Ultrasonidos no focalizados pulsados. Una nueva tecnología para la reducción de grasa localizada

Ultrasonidos no focalizados pulsados
Ultrasonidos no focalizados pulsados

Por la Dra. Izaskun Astoreca Naverán.

De un tiempo a esta parte, en las clínicas especializadas en medicina estética estamos comprobando una mayor demanda de tratamientos corporales. En este aspecto, la remodelación corporal y la eliminación constituyen dos de los principales motivos de consulta.

Paralelamente, hemos constatado que los pacientes demandan cada vez más tratamientos no quirúrgicos y menos invasivos para conseguir sus objetivos sin alterar su vida cotidiana con bajas laborales o recuperaciones molestas o prolongadas.

En esta línea, en los últimos años han salido al mercado procedimientos como la criolipólisis, láseres de diodo para reducir grasa, radiofrecuencias, HIFU, microondas y ultrasonidos no focalizados. Estos sistemas se han ido desarrollando y perfeccionando progresivamente, lo que ha permitido ver resultados cada vez más satisfactorios.

Uno de los ejemplos más claros de este continuo avance para mejorar estos dispositivos lo encontramos en un dispositivo con ultrasonidos no focalizados pulsátiles, lanzado recientemente al mercado.

Para conocer mejor esta tecnología y el alcance de sus resultados, en el Grupo Pedro Jaén hemos consultado con la Dra. Izaskun Astoreca Naverán, médico estético de nuestra Unidad de Estética Corporal, una de las expertas en esta tecnología.

Respuesta- Sin duda. Cada vez más personas nos consultan por tratamientos para mejorar su silueta y eliminar esas grasas localizadas que tanto les incomodan y que no consiguen reducir por mucha dieta y ejercicio que hagan. Además, este aumento de la demanda ocurre tanto en hombres como en mujeres, ya que estamos en un contexto social en el que el aspecto físico tiene una relevancia importante para muchas personas. Hemos de tener en cuenta que el físico es parte de nuestra identidad y que en este contexto hiperexigente (al que han contribuido también las redes sociales) hay personas que ven dañada su autoestima cuando no se sienten a gusto en su cuerpo.

Todo ello ha provocado que muchas personas busquen soluciones en la medicina estética, una disciplina capaz de ayudar a disminuir ese malestar corrigiendo, al menos en parte, aquellos aspectos físicos que incomodan al paciente. Por supuesto, tenemos que partir de la base de que tenemos que ser honestos con nuestros pacientes para que tengan unas expectativas realistas, para lo que es fundamental explicarles que podemos ayudarles a mejorar, pero no a lograr un canon de perfección que quizá está fuera de la realidad.

R.- A lo largo de muchos años de práctica profesional he podido trabajar con dispositivos muy diversos y he podido constatar que cada vez contamos con aparatología mucho más eficaz para la reducción de grasas localizadas. Anteriormente ya había trabajado con ultrasonidos no focalizados con buenos resultados, pero esta variante de ultrasonidos pulsátiles ha mejorado aún más los resultados que ya lográbamos con la tecnología anterior.

Los pacientes demandan cada vez más tratamientos no quirúrgicos y menos invasivos para conseguir sus objetivos sin alterar su vida cotidiana

Llevo un año y medio trabajando con este nuevo dispositivo y en este tiempo he tenido pacientes de edades muy diversas, tanto hombres como mujeres, en etapas muy diferentes, desde la menopausia hasta pospartos, y puedo decir que todos han conseguido buenos resultados con una altísima satisfacción. También he visto muy buena respuesta en celulitis fibrosa.

Además, es destacable que no hemos tenido ninguna complicación en este tiempo, un aspecto que me da mucha tranquilidad a la hora de prescribir este tratamiento a mis pacientes, ya que los que trabajamos en estética corporal sabemos que no siempre se logra tanta eficacia con un nivel tan alto de seguridad.

R.- La genialidad de esta tecnología está en modular varios tipos de ondas de ultrasonidos, longitudinales y transversales, para crear un efecto tridimensional que estresa las células adiposas y provoca su rotura. Estas ondas producen un daño mecánico y un daño térmico que destruye la estabilidad de la membrana de los adipocitos de una forma selectiva sin causar daño a otros orgánulos. Ese daño en la membrana de los adipocitos desencadena una apoptosis celular (muerte programada de las células) que se traduce en la reducción del tejido graso.

En realidad, hay otras tecnologías que se basan en principios similares, pero habíamos comprobado que cuando estas ondas se emiten de forma continua llega un momento en que algunos adipocitos se acomodan a ellas, de manera que es más difícil causar el daño irreparable en la membrana de la célula adiposa que queremos destruir. Sin embargo, al emitir las ondas de forma pulsátil, evitamos esta adaptación y salvamos esta resistencia, rompiendo la célula adiposa, que es el objetivo.

En definitiva, la capacidad de emitir las ondas de forma pulsátil es la principal novedad de esta tecnología y la clave de su mayor eficacia.

“La capacidad de emitir las ondas de forma pulsátil es la principal novedad de esta tecnología y la clave de su mayor eficacia”

ultrasonidos

R.- La respuesta al tratamiento es individual, pero todos mis pacientes se han mostrado muy satisfechos con los resultados obtenidos. En un estudio publicado en la revista Dermatology Therapy en 2021, “A novel nonfocused pulsed ultrasound technology for noninvasive circunference reduction”, se evidencia una reducción media del perímetro abdominal de 3,2 a 5,8 cm. Yo he podido constatar estos resultados en este tiempo.

Se trata de un método muy eficaz para reducir tejido graso y además es un tratamiento muy cómodo para el paciente. Es menos agresivo si lo comparamos con los ultrasonidos focalizados, ya que no duele. Durante el tratamiento, lo único que se nota es un calor que aumenta progresivamente en la zona de tratamiento, pero siempre es perfectamente tolerable.

R.- Al igual que en el resto de tratamientos de los que disponemos para la reducción de grasa localizada, el paciente ideal es una persona con normopeso, o un sobrepeso ligero, que tiene grasa localizada resistente a dieta y ejercicio. Es un tratamiento para grasas subcutáneas de pequeño y mediano calibre. No es aconsejable utilizarlo en casos de laxitud severa en la zona a tratar.

En todo caso, es importante puntualizar que no he observado flacidez posterior al tratamiento, ni siquiera en las personas de mayor edad tratadas con esta tecnología. El dispositivo tiene además la ventaja de contar con un cabezal de radiofrecuencia que siempre pasamos después de la sesión de ultrasonidos. Esto nos permite evitar la flacidez, mejorar la calidad de la piel y que esta quede bien adaptada al nuevo volumen.

R.- El tiempo depende de la extensión de la zona a tratar. Cada 10×10 cm aplicamos 5 minutos de ultrasonidos. En un abdomen medio podemos necesitar de 15 a 20 minutos de tratamiento. Posteriormente realizamos el tratamiento con el cabezal de radiofrecuencia. Dependiendo del volumen podemos necesitar en total entre 30 o 40 minutos de tratamiento.

R.- Siempre planteo a los pacientes comenzar con 5 sesiones, 1 cada 15 días. Después evaluamos los resultados y valoramos si el paciente requiere de más sesiones. Tras esas 5 sesiones ya observamos buenos resultados y decidimos si es necesario aplicar más, cuándo, y cada cuánto.

R.- Otra de las ventajas de este tratamiento es que no suele generar molestias. El paciente puede seguir con su vida normal nada más terminar la sesión. Simplemente les aconsejamos beber agua, llevar unos buenos hábitos alimentarios y realizar ejercicio.

Es evidente que la tecnología para la remodelación corporal está evolucionando a pasos agigantados y los resultados que se obtienen en la actualidad son muy superiores a los que se conseguían no hace tanto tiempo. Los ultrasonidos no focalizados pulsátiles son una buena muestra de ello. Es posible que en los próximos años sigamos viendo cómo se desarrollan sistemas cada vez más eficaces.