Hoy, 6 de septiembre, en el Día Mundial de la Medicina Estética, le pedimos a la Dra. Graziella Moraes que nos ponga en contexto sobre la situación actual del sector: ¿quién recurre a la Medicina Estética? ¿Cuáles son los problemas o errores más comunes a la hora de recurrir a un tratamiento estético?
El 6 de septiembre, Día Mundial de la Medicina Estética, fue convocado por la Unión Internacional de Medicina Estética (UIME), organización que reúne a 26 sociedades de médicos estéticos de todo el mundo. Se trata de un día que pone en valor la labor de los especialistas en este campo y defiende la búsqueda no solo de la belleza; sino, más bien, del bienestar general y la salud global, así como el derecho a una longevidad saludable y placentera, a un envejecimiento digno.
El Día Mundial de la Medicina Estética quiere también poner de manifiesto que la colaboración, la innovación y el estudio hacen posible un mejor servicio físico y emocional para los pacientes en todo el mundo. Con esta jornada como telón de fondo, hemos entrevistado a Graziella Moraes, doctora en medicina estética y fundadora de las clínicas que llevan su nombre, para que, desde su opinión personal y profesional, valore la situación actual del sector. ¿Goza de buena salud la Medicina Estética?
Pregunta- Doctora, ¿cuál es la situación de la medicina estética actual en España? ¿Quién y cómo es el paciente que acude a realizarse tratamientos de medicina estética?
Respuesta- Desde hace varios años, la medicina estética está en auge. Cuidarnos y vernos bien se ha convertido en una prioridad, y en las clínicas Graziella Moraes lo hemos notado. Ha habido un aumento paulatino de la demanda en los últimos años y, de hecho, cada vez son más los hombres que vienen a informarse de tratamientos, aunque los pacientes de nuestra clínica son mayoritariamente mujeres. En concreto, un 90 %, frente al 10 % que son hombres. La edad media de nuestros pacientes es de 40 años, si bien es cierto que estamos notando el interés de gente cada vez más joven en la medicina estética, puede que en parte influenciada por las redes sociales.
P.- Entonces, ¿es cierto; podemos decir que la edad media de pacientes de pacientes que se someten a este tipo de tratamientos ha bajado?
R.- Sí, desde luego. Antes lo normal era comenzar a hacerse tratamientos a partir de los 30-35 años. Ahora nos llegan muchas consultas, sobre todo de mujeres, de entre 18 y 20 años, que quieren saber cómo mejorar aquello que no les gusta, saber qué opciones tienen y qué resultado pueden obtener.
P.- ¿Cómo cree que influyen las nuevas tendencias y las redes sociales en la medicina estética?
R.- Siempre ha existido un referente de belleza en cada momento y épica. Antes lo encontrábamos en la televisión o en las revistas, en modelos o superestrellas del cine, pero ahora, con el uso de las redes sociales, sobre todo por la gente más joven, eso ha cambiado. En la actualidad se buscan los ideales de belleza en estas plataformas y en los perfiles que más destacan.
En este contexto, el problema de tener el contenido de las redes sociales como ideal de belleza es que en muchos casos no es una belleza real, sino que las imágenes son resultados de retoques por ordenador, filtros, juegos de luces, ángulos… que interfieren con la imagen realista de una persona.
En consulta estamos viendo que nos piden cosas imposibles de conseguir con medicina estética y que, además, el resultado no favorecería a todos los rostros. Cada persona tiene unos rasgos, una morfología diferente, y nuestro trabajo es asesorar a nuestros pacientes para potenciar la belleza de cada uno sin necesidad de querer parecerse a otra persona.
P.- ¿Cuáles son los problemas más comunes o errores que se cometen al recurrir a un tratamiento estético?
R.- Precisamente, como decíamos, uno de los errores más frecuentes al acudir a la medicina estética es querer los resultados que has visto en otra persona, que muchas veces suele ser famosa. Es nuestra responsabilidad como doctores explicar a nuestros pacientes que cada persona tiene unos rasgos y que lo que favorece a una persona no siempre va a favorecer a otra. Debemos estudiar cada caso detenidamente para lograr unos resultados estéticos y satisfactorios.
Otro de los errores habituales al elegir un centro médico es no informarse sobre sus métodos. Los centros médicos estéticos debemos cumplir una serie de requisitos (entre ellos, el registro sanitario que nos habilita a ejercer la medicina en las instalaciones) y, además, es importante saber qué profesionales nos van a atender.
Después, siempre debemos asegurarnos de conocer los procedimientos de la clínica. Para ello, es fundamental que el profesional que nos atienda nos los explique con detenimiento y que nos dé confianza para realizar todas las preguntas que tengamos, ya que una parte importante en la medicina estética es la confianza entre médico y paciente. En nuestro caso, por ejemplo, hacemos siempre una primera consulta donde nos conocemos y atendemos las preocupaciones de nuestros pacientes y explicamos los métodos y procedimientos de la clínica. Además, creamos un clima de confianza en el que sentirse libres para hacer cualquier tipo de consulta.
Por último, diría que es un error recurrir a ofertas o “tirarse” a los precios más bajos para los tratamientos. Los descuentos siempre son tentadores, pero en medicina pueden ser peligrosas. Es mejor desconfiar de los descuentos excesivos, las gangas y las clínicas que ofrecen packs con un precio muy bajo. La medicina es un sector delicado en el que creemos que no se puede jugar con los precios para captar clientes, ya que los tratamientos requieren de profesionales formados, productos y tecnología en la que se ha invertido.
P.- E este sentido, ¿qué formación y aptitudes debe tener un buen profesional de la estética?
R.- Además de la pertinente formación reglada básica que debe tener toda doctora o esteticista, creo que para realizar este trabajo es necesario ser muy empático, amable, discreto, tener cierto gusto por la belleza y demostrar pasión por lo que haces. Estas son las cualidades que les pedimos a nuestros profesionales y que creemos fundamentales para una excelente relación con el paciente.
P.- Y, por último, y por curiosidad: ¿cuáles son los tratamientos estéticos más recurrentes en mujeres? ¿Y en los hombres?
R.- En las mujeres, diría que la toxina botulínica es uno de los tratamientos clásicos más demandados, pues es conocido y muy eficaz dando vivacidad y abriendo la mirada. También el reposicionamiento de volúmenes faciales y, ahora, cada vez más, los tratamientos para la flacidez y el cuidado de la piel. Al final, lucir una piel sana, tersa y bonita se está convirtiendo en la prioridad entre las mujeres.
Los hombres, al igual que las mujeres, también se preocupan de las arrugas del tercio superior y del cuidado general de la piel y, cada vez más, demandan tratamientos para realzar el contorno del ángulo mandibular con líneas más definidas.
Pero lo que sí notamos más en nuestras clínicas es una demanda de resultados más naturales, sin excesos, que mejoren, pero no se noten demasiado.
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