El abordaje de la cirugía de lifting ha cambiado mucho en las últimas décadas. Afortunadamente. Actualmente se desean y se buscan resultados que tengan la naturalidad y la discreción por bandera, y el avance del conocimiento y la mejora de la técnica lo permiten gracias a un tratamiento de los tejidos mucho más profundo y moderado. Hablamos con dos cirujanas expertas en esta intervención y que nos presentan dos técnicas únicas de lifting: la Dra. Susana Puga, cirujana del equipo de Martín del Yerro; y la Dra. Gema Pérez Sevilla.
Rostros inexpresivos, sin mímica, o la famosa “cara de velocidad” fueron consecuencia de los lifting convencionales de hace unas décadas. Algunas de estas intervenciones tan excesivas y estos sobreestiramientos no solo afectaron a la imagen de muchas celebrities, sino a la imagen de esta cirugía e incluso de la propia profesión, que aún hoy trata de restaurarla con mucha didáctica y paciencia.
Antes y ahora
“La diferencia entre los liftings actuales y los antiguos es que antiguamente no se tenían tanto en cuenta los tejidos profundos, se tendía a hacer tensados más a nivel de la piel. Hoy en día, los tejidos se tensan desde la parte profunda, recolocando todo lo que está caído a nivel de fascias y de grasa, y solo se quita la piel que sobra una vez que estos tejidos están colocados”, nos explicaba la doctora Gema Pérez Sevilla precisamente para un reportaje sobre mitos que aún arrastran la medicina y la cirugía estética.
Este abordaje es también el motivo por el que las cicatrices son más profundas y menos visibles y la recuperación de la intervención es más rápida para el paciente, menos dolorosa y menos incapacitante que las antiguas, en las que se presentaban “hematomas e inflamaciones posoperatorias que dificultaban la reincorporación a la vida social durante un mes o incluso más”, explica el Dr. José Luis Martín del Yerro, con una experiencia de 30 años en el ejercicio de la profesión. “Hoy en día, esta es una cirugía relativamente sencilla con unos resultados muy naturales y con una recuperación muy rápida”, indica. En el caso de Martín del Yerro, de hecho, en la mayoría de los casos, realizan el lifting con anestesia local y sedación, sin ser necesaria una anestesia general.
“Aplicamos unas técnicas de anestesia y quirúrgicas muy precisas y eso permite que sea una cirugía corta y con una hospitalización de menos de 24 horas y que se recupere la actividad física, laboral y social relativamente pronto. Se puede hacer una vida doméstica normal al día siguiente de la cirugía y una vida social pública en unos 10-12 días”, asegura el cirujano.
Técnicas propias
“Hay que tener en cuenta que el envejecimiento de la cara se produce por dos mecanismos: la flacidez de los tejidos blandos de la piel y por la deflación, que es la pérdida de volumen de las zonas de la cara. Ello produce que, por efecto de la gravedad, la cara caiga hacia abajo y se produzca un cambio en la fisionomía que indica senectud o vejez”, indica el Dr. Martín del Yerro.
El lifting es la cirugía que permite a los cirujanos “reposicionar estos tejidos faciales que van descendiendo con los años y causando las arrugas flácidas, así como el desdibujamiento de los contornos del rostro”, indica también por su parte la Dra. Pérez Sevilla. Ambos cirujanos han desarrollado sendas técnicas de abordaje del lifting que permiten alcanzar un rejuvenecimiento de manera mucho menos invasiva y muchísimo más natural que los lifting convencionales.
Lifting de vector natural de Martín del Yerro Cirujanos Plásticos
El lifting de vector natural es una técnica exclusiva, desarrollada por el Dr. Martín del Yerro, que consiste en la recolocación de los tejidos en la posición en la que se encontraban unos años antes, de tal manera que el cirujano puede cuantificar los años que rejuvenece el paciente.
El lifting de vector natural, una de las técnicas propias e identitarias de Martín del Yerro Cirujanos Plásticos, permite recolocar los tejidos siguiendo el vector natural por el cual descendieron, y resituarlos donde estaban hace 8 o 10 años. Eso quiere decir, explica el propio Dr. José Luis Martín del Yerro, que con esta técnica la fisionomía no cambia, los rasgos identitarios son los mismos.
Ganar 10 años al tiempo
“Ascender los tejidos siguiendo su vector natural, es decir, seguir el mismo camino por el que han descendido/ envejecido, hace que el rejuvenecimiento sea natural”, indica. Pero con esta técnica no solo se produce un rejuvenecimiento de forma natural, consiguiendo recuperar la línea de la mandíbula y, por tanto, el óvalo facial, sino que “se permite a los tejidos y a la cara que vuelvan a envejecer de la misma forma que envejecieron antes”. Es decir, en 10 años desde la operación, el paciente tendrá el mismo aspecto que tenía el día antes de la cirugía de lifting. Porque una cosa está clara: el envejecimiento no puede detenerse y continuará después de la cirugía, y eso también debe saberlo el paciente.
La Dra. Susana Puga, cirujana plástica y parte del equipo de Martín del Yerro Cirujanos Plásticos, ha respondido a algunas preguntas para explicarnos más detalladamente esta técnica.
Pregunta- Esta técnica es, digamos, una de las que define al equipo de cirujanos de Martin del Yerro. ¿Por qué han decidido presentarla de nuevo?
Respuesta- Esta técnica lleva instaurada en nuestra actividad desde hace muchos años. Hemos decidido volver a presentarla porque creemos que ya está muy evolucionada y consolidada, aportando lo que buscan nuestras pacientes.
P.- Aunque está desarrollada por el Dr. del Yerro, ¿está basada en otras técnicas?
R.- Efectivamente, no es una técnica de novo, sino una modificación y combinación de técnicas descritas y realizadas por otros cirujanos y por nosotros mismos anteriormente. Hemos introducido importantes innovaciones en la técnica quirúrgica con el fin de adaptarla a las diferentes fisonomías y características de los tejidos con el fin de obtener el rejuvenecimiento más natural, que se parezca más a la persona cuando era más joven y que pueda envejecer de nuevo sin perder dichas características identitarias.
P.- ¿Suelen compartir o enseñar sus técnicas a otros profesionales?
R.- Por supuesto. Durante todo el año tenemos visitantes residentes nacionales, pero también cirujanos extranjeros con los que compartimos nuestros conocimientos y la cirugía diaria.
P.- ¿En qué consiste el ‘vector natural’ exactamente; es el análisis de los vectores que posee cada paciente?¿Cuáles son los principales, y en qué pueden diferir de un paciente a otro?
R.- Pues, realmente, se trata de eso. Hay que analizar la estructura facial y cómo se ha producido el envejecimiento. Este ocurre por deflación facial central y por flacidez de los tejidos. Pero, a su vez, esa flacidez puede ser muy vertical hacia abajo o puede ser rotacional. Es muy importante analizar estos cambios y verlos con el paciente delante del espejo para explicarle cuáles son los objetivos y qué se pueden conseguir.
P.- ¿Qué consideraciones previas hay que tener antes de llevarla a cabo?
R.- La única premisa que hay que tener en cuenta es que existan signos reales de envejecimiento. A partir de ahí, se analizan los puntos que nombramos antes: si hay deflación, si hay flacidez y dónde, si hay acúmulo de grasa en óvalo facial, la potencia muscular cervical… Hay que tener una visión conjunta de todas las estructuras que participan en nuestro envejecimiento. Es fundamental realizar fotografías de calidad y verlas en la pantalla del ordenador con el paciente, analizar todas las formas y relieves de la cara y del cuello. Asimismo, las fotografías sirven para planificar la cirugía.
P.- ¿En qué se diferencia en el abordaje esta técnica de otros lifting, ya no solo convencionales, sino de otros lifting con un abordaje más natural? ¿Cómo respeta los tejidos esta cirugía?
R.- Este lifting sigue un abordaje similar a otros, pero es mucho más respetuoso con las estructuras profundas, de modo que el posoperatorio es mucho menos traumático, apenas doloroso y con una inflamación muy controlada, lo que permite realizar una actividad social a los 15 días de la cirugía.
P.- Dicen que son el único equipo de Europa capaz de realizar esta técnica sin anestesia general. ¿Cómo es posible?
R.- En general, esta técnica la realizan con anestesia general allá donde vayas porque, además, suelen ser cirugías largas. Gracias a la protocolización de la cirugía hemos reducido el tiempo quirúrgico a 3 horas. Y, por suerte, tenemos un equipo de anestesia (dirigido por la Dra. Sonia González) que no para de actualizarse e innovar. Realizamos el lifting con anestesia local y sedación desde hace casi 2 décadas. Pero desde hace ya 4 años es más seguro aún gracias a la incorporación al protocolo de sedación de la desmedetomidina, un fármaco que nos permite sedar al paciente sin producir depresión respiratoria.
Neolifting de la Dra. Gema Pérez Sevilla
El Neolifting es una de las cinco técnicas patentadas de la doctora Gema Pérez Sevilla, cirujana maxilofacial y experta en medicina estética facial. Frente al concepto del lifting como un gran procedimiento de alta agresividad y compleja recuperación, su abordaje se basa en intervenciones mínimamente invasivas con resultados más naturales, seguros y eficaces.
El Neolifting es una de las técnicas patentadas de la Dra Pérez Sevilla, que presenta como una técnica altamente eficaz en la corrección de los defectos de cara y cuello y poco agresiva en comparación con otras técnicas.
Indicaciones principales
Concretamente, y según explica la propia experta, esta técnica le permite resolver problemas como las bandas cervicales verticales que aparecen con el tiempo por la relajación del músculo platisma y la piel que lo cubre, el exceso de piel y grasa a nivel submental que conforma la papada, la piel que aparece arrugada bajo el mentón y la mandíbula, conocida como “cuello de gallina”, las arrugas horizontales del cuello, el desdibujamiento del borde mandibular o la aparición de volúmenes indeseados bajo las comisuras de los labios, conocido vulgarmente como “mandíbula de bulldog”.
A continuación, hablamos con la Dra. Pérez Sevilla para que nos explique con más detenimiento en qué consiste esta técnica.
Pregunta- Esta es una de sus técnicas patentadas. ¿Por qué se caracteriza?
Respuesta- El Neolifting es un lifting de nueva generación en el que se reponen los tejidos profundos devolviéndolos al estado que tenían hace unos años para después resecar la piel que sobra. Se caracteriza por despegamientos muy cuidadosos asistidos por láser, por la asistencia por microcámaras especiales, por una disección de los tejidos con aparatología especial y por el uso de suturas elásticas que permiten que la cicatrización sea más adecuada y haya menos riesgos de mala cicatrización.
P.- ¿En qué se diferencia en el abordaje esta técnica de otros tipos de lifting?
R.- Los lifting actuales se diferencian respecto a los más antiguos en los siguientes puntos: manejo más cuidadoso de los tejidos, menor despegamiento de la piel que hace que se traumatice menos, la asistencia de aparatología (como el láser y las microcámaras), que disminuye el sangrado y favorece que haya menos inflamación en el posoperatorio, así como el tensado vertical de esos tejidos.
P.- ¿Qué consideraciones previas hay que tener antes de llevarla a cabo?
R.- A la hora de plantearse un lifting hay que tener en cuenta varios factores: en primer lugar, qué grado de envejecimiento se tiene y en qué edad estamos. Hay que tener en cuenta que el lifting pone el rostro como estaba hace años. Si tenemos pocos defectos y hacemos un lifting la duración va a ser corta, el tejido va a seguir envejeciendo y vamos a tardar poco tiempo en volver a tener el defecto que teníamos antes. Sin embargo, si elegimos una edad y un defecto más marcados… Tiene que pasar más tiempo para que volvamos a estar como estábamos antes.
Otra cosa que tenemos que tener en cuenta es qué queremos conseguir, porque depende de lo que sea, se ejecuta un tipo u otro de lifting. Hay diversas técnicas y algunas son muy diferentes entre sí. Es importante saber qué se quiere mejorar: las bandas del cuello, la flacidez del ángulo de la mandíbula, la flacidez de la mejilla, la zona del surco nasogeniano… Todo esto es importante a la hora de elegir qué tipo de técnica y las características de la misma, que va a conllevar la intensidad del tratamiento, la agresividad relativa, el tiempo de quirófano y de recuperación.
Otra cosa que hay que plantearse es qué riesgos tiene, ya que es una cirugía que lleva cicatrices (aunque siempre están ocultas). Hay que hacer entender al paciente que es una intervención que lleva una abertura, y también hay que hacerle entender cómo es la técnica y cómo es el posoperatorio.
Hay lifting muy pequeños, como el microlifting, que requiere solo 2 días de recuperación, y hay otros más intensos que requieren de 7 a 10 días de recuperación. Esto no es nada: antiguamente se necesitaba ingreso hospitalario, llevaban drenajes, con posoperatorio doloroso… Ahora la técnica se hace ambulante, pero hay que contarle todo al paciente para que sepa de antemano cómo se va a desarrollar.
P.- ¿Cómo decide qué tipo de anestesia va a utilizar?
R.- Los lifting pequeños se pueden hacer con anestesia local y ya cuando el lifting es mayor o implica varias zonas, así como en pacientes que son hipertensos o con problemas de coagulación, es mejor hacerlo con anestesia general, porque se controla mucho más el sangrado y hace la técnica más segura.
P.- ¿Cómo aborda esta técnica el cirujano? ¿Qué tipo de láser emplea; dónde se realizan las incisiones; qué tipo de suturas emplea…?
R.- Las incisiones y abordajes siempre se realizan en zonas ocultas, asistidas con láser frío, que reduce la inflamación y el sangrado y favorece una mejor cicatrización. El levantamiento de la piel es lo más limitado posible y va en función de la técnica final realizada, ya que se asiste con cámaras que permiten una visión selectiva de la zona a tratar, de modo que no se tengan que levantar estructuras adyacentes solo con el fin de llegar a la estructura diana.
Para realizar el cierre cutáneo usamos suturas especiales, intradérmicas, transparentes y flexibles, no visibles desde fuera, para favorecer la pronta incorporación de nuestros pacientes a su vida habitual.
