la ecografía a nivel de investigación es que nos permite estudiar la interacción entre el inyectable y la anatomía facial en tiempo real y a largo plazo. Hasta ahora, el conocimiento de la anatomía facial que teníamos era más estático, y se basaba en estudios en cadáver. Gracias a la ecografía contamos con una herramienta que, sin causar perjuicio al paciente, nos permite “ver lo que ocurre debajo de la piel” mientras inyectamos.
Nos permite ver, literalmente, cómo se distribuye el producto debajo de la piel durante la inyección, e identificar comunicaciones anatómicas que serán determinantes en el resultado final del tratamiento. Nos permite tener un mapa que nos señala zonas de riesgo, ayudándonos a desarrollar nuevos protocolos, con estrategias de prevención para aumentar la seguridad en los tratamientos.
Por otro lado, podemos realizar el seguimiento del material inyectado a lo largo del tiempo, con el fin de estudiar su integración tisular, valorar migración o su proceso de degradación, proporcionándonos datos fundamentales a la hora de desarrollar nuevos inyectables y técnicas de inyección más seguras y efectivas para el paciente. Además, nos proporciona soporte gráfico con imágenes detalladas de los distintos casos para respaldar tanto las publicaciones científicas como la formación de nuevos profesionales en este campo, permitiendo una comprensión más profunda de la anatomía y de la técnica de inyección.
En conclusión
El crecimiento exponencial del uso de la ecografía en la consulta de medicina estética responde a la necesidad de aumentar la precisión, seguridad y efectividad en procedimientos cada vez más demandados, como los inyectables con ácido hialurónico.
La ecografía ha dejado de ser una herramienta exclusiva de otras especialidades médicas para convertirse en un estándar emergente en la medicina estética, impulsada por su capacidad para diagnosticar y manejar complicaciones en tiempo real, prevenir riesgos mediante mapeos anatómicos detallados y perfeccionar las técnicas de inyección. Además, su integración en la investigación científica ha permitido avanzar en la comprensión de la interacción entre los inyectables y la anatomía facial, proporcionando datos fundamentales para la innovación en este campo.
En resumen, la ecografía se ha consolidado como una herramienta imprescindible para mejorar tanto la práctica clínica como la investigación en medicina estética, marcando el camino hacia tratamientos más seguros y personalizados, y beneficiando tanto a los profesionales como a los pacientes.
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